3 de agosto de 2013
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| Fuente: cromos.com.co |
Esta comedia es una de las mejores en el mercado de la masturbación mental de los simios desnudos (Homo insapiens). Nunca la harán famosa, pues no interesa. Tiene ciertas cosas sutiles que es mejor que no las vean los esclavos humanos modernos que de vez en cuando tiene atisbos de lucidez.
No es una película estúpida de abundantes explosiones, disparos y carreras de coches, de sexo de enchute rápido y baratero, de romance insípido, de misticismo diabólico, de tripas al aire, de cabezas aplastadas o patadas a la loca al estilo Matrix, en donde mueven la cámara de aquí para allá cada segundo para aparentar lo que ridículamente se llama "acción", cuando lo único que tiene acción es un aparato en perpétuo movimiento. Va más allá de eso.
Se trata de una trama muy ocurrente de tres mujeres que, al final de la cadena del dinero, deciden robar a los que roban a destajo de los que no roban y trabajan como esclavos para pagarse las necesidades de su vida, donde siempre está lo robado a los demás, pues los lujos y artículos superfluos de la sociedad consumista moderna son producto no de comercio justo sino de comercio injusto disfrazado de tratados comerciales acordados entre los politicamente incorrectos políticos, es decir de chupópteros "democráticos".
Las tres protagonistas de la película llaman a lo que hacen "reciclar". Su reciclaje consiste en robar dinero usado que será destruido y que pertenece al Banco de Reserva Federal, el banco central de Estados Unidos y que la mayoría de gente piensa que es del estado pero sin embargo es privado, principalmente de los Rothschilds y los Rockefellers, quienes son a su vez los apoderados del dinero acumulado por los siglos y los siglos del amén del Vaticano, al menos esto es lo que dicen los expertos.
El final de la aventura ladronicia, que bien se podría calificar de politicamente correcto ladronicio, nadie se lo espera.
El equipo de los que roban a los que roban sale astutamente ileso. Y además acaban con un buen montón de billetes. Algo inusual en las películas de Hollywood, donde siempre se perfila el encierre de todo aquel que va contra el sistema.
El equipo de los que roban a los que roban sale astutamente ileso. Y además acaban con un buen montón de billetes. Algo inusual en las películas de Hollywood, donde siempre se perfila el encierre de todo aquel que va contra el sistema.
Es un final que hará sentir bien a las masas de humanos esclavizados y, por un momento, olvidarán sus cadenas invisibles. Y de eso se trata.
Pues bien, a continuación hay una sinopsis de la película llamada: "Locas por el Dinero", "Tres Mujeres y una Trama", o el original "Mad Money" (Dinero loco).
Disfrutadla, y si os tiráis un pedo acompañando vuestra risa, ¡fantástico!, habréis obtenido entonces un poco de catarsis, tan necesaria en esta locura que ha venido en llamársele "civilización moderna". Que te distraigas es lo que les interesa a los titiriteros escondidos detrás del humo del dinero.
Sinopsis:
Fuente: IndieMoviez
Bridget Cardigan es
un ama de casa de clase media que aparentemente vive el sueño americano, con una
casa en una urbanización, con jardín y criada. Un año y medio después de que su
marido, Don Cardigan, haya perdido su trabajo de director en una gran empresa –y
su mujer todavía no lo sabe–, el matrimonio está a punto de perderlo todo,
incluida la casa.
Cuando Bridget lo descubre, se busca un trabajo en el Banco de la Reserva Federal de conserje, el único puesto para el que está cualificada. Allí conoce a Nina Brewster, una madre soltera y trabajadora que vive en los suburbios con sus dos niños.
Nina se pasa el día alimentando una trituradora con millones y millones de dinero viejo y deteriorado. A pesar de ser una empleada trabajadora y de confianza que lleva muchos años en el puesto, como les sucede a muchos empleados, Nina vive al día. No le llega para ahorrar ni un céntimo.
En cuanto Bridget convence a Nina de que se plantee participar en el plan para apropiarse de algo de dinero de la Reserva Federal, ambas buscan una tercera cómplice, una de las empleadas que transporta las carretas de billetes.
Finalmente, eligen a Jackie Truman, una muchacha joven, de espíritu libre que no necesita más argumentos para unirse a la trama. Las tres forman un equipo indivisible al darse cuenta de que cada una posee un elemento clave para conseguir todo el dinero que siempre habían soñado o necesitado… pero sólo si trabajan juntas.
Cuando Bridget lo descubre, se busca un trabajo en el Banco de la Reserva Federal de conserje, el único puesto para el que está cualificada. Allí conoce a Nina Brewster, una madre soltera y trabajadora que vive en los suburbios con sus dos niños.
Nina se pasa el día alimentando una trituradora con millones y millones de dinero viejo y deteriorado. A pesar de ser una empleada trabajadora y de confianza que lleva muchos años en el puesto, como les sucede a muchos empleados, Nina vive al día. No le llega para ahorrar ni un céntimo.
En cuanto Bridget convence a Nina de que se plantee participar en el plan para apropiarse de algo de dinero de la Reserva Federal, ambas buscan una tercera cómplice, una de las empleadas que transporta las carretas de billetes.
Finalmente, eligen a Jackie Truman, una muchacha joven, de espíritu libre que no necesita más argumentos para unirse a la trama. Las tres forman un equipo indivisible al darse cuenta de que cada una posee un elemento clave para conseguir todo el dinero que siempre habían soñado o necesitado… pero sólo si trabajan juntas.
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