Nuestros hábitos carnívoros de hace 200.000 años ya no son ecológicamente sostenibles. Tampoco son desde el punto de vista ético, social y médico. Comer carne es un vicio, una adicción como el cigarrillo, la cocaína, la marihuana. Las cromohormonas en la carne hacen que te produzcan una sensación de colgado. Este vicio causa graves problemas a nuestra salud y al planeta.
Los lobbies ganadero y médico-farmacéutico tienen mucho poder y nos han lavado el cerebro para que consumamos carne hasta que reventemos. Además, gran parte de nuestra especie tiene más dura la mollera que una roca para que entiendan lo que conlleva consumir a nuestros prójimos.
El dolor de lo que tragas en el polo norte lo paga tu polo sur:
Homo acephalus
Homo acephalus
¡Ay hermano mío, eres cruel porque eres muy débil!!!!!
Tu veneno
¡Me gusta mucho la carne del prójimo!!!
Soy un saco lleno de mierda
Tu intestino grueso podrido
Tu intestino ciego y apéndice podridos
Tus hemorroides
Tu visita al proctólogo
Tu retrato
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