29 de agosto de 2013
Fuente: Google imágenes. |
Se reunieron en una sala oscura en un hotel lujoso en el centro de la ciudad. Sólo había siete personas, dos del gobierno, el ministro de recursos naturales y el presidente del país. Un representante de la oligarquía internacional era otro y el resto eran miembros de una compañía multinacional de minerales.
Discutieron sobre una concesión minera en el país y después de dos horas llegaron a un acuerdo secreto. Luego la prensa se encargaría de poner el tratado de una manera conveniente para mantener al público en silencio.
Pero en silencio se mueve el cocodrilo cuando ataca a su presa.
Sin embargo, la compañía minera extranjera tenía un pequeño problema. La zona concesionada para la explotación del oro estaba ocupada por campesinos.
La compañía barajeó varias estrategias para echar a la gente pobre de sus propiedades.
Una opción era por medio de la fuerza directa de las autoridades compradas pero esto atraería mucho la atención de la prensa y el asunto se volvería peliagudo para la empresa.
La otra opción era empujar un pequeño alzamiento civil en la región. El problema con este esquema es que existía la posibilidad de que podría acabar fuera de su control y eventualmente desembocar en una guerra civil auténtica.
Pero estaban dispuestos a correr este riesgo, pues después de varias reuniones secretas con grupos especializados en el manejo de hatos de borregos humanos y con los ansiosos y ambiciosos lugareños interesados en crear un foco guerrillero en el área por una buena paga, la compañía había decidido que tomar este curso.
Se alzaron las fuerzas guerrilleras y se montó gorda. Los campesinos bien lavados del cerebro y dispuestos a pelear por "una patria mejor" fueron liderados por jefes pagados dentro de los grupos guerrilleros. Juntos se lanzaron a matar gente a diestra y siniestra.
Corrieron toneladas de tinta en la prensa nacional e internacional pero nadie se ponía de acuerdo en lo qué estaba pasando en el país lleno de oro.
Excepto por un par de reporteros que se atrevieron a decir que el conflicto era un asunto de economía, nadie le dió en la cabeza al clavo.
Pero éstos periodistas por husmear demasiado en el caldero caliente acabaron en la cárcel. De nada les sirvió que clamaban estar protegidos por el "derecho de libertad de prensa".
Las fuerzas del gobierno intervinieron "abrumadoramente" pero no lograron nada. Al menos eso decía ellos. Se quejaban de que un par mandos de los militares suyos había sido baleados en el culo.
Murieron montones de soldados, justo lo necesario para demostrar internacionalmente que estaban peleando contra los "grupos subversivos" y de ese modo los países ricos interesados en adueñarse del oro no cortarían las "ayudas económicas" a los canallas en el poder.
De tal manera que al cabo de un par de años de "cruentas peleas" por "el pueblo" ya no quedaba nadie en la región donde la compañía iba a extraer el oro, excepto las fuerzas guerrilleras.
Se entablaron las conversaciones entre ambos "grupos beligerantes" después de "terribles batallas", exageradas por la prensa internacional bien pagada, y se resolvieron los asuntos.
No sin antes llegar a un acuerdo donde los líderes de la guerrilla participarían y se llevarían una buena tajada del negocio de la extracción del oro, más alguno que otro puesto en el gobierno. Los militares del gobierno ya habían recibido sus millones de plata.
Y la gente pobre que sobrevivió el conflicto armado, aquellos que escaparon el "conflicto bélico", acabó sin tierras, comiéndose las uñas, por lo que tuvieron que largarse a las grandes ciudades para buscarse "una mejor vida".
Justo lo que querían también los empresarios de la oligarquía del país que ya para ese entonces habían metido la manos para pescar en el río revuelto.
La gente recién llegada a las ciudades sería mano de obra barata, tal como en una época ocurrió en Inglaterra, donde los campesinos fueron expulsados de sus tierras para que se fueran a vivir a Londres y servir como mano de obra barata en las fábricas del principio de la "revolución industrial", en el siglo XVIII.
Cuando menos supo la gente dormida del país del oro, las motosierras con su ruido infernal llenaron el bosque de la región aurífera.
Los animales salvajes fueron aniquilados y los árboles enormes que habían estado trabajando por el bien del mantenimiento de la Biosfera con su divino oxígeno fueron convertidos en tablas para la exportación.
El resto de la flora fue talada y quemada. Los ríos fueron contaminados, al principio con el lodo de la erosión causada por los tractores, y un tiempo después con los residuos químicos peligrosos de la minería de oro.
Mientras tanto, los dueños de la compañia multinacional se frotaban las manos, muy lejos en sus cubículos de los rascacielos, haciendo cuentas de cuántos kilos de oro sacarían de la mina y cuánto dinero les redundaría su magnífico negocio.
Un negocio diabólico, pues detras de cada pepita de oro se esconde el sufrimiento y la muerte, ya sea de los animales y plantas que fueron exterminados, los peces muertos en los ríos por los derrames tóxicos y los humanos que enfermaron o murieron debido a la contaminación de los ríos con cianuro.
Bien se sabe que una civilización avanzada necesita oro para su parafernalia tecnológica, que casi siempre redunda en aparatos para pajeo mental o la cópula sexual.
No obstante, el precio es muy alto. Y el valor de lo de ayer cuando no se sabe ver con el ojo exactamente puesto en la balanza biosférica no se puede reponer.
Cuando el hombre (Homo insapiens) viene a darse cuenta del gran valor de lo que ha perdido, se echa a llorar. Ya es demasiado tarde para entonces.
Y en estas cosas esta especie (Homo insapiens) es única, pero única en el sentido de ser al final de cuentas la más idiota en inteligencia ecológica sobre la Tierra.
La secuencia de la destrucción y la desolación de la Biosfera hasta llegar a los aparatos electrónicos y resto de tecnología que los humanos utilizan para calmar sus dolores de la desolación mental de la que ellos sufren es como sigue:
Discutieron sobre una concesión minera en el país y después de dos horas llegaron a un acuerdo secreto. Luego la prensa se encargaría de poner el tratado de una manera conveniente para mantener al público en silencio.
Pero en silencio se mueve el cocodrilo cuando ataca a su presa.
Sin embargo, la compañía minera extranjera tenía un pequeño problema. La zona concesionada para la explotación del oro estaba ocupada por campesinos.
La compañía barajeó varias estrategias para echar a la gente pobre de sus propiedades.
Una opción era por medio de la fuerza directa de las autoridades compradas pero esto atraería mucho la atención de la prensa y el asunto se volvería peliagudo para la empresa.
La otra opción era empujar un pequeño alzamiento civil en la región. El problema con este esquema es que existía la posibilidad de que podría acabar fuera de su control y eventualmente desembocar en una guerra civil auténtica.
Pero estaban dispuestos a correr este riesgo, pues después de varias reuniones secretas con grupos especializados en el manejo de hatos de borregos humanos y con los ansiosos y ambiciosos lugareños interesados en crear un foco guerrillero en el área por una buena paga, la compañía había decidido que tomar este curso.
Se alzaron las fuerzas guerrilleras y se montó gorda. Los campesinos bien lavados del cerebro y dispuestos a pelear por "una patria mejor" fueron liderados por jefes pagados dentro de los grupos guerrilleros. Juntos se lanzaron a matar gente a diestra y siniestra.
Corrieron toneladas de tinta en la prensa nacional e internacional pero nadie se ponía de acuerdo en lo qué estaba pasando en el país lleno de oro.
Excepto por un par de reporteros que se atrevieron a decir que el conflicto era un asunto de economía, nadie le dió en la cabeza al clavo.
Pero éstos periodistas por husmear demasiado en el caldero caliente acabaron en la cárcel. De nada les sirvió que clamaban estar protegidos por el "derecho de libertad de prensa".
Las fuerzas del gobierno intervinieron "abrumadoramente" pero no lograron nada. Al menos eso decía ellos. Se quejaban de que un par mandos de los militares suyos había sido baleados en el culo.
Murieron montones de soldados, justo lo necesario para demostrar internacionalmente que estaban peleando contra los "grupos subversivos" y de ese modo los países ricos interesados en adueñarse del oro no cortarían las "ayudas económicas" a los canallas en el poder.
De tal manera que al cabo de un par de años de "cruentas peleas" por "el pueblo" ya no quedaba nadie en la región donde la compañía iba a extraer el oro, excepto las fuerzas guerrilleras.
Se entablaron las conversaciones entre ambos "grupos beligerantes" después de "terribles batallas", exageradas por la prensa internacional bien pagada, y se resolvieron los asuntos.
No sin antes llegar a un acuerdo donde los líderes de la guerrilla participarían y se llevarían una buena tajada del negocio de la extracción del oro, más alguno que otro puesto en el gobierno. Los militares del gobierno ya habían recibido sus millones de plata.
Y la gente pobre que sobrevivió el conflicto armado, aquellos que escaparon el "conflicto bélico", acabó sin tierras, comiéndose las uñas, por lo que tuvieron que largarse a las grandes ciudades para buscarse "una mejor vida".
Justo lo que querían también los empresarios de la oligarquía del país que ya para ese entonces habían metido la manos para pescar en el río revuelto.
La gente recién llegada a las ciudades sería mano de obra barata, tal como en una época ocurrió en Inglaterra, donde los campesinos fueron expulsados de sus tierras para que se fueran a vivir a Londres y servir como mano de obra barata en las fábricas del principio de la "revolución industrial", en el siglo XVIII.
Cuando menos supo la gente dormida del país del oro, las motosierras con su ruido infernal llenaron el bosque de la región aurífera.
Los animales salvajes fueron aniquilados y los árboles enormes que habían estado trabajando por el bien del mantenimiento de la Biosfera con su divino oxígeno fueron convertidos en tablas para la exportación.
El resto de la flora fue talada y quemada. Los ríos fueron contaminados, al principio con el lodo de la erosión causada por los tractores, y un tiempo después con los residuos químicos peligrosos de la minería de oro.
Mientras tanto, los dueños de la compañia multinacional se frotaban las manos, muy lejos en sus cubículos de los rascacielos, haciendo cuentas de cuántos kilos de oro sacarían de la mina y cuánto dinero les redundaría su magnífico negocio.
Un negocio diabólico, pues detras de cada pepita de oro se esconde el sufrimiento y la muerte, ya sea de los animales y plantas que fueron exterminados, los peces muertos en los ríos por los derrames tóxicos y los humanos que enfermaron o murieron debido a la contaminación de los ríos con cianuro.
Bien se sabe que una civilización avanzada necesita oro para su parafernalia tecnológica, que casi siempre redunda en aparatos para pajeo mental o la cópula sexual.
No obstante, el precio es muy alto. Y el valor de lo de ayer cuando no se sabe ver con el ojo exactamente puesto en la balanza biosférica no se puede reponer.
Cuando el hombre (Homo insapiens) viene a darse cuenta del gran valor de lo que ha perdido, se echa a llorar. Ya es demasiado tarde para entonces.
Y en estas cosas esta especie (Homo insapiens) es única, pero única en el sentido de ser al final de cuentas la más idiota en inteligencia ecológica sobre la Tierra.
La secuencia de la destrucción y la desolación de la Biosfera hasta llegar a los aparatos electrónicos y resto de tecnología que los humanos utilizan para calmar sus dolores de la desolación mental de la que ellos sufren es como sigue:
BOSQUE
Fuente: Chiquimula |
MINA DE ORO A CIELO ABIERTO EN GUATEMALA
Fuente: Blog del Proyecto Lemu |
CONTAMINACION DEL AGUA POR EMPRESAS MINERAS
Fuente: Prensa Libre |
NIÑO CON ENFERMEDAD CUTANEA POR LA CONTAMINACION MINERA
Fuente: Guatemala Contaminada |
Fuente: Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero |
LINGOTES DE ORO
Fuente: Centralamerica Link |
USOS DEL ORO:
JOYERIA
Fuente: Google imágenes |
Fuente: OLX |
GPS
Fuente: Garmin GPS |
TELEVISORES
Fuente: Wikipedia |
ORDENADORES
Fuente: freepik |
MICROPROCESADORES Y CHIPS DE MEMORIA DE PLACA MADRE DE ORDENADORES
Fuente: OLX |
CALCULADORAS
Fuente: Wikipedia |
CRISTALES DE VENTANAS
Fuente: Mundofotos |
TELESCOPIOS
Fuente: Wikia |
NAVES ESPACIALES
Fuente: BWDC |
CASCOS DE ASTRONAUTAS
Fuente: Picpedia |
CRISTALES DE CABINAS DE PILOTOS DE AVION
Fuente: Google imágenes |
CIRCUITO ELECTRICO DE LAS BOLSAS DE AIRE DE VEHICULOS
Fuente: FPO |
ARMAMENTO BELICO
Fuente: beatknowledge.org |
NANOTECNOLOGIA Y NANOMEDICINA
Fuente: nanotecnologica ODONTOLOGIA Fuente: Google imágenes. |
EL FINAL DE CUENTAS DE TODO
Fuente: Google imágenes. |
Maldito oro, un campo de batalla donde se juntan el ego, el saqueo y la tecnología de los faqueados (fucked up) monos desnudos (Homo insapiens).
El oro no se come pero vuelve locos a casi todos los humanos, bichos llenos de mierda que buscan lo que no buscan pero buscan por buscar y lo que buscan no es lo que buscan pero lo buscan para buscar el poder de todo lo que no se puede tener.
(Gold is not eaten but makes most humans go crazy, puny bugs full of shit that search what they do not search but search anyway and what they search is not what they search but they search it to search the power of everything that can never be owned.)
Referencias
Corti C. & Holliday R. (Eds.) (2010). Gold: Science and Applications. CRC Press, Taylor & Francis Group, Boca Raton, FL, USA. 415 p.
Lewis N. (2007). Gold: The Once and Future Money. John Wiley & Sons, Inc., Hoboken, NJ, USA. 447 p.
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