Por Salvatore Scimino
20 de marzo de 2012
El poder se nutre de la mentira. Sin mentira y propaganda un sistema se derrumba. Sin la mentira ningún patán podría llegar al poder y permanecer durante mucho tiempo viviendo a costillas de los dormidos.
Siendo los humanos máquinas biológicas, comen, orinan, defecan, se reproducen y mueren. Mientras viven piensan en círculos viciosos. Raras veces se atreven a saborear nuevos pastos. Y si por casualidad tropiezan con el camino que les conduce fuera del redil, no lo reconocen o no lo cogen, pero sí se imaginan que lo han recorrido hasta más allá del cercado. Estas máquinas hablan demasiado. Son aparatos biológicos con disco duro rayado.
Si a estas máquinas le inyectamos en la cabeza una secuencia de información aderezada y coloreada de mentiras, al final acabarán persiguiendo esa liebre imaginaria implantada en sus sesos. No le digas nada en su persecución so pena de enfadarla hasta el punto de aplastar aquel que osa llevarle la contraria. Una máquina humana programada puede ser perfectamente teledirigida. Y la verdad que los humanos son máquinas biológicas teledirigidas.
La tarea de la programación de la gente ha sido inmensamente facilitada con el invento de la televisión y más recientemente con el ordenador. Compra, consume y vive la gran vida son los mensajes subliminales que fluyen de las pantallas a las cabezas del ganado humano.
El resultado de tanto consumo desbocado ya lo podemos ver por doquier. Más bien, ahora que ya se han complicado las cosas medio ambientales al extremo de enfermarnos, la élite que mueve los hilos no quiere soltar el poder.
Ante la problemática ecológica, su nuevo invento son dos palabras muy bonitas: sostenible y ecológico. Por supuesto que sí es sostenible para los que amasan las fortunas pero no para la Tierra. En cuanto a eso de ecológico sirve para vender más caro lo de siempre. Ni una es verde ni la otra es sostenible. Es una absoluta mentira.
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Uploaded by wwwGlobalfilmde el 07/11/2010
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