Por Gundhramns Hammer
30 de agosto de 2013
El hombre es un gran inventor de parafernalia tecnológica pero a la vez es un absoluto idiota en la gestión total del planeta. Se ha adueñado injustamente de la Tierra y la maneja ecológicamente como un imbécil.
Los humanos (Homo insapiens) envenenan el agua, el aire y los suelos, taladran y revientan con explosivos la capa superficial de la Tierra, destruyen los bosques, matan y exterminan cientos de especies de animales y plantas diariamente... en fin, violan de arriba para abajo la Tierra que les sustenta.
Y para colmo de males la gente no está feliz ni sana, andan por allí con el colon hinchado lleno de mierda y el culo con gajos de almorranas.
Unos están deprimidos porque tienen demasiado y otros llorando porque el hambre los mata. Aquellos que tienen mucho, con su economía "segura", dicen que son "felices". Quítales el dinero a éstos y se pondran a llorar.
El agua, la fuente de la vida, es usada como medio de transporte para la mierda. Así, por ejemplo, por un lado, la mierda de la gente, los residuos residenciales o las llamadas aguas negras o urbanas, es vertida en los ríos por medio de cañerías. Por lo tanto, el agua resulta contaminada.
Si bien es cierto que en muchos países ya emplean tecnología para depurar las aguas negras, al final del ciclo las plantas depuradoras acaban con cientos de toneladas de lodo de mierda, lodo rico en metales pesados (cadmio, cinc, cobre, etc.) y otros elementos.
Está de moda utilizar este lodo de depuradora en cultivos cuyos productos luego llaman "ecológicos" pero de ecológicos no tienen ni mierda.
Si no existe ningún control de la cantidad de lodo que arrojan en el suelo de los cultivos, pronto acabará saturándose con metales pesados más allá del nivel permitido. Las plantas lo cogeran y depositarán en los frutos y granos y cereales y luego los consumirán y acabarán jodidos de salud.
Y por otro lado, luego la gente se queja de que no puede beber el agua, a no ser que sea filtrada y clorada. Y el cloro residual mellará tarde o temprano la salud de las personas que usan el agua clorada.
La gente que usa agua clorada corre un riesgo alto de contraer cáncer de vejiga, tener problemas de riñón, etc.
En la escuela enseñan a los niños que esto se llama "progreso", sin más explicación. Sólo les cuentan la cara bonita de este proceso. Fuck!!
Los humanos (Homo insapiens) envenenan el agua, el aire y los suelos, taladran y revientan con explosivos la capa superficial de la Tierra, destruyen los bosques, matan y exterminan cientos de especies de animales y plantas diariamente... en fin, violan de arriba para abajo la Tierra que les sustenta.
Y para colmo de males la gente no está feliz ni sana, andan por allí con el colon hinchado lleno de mierda y el culo con gajos de almorranas.
Unos están deprimidos porque tienen demasiado y otros llorando porque el hambre los mata. Aquellos que tienen mucho, con su economía "segura", dicen que son "felices". Quítales el dinero a éstos y se pondran a llorar.
El agua, la fuente de la vida, es usada como medio de transporte para la mierda. Así, por ejemplo, por un lado, la mierda de la gente, los residuos residenciales o las llamadas aguas negras o urbanas, es vertida en los ríos por medio de cañerías. Por lo tanto, el agua resulta contaminada.
Si bien es cierto que en muchos países ya emplean tecnología para depurar las aguas negras, al final del ciclo las plantas depuradoras acaban con cientos de toneladas de lodo de mierda, lodo rico en metales pesados (cadmio, cinc, cobre, etc.) y otros elementos.
Está de moda utilizar este lodo de depuradora en cultivos cuyos productos luego llaman "ecológicos" pero de ecológicos no tienen ni mierda.
Si no existe ningún control de la cantidad de lodo que arrojan en el suelo de los cultivos, pronto acabará saturándose con metales pesados más allá del nivel permitido. Las plantas lo cogeran y depositarán en los frutos y granos y cereales y luego los consumirán y acabarán jodidos de salud.
Y por otro lado, luego la gente se queja de que no puede beber el agua, a no ser que sea filtrada y clorada. Y el cloro residual mellará tarde o temprano la salud de las personas que usan el agua clorada.
La gente que usa agua clorada corre un riesgo alto de contraer cáncer de vejiga, tener problemas de riñón, etc.
En la escuela enseñan a los niños que esto se llama "progreso", sin más explicación. Sólo les cuentan la cara bonita de este proceso. Fuck!!
Es decir, progreso es primero contaminar las aguas de los ríos con la mierda y después hay que purificarla para beberla.
Primero el hombre jode lo que le sustenta y después se preocupa de arreglar lo que ya estaba arreglado.
Este ciclo vicioso de los humanos ha convertido la Tierra en un vertedero de mierda, el cual ya amenaza con tragárselos.
El "progreso" llega hasta las puertas de las viviendas de los Homo insapiens y las nuevas parafernalias entran invitadas o no y los humanos les dan la bienvenida gustosamente.
Todo lo que les "facilite su vida" es bienvenido, aunque en muchos casos lo que se supone les facilitaría la vida, los acaba jodiendo de salud o con el cerebro bien lavado hasta llegar a convertirse en auténticos zombies.
En este sentido, no es de extrañarse que cada día la gente demanda más electricidad para "progresar", para "modernizarse", para reventar la casa con aparatos electrónicos y demás mierdas que no necesitan.
El "progreso" implica que cada humano debe tener un televisor, un aparato lavacerebro totémico en la sala, para llenarse la cabeza de basura y volverse buenos consumidores de más mierdas que no necesitan.
Hay países como Panamá, donde los campesinos se las han ingeniado para comprar un televisor a plazos o comprada de una puta vez con las ganancias de la venta ilegal de las drogas.
Hay "cholos" y "chombos" panameños que viven en las montañas donde no hay electricidad pero aún allí tienen un televisor.
Utilizan baterías de coches para echar a andar su aparato, con lo cual necesitan llevar la batería donde alguien que tenga electricidad para que se la cargue cada semana o cada 15 días, dependiendo de lo que encienda la TV. No se pierden ningún culebrón colombiano o se divierten con las noticias de la tarde o para "ver el parte" de la noche, es decir ver copulaciones o simulaciones de copulaciones en la pantalla.
Por las carreteras o los caminos del interior de Panamá se pueden ver jóvenes llevando la batería de coche al hombro a pie o en una bicicleta. Van haciendo malabares y equilibrios de circo para no caerse de la bicicleta cuando se dirigen rumbo a la tienda para que les carguen la batería.
Algunas familias panameñas no tiene para comer pero sí para cargar la batería de la TV.
Progreso también implica que todo el mundo debe tener un ordenador para llenarse los sesos con paja, desinformación y pornografía, pues la ínternet está repleta (un 70%) de hipersexualidad aberrante.
En la campiña de los países en "vías de desarrollo", hay gente que no tiene para comer pero sí para las pilas de una radio portátil para poder escuchar música estridente o salsosa que los incitará a follar o para no perderse las noticias morbosas del día a día, etc.
Desde esta perspectiva, progreso es un sin fin de aparatos y cosas para "hacer la vida más amena" que acaba siendo no amena cuando las facturas de las deudas no amenas llegan a la casa hipotecada para vivir amenamente pero colgado de los bancos no amenos. La gente pelea cuando ven que su economía se va a pique al suelo.
Los humanos (Homo insapiens) son esclavizados por su propia voluntad y su misma esclavitud que parece que no es esclavitud los empuja aún más a ponerse más cadenas encima.
Entonces, con el consumismo de tanto idiota Homo insapiens sube la demanda. Y donde hay demanda, hay oferta.
Los empresarios tienen buen olfato para localizar donde están los buenos pastos para sus rebaños de humanos idiotizados por el tsunami de la modernidad.
Y luego los ciudadanos modernizados se quejan de su culo roto, su tripa con tumores malignos, su vida llena de preocupaciones, andan para arriba y para abajo como locos y a veces incluso dicen que ya no tiene donde ir para pasear, pues la naturaleza ha sido dañada o demasiado domesticada para los usos del mono parlante (Homo insapiens).
Primero el hombre jode lo que le sustenta y después se preocupa de arreglar lo que ya estaba arreglado.
Este ciclo vicioso de los humanos ha convertido la Tierra en un vertedero de mierda, el cual ya amenaza con tragárselos.
El "progreso" llega hasta las puertas de las viviendas de los Homo insapiens y las nuevas parafernalias entran invitadas o no y los humanos les dan la bienvenida gustosamente.
Todo lo que les "facilite su vida" es bienvenido, aunque en muchos casos lo que se supone les facilitaría la vida, los acaba jodiendo de salud o con el cerebro bien lavado hasta llegar a convertirse en auténticos zombies.
En este sentido, no es de extrañarse que cada día la gente demanda más electricidad para "progresar", para "modernizarse", para reventar la casa con aparatos electrónicos y demás mierdas que no necesitan.
El "progreso" implica que cada humano debe tener un televisor, un aparato lavacerebro totémico en la sala, para llenarse la cabeza de basura y volverse buenos consumidores de más mierdas que no necesitan.
Hay países como Panamá, donde los campesinos se las han ingeniado para comprar un televisor a plazos o comprada de una puta vez con las ganancias de la venta ilegal de las drogas.
Hay "cholos" y "chombos" panameños que viven en las montañas donde no hay electricidad pero aún allí tienen un televisor.
Utilizan baterías de coches para echar a andar su aparato, con lo cual necesitan llevar la batería donde alguien que tenga electricidad para que se la cargue cada semana o cada 15 días, dependiendo de lo que encienda la TV. No se pierden ningún culebrón colombiano o se divierten con las noticias de la tarde o para "ver el parte" de la noche, es decir ver copulaciones o simulaciones de copulaciones en la pantalla.
Por las carreteras o los caminos del interior de Panamá se pueden ver jóvenes llevando la batería de coche al hombro a pie o en una bicicleta. Van haciendo malabares y equilibrios de circo para no caerse de la bicicleta cuando se dirigen rumbo a la tienda para que les carguen la batería.
Algunas familias panameñas no tiene para comer pero sí para cargar la batería de la TV.
Progreso también implica que todo el mundo debe tener un ordenador para llenarse los sesos con paja, desinformación y pornografía, pues la ínternet está repleta (un 70%) de hipersexualidad aberrante.
En la campiña de los países en "vías de desarrollo", hay gente que no tiene para comer pero sí para las pilas de una radio portátil para poder escuchar música estridente o salsosa que los incitará a follar o para no perderse las noticias morbosas del día a día, etc.
Desde esta perspectiva, progreso es un sin fin de aparatos y cosas para "hacer la vida más amena" que acaba siendo no amena cuando las facturas de las deudas no amenas llegan a la casa hipotecada para vivir amenamente pero colgado de los bancos no amenos. La gente pelea cuando ven que su economía se va a pique al suelo.
Los humanos (Homo insapiens) son esclavizados por su propia voluntad y su misma esclavitud que parece que no es esclavitud los empuja aún más a ponerse más cadenas encima.
Entonces, con el consumismo de tanto idiota Homo insapiens sube la demanda. Y donde hay demanda, hay oferta.
Los empresarios tienen buen olfato para localizar donde están los buenos pastos para sus rebaños de humanos idiotizados por el tsunami de la modernidad.
Y luego los ciudadanos modernizados se quejan de su culo roto, su tripa con tumores malignos, su vida llena de preocupaciones, andan para arriba y para abajo como locos y a veces incluso dicen que ya no tiene donde ir para pasear, pues la naturaleza ha sido dañada o demasiado domesticada para los usos del mono parlante (Homo insapiens).
La siguiente noticia sobre la construcción de hidroeléctricas en Panamá fue publicada en Burica Press.
Este artículo es una ventana para ver cómo va el proceso de electrificación de los cojones y los chinastes (ovarios) de los panameños, en sus "vías de desarrollo".
Panamá ya lleva un buen rato persigueindo los pasos de los países ya "desarrollados", es decir los países ricos chupópteros y jodidos con los suelos radioactivos, llenos de pesticidas y desechos tóxicos que no saben dónde meter y una plétora de etcéteras, producto de un progreso desalmado que ha tenido puesta la vista sólo en las ganancias económicas de unos pocos desde que comenzó la gran "revolución industrial".
No hay duda que el progreso puede ser también beneficioso si se toma muy en cuenta la salud de la Biosfera. Cosa que pretende el supuesto "desarrollo sostenible", pero no deja de ser el mismo mico vestido con otro camisón de seda.
Pero ¿por qué decimos para electrificar los cojones y los chinastes de los panameños?
Porque una gran parte de la electricidad utilizada por los humanos dondequiera que se encuentren después de todo redunda y acaba en la cama, en frotamiento y difuminación de energía sexual.
Los aparatos genitales de estos monos desnudos (Homo insapiens) han sido "bendecidos" con la llegada de la electricidad: largas horas de la luz artificial en las ciudades para salir de noche a cazar una vagina o un pene, la TV para excitarse, dildos y una amplia gama de aparatos de alivio sexual, video juegos para cazar monstruos de manera electrónica para calmar la agonía sexual de los adolescentes, etc.
Pero tarde o temprano habrá un big bang en la cama o el coche. También bajo un árbol o entre las hierbas.
Por otra parte, la electrificación rural de las áreas de los países en "vías de desarrollo" trae consigo algunas ventajas y muchas desventajas.
Si la familia tiene dinero para pagar la factura eléctrica del mes, puede darse el lujo de cocinar con una estufa eléctrica.
La electrificación en este caso significa menor o no uso de leña para cocinar, menos árboles que talar, los cuales generalmente nunca reponen por holgazanería o porque los humanos se creen listillos y no vaya ser que sus vecinos se carguen sus parches de reforestaciónen que les ha costado tanto sudor del culo.
La "huevonería" de los hombres o falta de energía debido a su gasto sexual no les deja pensar en administrar bien una parcela de bosque, o no se les ocurre. Deberían buscar o plantar árboles que producen muchos chupones en un mismo tronco. Se cortan los maduros para leña para la cocina.
Hay granjas en Inglaterra donde la gente ya lleva varios siglos de aplicar este método de sacar leña (llamado en inglés coppicing) de ciertas especies de robles (Quercus spp.) para la calefacción en sus hogares. Pero ya estamos adentrándonos en permacultura, y lo vamos a dejar aquí.
Con la estufa eléctrica se acabaron los viajes a por leña para cocinar y entonces las amas de casa "ahorrarán tiempo" para otros quehaceres hogareños.
Pero el "tiempo ahorrado" lo gastará lavando otros aparatos eléctricos adquiridos (ej., licuadoras), posiblemente endeudándose.
La familia gastará más agua, "necesitarán" entonces un cagadero moderno (WC, vater), deberán tener servicio público de aguas negras, alguna ducha, champús para la ducha, etc., lo cual significará más trabajo para pagar las deudas contraídas con tu vecino usurero, la financiera local (lavanderías) o el banco... en fin, es una de no acabar. Y comienza la esclavitud que no parece esclavitud.
Si quieres o ya estás enganchado a la parafernalia moderna que "te ahorra tiempo", "te hace la vida fácil" y te hace trabajar como burrro" que no tienes tiempo para disfrutar todo lo que parece que tienes pero no tienes, entonces no te quejes tanto cuando las compañias lleguen a destruir tu rancho o casa porque están en el paso de un "proyecto de desarrollo".
Eso sí, si aún vives en la selva y tu grupo es autosuficiente, no necesitas la electricidad o no quieres caer en su trampa y no quieres saber nada del "mundo del hombre blanco", entonces quéjate mucho y pelea por la selva contra los proyectos ecocidas de las represas hidroeléctricas, algunos de los cuales sólo se construyen para lavar dinero sucio generado por el mercado negro de las drogas ilícitas. Pelea por la selva. Estás en todo tu derecho.
Dicen que el universo te da todo lo que pides y si pides lo que no debes pedir pero pides y utilizas lo que no deberías pedir te va a dar lo que has pedido pero no deberías pedir para no pedir que no pidan lo que no pides pero pides y te lo dan porque lo pides pero no pides porque pides pero pides y no deberías pedir lo que no debes pedir para no pedir que te pidan lo que no has pedido pero pides al final de cuentas lo que pides y acabas jodido por lo que has pedido pero no deberías haber pedido.
Lo que debes pedir es salir de tu esclavitud y simplificar tu vida para no pedir lo que no debes pedir.
De todas maneras, el artículo de Burica Press es importante para entender la problemática socio-económica de algunas comunidades indígenas en la región occidental de la República de Panamá. Lo reproducimos aquí para los interesados en la historia y geografía del Istmo:
Este artículo es una ventana para ver cómo va el proceso de electrificación de los cojones y los chinastes (ovarios) de los panameños, en sus "vías de desarrollo".
Panamá ya lleva un buen rato persigueindo los pasos de los países ya "desarrollados", es decir los países ricos chupópteros y jodidos con los suelos radioactivos, llenos de pesticidas y desechos tóxicos que no saben dónde meter y una plétora de etcéteras, producto de un progreso desalmado que ha tenido puesta la vista sólo en las ganancias económicas de unos pocos desde que comenzó la gran "revolución industrial".
No hay duda que el progreso puede ser también beneficioso si se toma muy en cuenta la salud de la Biosfera. Cosa que pretende el supuesto "desarrollo sostenible", pero no deja de ser el mismo mico vestido con otro camisón de seda.
Pero ¿por qué decimos para electrificar los cojones y los chinastes de los panameños?
Porque una gran parte de la electricidad utilizada por los humanos dondequiera que se encuentren después de todo redunda y acaba en la cama, en frotamiento y difuminación de energía sexual.
Los aparatos genitales de estos monos desnudos (Homo insapiens) han sido "bendecidos" con la llegada de la electricidad: largas horas de la luz artificial en las ciudades para salir de noche a cazar una vagina o un pene, la TV para excitarse, dildos y una amplia gama de aparatos de alivio sexual, video juegos para cazar monstruos de manera electrónica para calmar la agonía sexual de los adolescentes, etc.
Pero tarde o temprano habrá un big bang en la cama o el coche. También bajo un árbol o entre las hierbas.
Por otra parte, la electrificación rural de las áreas de los países en "vías de desarrollo" trae consigo algunas ventajas y muchas desventajas.
Si la familia tiene dinero para pagar la factura eléctrica del mes, puede darse el lujo de cocinar con una estufa eléctrica.
La electrificación en este caso significa menor o no uso de leña para cocinar, menos árboles que talar, los cuales generalmente nunca reponen por holgazanería o porque los humanos se creen listillos y no vaya ser que sus vecinos se carguen sus parches de reforestaciónen que les ha costado tanto sudor del culo.
La "huevonería" de los hombres o falta de energía debido a su gasto sexual no les deja pensar en administrar bien una parcela de bosque, o no se les ocurre. Deberían buscar o plantar árboles que producen muchos chupones en un mismo tronco. Se cortan los maduros para leña para la cocina.
Hay granjas en Inglaterra donde la gente ya lleva varios siglos de aplicar este método de sacar leña (llamado en inglés coppicing) de ciertas especies de robles (Quercus spp.) para la calefacción en sus hogares. Pero ya estamos adentrándonos en permacultura, y lo vamos a dejar aquí.
Con la estufa eléctrica se acabaron los viajes a por leña para cocinar y entonces las amas de casa "ahorrarán tiempo" para otros quehaceres hogareños.
Pero el "tiempo ahorrado" lo gastará lavando otros aparatos eléctricos adquiridos (ej., licuadoras), posiblemente endeudándose.
La familia gastará más agua, "necesitarán" entonces un cagadero moderno (WC, vater), deberán tener servicio público de aguas negras, alguna ducha, champús para la ducha, etc., lo cual significará más trabajo para pagar las deudas contraídas con tu vecino usurero, la financiera local (lavanderías) o el banco... en fin, es una de no acabar. Y comienza la esclavitud que no parece esclavitud.
Si quieres o ya estás enganchado a la parafernalia moderna que "te ahorra tiempo", "te hace la vida fácil" y te hace trabajar como burrro" que no tienes tiempo para disfrutar todo lo que parece que tienes pero no tienes, entonces no te quejes tanto cuando las compañias lleguen a destruir tu rancho o casa porque están en el paso de un "proyecto de desarrollo".
Eso sí, si aún vives en la selva y tu grupo es autosuficiente, no necesitas la electricidad o no quieres caer en su trampa y no quieres saber nada del "mundo del hombre blanco", entonces quéjate mucho y pelea por la selva contra los proyectos ecocidas de las represas hidroeléctricas, algunos de los cuales sólo se construyen para lavar dinero sucio generado por el mercado negro de las drogas ilícitas. Pelea por la selva. Estás en todo tu derecho.
Dicen que el universo te da todo lo que pides y si pides lo que no debes pedir pero pides y utilizas lo que no deberías pedir te va a dar lo que has pedido pero no deberías pedir para no pedir que no pidan lo que no pides pero pides y te lo dan porque lo pides pero no pides porque pides pero pides y no deberías pedir lo que no debes pedir para no pedir que te pidan lo que no has pedido pero pides al final de cuentas lo que pides y acabas jodido por lo que has pedido pero no deberías haber pedido.
Lo que debes pedir es salir de tu esclavitud y simplificar tu vida para no pedir lo que no debes pedir.
De todas maneras, el artículo de Burica Press es importante para entender la problemática socio-económica de algunas comunidades indígenas en la región occidental de la República de Panamá. Lo reproducimos aquí para los interesados en la historia y geografía del Istmo:
63 proyectos hidroeléctricos en la Provincia de Chiriquí
Publicado el mayo 25, 2010 por
BPP
Hidroeléctricas
Ríos de Chiriquí con 63 proyectos
Ambientalistas alertan sobre la explotación, por la construcción de hidroeléctricas, de los ríos de Chiriquí. De los 63 proyectos, 17 ya se encuentran en obras.Por Leonardo Flores
UNIDAD DE INVESTIGACIÓN
lflores@prensa.com
De acuerdo con un informe de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos
(Asep), en los ríos de la provincia de Chiriquí se levantarán 63 proyectos
hidroeléctricos. De ese total, 17 ya están en construcción, otros 11 están en la
fase de diseño final, y los restantes 35 esperan su aprobación.
La cantidad de proyectos en solo cuatro cuencas de esa provincia –río
Chiriquí Viejo, Chiriquí, Chico y Tabasará– generó la alarma de grupos
ambientalistas y residentes de la zona.
Por ejemplo, en los próximos cuatro años el río Chiriquí Viejo –que nace en
las faldas del volcán Barú y tiene una extensión de 161 kilómetros– tendrá sobre
su cauce 24 proyectos hidroeléctricos. Un estudio del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID) elaborado en 2008 determinó que el 98% del agua que corre por
ese río fue concesionada para el uso de hidroeléctricas. Solo el 2% quedará
libre para otros usos.
La sobreexplotación de los ríos ya comenzó a afectar el medio ambiente:
contaminación de las aguas con restos de cemento, y la remoción de la capa
vegetal, de arena y de piedra que provoca la erosión y la sedimentación, son
algunos de los daños que ya se perciben, según grupos ambientalistas.
El hecho fue constatado en un viaje de dos días que realizó este diario por
el área.
La Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), por su parte, no encontró reparos
en aprobar los estudios de impacto ambiental de los proyectos.
En el río Chiriquí Viejo, el 98% de las aguas ha sido concesionadO para el
uso de hidroeléctricas, según un estudio del BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO
realizado en 2008
Hidroeléctricas: 63 proyectos en cuatro cuencas
Se estima que en la provincia de Chiriquí se realizarán 63 proyectos
hidroeléctricos en los próximos años. 28 proyectos ya se están en construcción y
diseño final. En algunas regiones ya se empiezan a sentir los efectos por la
desviación de los cauces de los ríos a través de túneles o canales, la
construcción de las represas y los sitios de embalse.
PROYECTO Prudencia. Los daños más evidentes son la remoción de capa vegetal y la tala de árboles. La erosión, sedimentación y contaminación de las aguas con cemento se nota corriente abajo. LA PRENSA/ Eric Batista |
A pesar de que la generación de energía hídrica es considerada como una de
las producciones menos contaminantes, en la provincia de Chiriquí la
sobreexplotación de los ríos por la construcción de hidroeléctricas comienza a
generar efectos negativos en los ecosistemas, en la producción agrícola y en la
calidad de vida de los habitantes.
Los problemas que está generando el auge hidroeléctrico son similares en los
17 lugares donde ya se empezaron a desviar los cauces de los ríos a través de
túneles o canales, a construir represas y a preparar sitios de embalse.
Otros 11 proyectos se encuentran en la fase de diseño final.
Y aunque las consecuencias ya son significativas sobre las cuatros cuencas
hidrográficas de la provincia de Chiriquí –que alimentan los ríos Chiriquí
Viejo, Chico, Chiriquí y Tasabará–, otras 35 concesiones esperan el aval de la
Autoridad Nacional de Ambiente (Anam) y de la Autoridad Nacional de los
Servicios Públicos (Asep).
En total, serán 63 los proyectos que se instalarán en la provincia de
Chiriquí en los próximos años.
El perjuicio por la construcción de los proyectos no solo se reduce al
impacto ambiental que dejarán estas obras y su posterior funcionamiento. A
futuro, tanto ambientalistas como moradores del área vislumbran una batalla por
el uso del agua y el acceso a los ríos. Ya hay un precedente.
La ambientalista Yaritza Espinosa, de Colibrí-Asociación Ambientalista de
Panamá, recordó que la empresa Saltos de Francoli –promotora del proyecto Los
Planetas I– negó al Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales parte
del uso del agua para la planta potabilizadora de Los Algarrobos, que provee de
agua potable al distrito de David, la capital de la provincia de Chiriquí.
En Cerro Punta, los agricultores son los más preocupados por el uso del agua
de los ríos. A Virgilio Saldaña, vocero de los productores, le inquieta el hecho
de que las hidroeléctricas tengan en la zona de sus proyectos el derecho al uso
del 90% del agua del río para incluir en su construcción, y solo tengan la
obligación de dejar un 10% para otros usos.
Pero el problema no solo se limita al uso del agua, sino además a las riberas
de los ríos: a raíz de la construcción de las infraestructuras para la
generación de energía, familias enteras han tenido que abandonar sus viviendas,
que han ocupado por generaciones. Además, se han registrado cambios en los
patrones de subsistencia, como la caza y la pesca, por la tala y la
inaccesibilidad a los ríos.
Una de las zonas más afectadas por estas construcciones es la cuenca del río
Chiriquí Viejo. Sus cristalinas aguas, que nacen en las faldas del volcán Barú,
se han convertido en las más codiciadas del país. No por la pureza y frescura
del líquido, sino porque a lo largo de sus 161 kilómetros se instalarán cerca de
24 hidroeléctricas. En otras palabras: a lo largo del río habrá un proyecto cada
6.7 kilómetros.
La mayor preocupación, a pesar de los cambios en las costas, radica en el uso
del agua. La mirada de los detractores de las obras, sobre todo los de Cerro
Punta, está puesta en los resultados de un estudio realizado en octubre de 2008
por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Anam.
En el informe se determinó que el 98% del agua que corre anualmente por el
río Chiriquí Viejo fue concesionada para el uso de hidroeléctricas, y el otro 2%
para uso agrícola, turístico, doméstico, industrial y de consumo humano, entre
otros.
El resultado cayó como un balde de agua fría a los miembros de la Fundación
para el Desarrollo Integral del Corregimiento del Cerro Punta (Fundiccep), que
preside Ángel Aguirre Sánchez.
Los ambientalistas aseguran que se concedió el agua de los ríos a su máxima
capacidad, sin considerar los otros usos y la demanda futura.
El organismo internacional, que pagó el estudio, también financió ciertos
proyectos hidroeléctricos. Se trata de los proyectos de Pando y Monte Lirio,
para los cuales el BID desembolsó en concepto de préstamo 40 millones de
dólares.
Por otro lado, los miembros de Fundiccep denunciaron que el actual director
de Gestión de Cuencas Hidrográficas de la Anam, Silvano Vergara, realizó –antes
de asumir su cargo– estudios de impacto ambiental para proyectos
hidroeléctricos. El funcionario negó cualquier conflicto de interés.
DAÑO ECOLÓGICO
Más allá de la lucha por el uso del agua, los efectos ambientales ya se notan
en la zona. Eso se pudo constatar durante un viaje de dos días que realizó este
diario (por aire y por tierra) por los diferentes proyectos que se ejecutan en
la provincia de Chiriquí.
Para la construcción de la línea de trasmisión del Proyecto Hidroeléctrico
Bajo Mina y Baitún, datos extraoficiales que logró recabar Fundiccep revelan que
se han talado cerca de 2 mil 600 árboles. La cantidad de árboles cortados no se
justifica para el tamaño de la torre donde será colocado el tendido eléctrico,
aseguró la organización ambientalista.
La tala de estos árboles también ha tenido consecuencia directa sobre
pequeños afluentes que abastecen de agua al río Chiriquí Viejo. Fundiceep mostró
–con imágenes tomadas a lo largo de los años– cómo un ojo de agua se está
secando debido a la poca retención de líquido por la pérdida de la cubierta
vegetal.
“Aquí no se ha pensado en garantizar el agua para un sistema de riego o para
el crecimiento demográfico, que está impactado por el aumento de los residentes
extranjeros. No se pensó en una fuente alterna”, aseguró el ambientalista David
Samudio, activista de Fundiccep.
El problema en este cauce se agrava por la contaminación de las aguas con
restos de cemento que son vertidos al cauce del río durante la construcción de
los muros de la represa y los túneles; la remoción de la capa vegetal, de arena
y de piedra que provoca la erosión y la sedimentación.
DISPUTA LEGAL
Pero las acciones en contra de los proyectos hidroeléctricos no solo
provienen de los grupos ambientalistas. Los residentes del área de Volcán
denunciaron ante el Consejo Nacional de Transparencia contra la Corrupción, que
el funcionario de la oficina del Cuerpo de Bomberos de Bugaba que firmó el plano
del proyecto Paso Ancho (ubicado entre Cerro Punta y Volcán) no tiene
idoneidad.
Como prueba presentaron una certificación que expidió la Junta Técnica de
Ingenieros y Arquitectos, el pasado 9 de marzo, en la que se hace constar que el
señor Neri Saldaña, funcionario que firmó los planos, no está registrado en los
libros de esa organización.
A pesar de los escritos enviados al BID por los ambientalistas y vecinos, y
las quejas presentadas ante la Anam y la Asep, los proyectos que se construyen
en el cauce del río Chiriquí Viejo continúan viento en popa.
PUEBLO PARTIDO EN DOS
Sitio Lázaro es un poblado ubicado a 20 kilómetros de David, en la ribera del
río Chico. Hace dos meses quedó dividido en dos. La construcción de un canal que
desvía el 90% de las aguas del río Chico a las turbinas del proyecto
hidroeléctrico Pedregalito fracturó a la comunidad en la que residen cerca de 75
familias. Incluso, bloqueó el acueducto del pueblo.
Pero las consecuencias por la construcción de este proyecto no solo tienen
efectos directos sobre el pueblo de Sitio Lázaro. Los caminos que eran paso
obligado para llegar a la vía Interamericana de las comunidades de Varital y
Mata Gorda fueron cerrados. Los pocos caminos que quedan abiertos son
intransitables, debido al mal estado en que los dejaron los camiones y el equipo
pesado que saca material del río para la obra.
El rosario de quejas que los moradores de estos lugares han presentado a las
diferentes instituciones, entre ellas al Sistema Nacional de Protección Civil,
no han tenido respuesta. La losa que protege las bases del puente sobre el río
Chico, que fue reconstruida hace pocos meses, está quebrada. Los moradores lo
atribuyen a las crecidas del río que han socavado alrededor de tres metros las
columnas de ambos puentes, debido a las excavaciones realizadas aguas abajo,
donde está el proyecto Pedregalito y Pedregalito II.
¿PLAGIO DE EIA?
Los estudios de impacto ambiental que se han presentado ante la Anam para
varios proyectos, tienen sospechosas coincidencias. Y no solo en el aspecto
técnico y ambiental, sino también en la descripción de los proyectos.
Este diario revisó cerca de 25 estudios y las consecuencias ambientales, así
como la valorización de los efectos de las construcciones, eran prácticamente
los mismos en varios documentos de diferentes proyectos.
Por ejemplo, en los documentos del estudio de impacto ambiental del proyecto
final de la hidroeléctrica Pedregalito, se hace mención a los criterios del
proyecto Hidroeléctrico Concepción, ubicado en otra área.
En los documentos también se puede comprobar que en el estudio de impacto
ambiental del proyecto hidroeléctrico Pedregalito, se incluyeron datos sobre la
entrega de becas a estudiantes de escuelas que estaban en Gualaca, una comunidad
situada a 40 kilómetros del proyecto.
Una situación similar se presentó con el estudio de impacto ambiental del
proyecto San Andrés II, que se proyecta construir sobre el río Gariché.
El dirigente comunitario y ambientalista Javier Grajales encontró que dicho
estudio era similar al del proyecto hidroeléctrico de Gualaquita, en Gualaca, y
el de Macho de Monte, en Bugaba.
Entre las “curiosidades” encontradas en los estudios está que pusieron la
misma producción de energía del proyecto de Gualaquita, que es de 4 megavatios,
en el estudio del proyecto Macho de Monte, cuando en realidad la producción de
este último es de 10 megavatios.
Aunque los moradores manifestaron que no hay fiscalización de parte de la
Anam, el director de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas, Silvano
Vergara, aseguró que “a todos los proyectos se les da seguimiento a través de la
Dirección de Protección Ambiental”.
Vergara, el mismo que antes de ocupar un puesto en la Anam confeccionaba
estudios ambientales para las empresas, aseguró que la utilización del agua para
consumo humano es prioritaria, por lo que si en algún momento llega a faltar,
los proyectos hidroeléctricos la deben ceder.
Detrás de los daños ecológicos, las prioridades energéticas del país y la
sobreexplotación de los ríos más importantes de Chiriquí se esconde una historia
de contratos directos, política y escasos controles.
¿Quiénes son los dueños de los proyectos? ¿Cuánto pagaron por el derecho de
llave? Dicho de otro modo: ¿quiénes son los dueños del agua?
Auditarán proyectos hidroeléctricos
El administrador de la Autoridad Nacional del Ambiente, Javier Arias, anunció
ayer que realizará una auditoría a los proyectos hidroeléctricos de Chiriquí
para determinar si están cumpliendo con el plan de manejo ambiental. El anuncio
se da en medio de la petición de ambientalistas para que se realice un estudio
acumulativo para conocer el efecto de todos los proyectos.
POLÉMICA POR LA SOBREEXPLOTACIÓN DE LOS RECURSOS HíDRICOS EN LA PROVINCIA DE
CHIRIQUÍ
Exigen estudio acumulativo
La Autoridad Nacional del Ambiente aprobó, a partir de 2006, los estudios de
impacto ambiental de los proyectos hidroeléctricos sin contar con un estudio
acumulativo de todos los proyectos. El administrador de esa institución, Javier
Arias, confirmó que la entidad que preside hará una revisión de todos los
proyectos hidroeléctricos aprobados.
Proyecto Bajo de Mina. La tala de árboles y la remoción de piedra y arena son algunos de los daños causados al medio ambiente. LA PRENSA/ Eric Batista |
La construcción de los proyectos hidroeléctricos en la provincia de Chiriquí
marcha viento en popa. Sin embargo, nadie sabe a ciencia cierta cuáles serán los
efectos negativos, a nivel macro, que causarán estos proyectos sobre los ríos de
la región.
La razón: no existe un estudio de impacto ambiental acumulativo que determine
el daño ecológico de todos los proyectos sobre las cuatro cuencas hidrográficas
de la provincia de Chiriquí. Por el momento solo se mide el impacto ambiental
que causará individualmente cada proyecto, en determinada área. Pero aún, por
ejemplo, se desconoce cuál será el daño acumulativo sobre el río Chiriquí Viejo
si se llegaran a concretar los 24 proyectos destinados a esa zona.
En total son 63 los proyectos hidroeléctricos que se pretenden construir en
la provincia de Chiriquí, de los cuales 17 ya están en construcción y otros 11,
en la etapa de diseño final. El resto –35– espera el visto bueno de la Autoridad
Nacional de los Servicios Públicos (Asep) y de la Autoridad Nacional del
Ambiente (Anam).
La falta de un estudio integral que establezca los efectos en materia
ambiental de las construcciones en la región se convirtió en uno de los reclamos
de los grupos ambientalistas.
Para la directora ejecutiva de la Asociación Nacional para la Conservación de
la Naturaleza (Ancon), Alida Spadafora, “es evidente que no ha existido una
planificación regional” para los proyectos hidroeléctricos que se han aprobados
y los que están en trámite para ser construidos en Chiriquí. Además –añadió–
cada proyecto ha sido evaluado de forma aislada sin considerar los impactos
acumulativos que se registrarán sobre la zona.
“Ancon apoya y promueve las energías renovables. Sin embargo, cuestionamos el
hecho de que se abuse del ambiente, de la gente y de la propia capacidad de las
cuencas”, dijo.
Durante sus investigaciones, los miembros de Ancon también identificaron
algunas “coincidencias” en la redacción de los estudios de impacto ambiental de
distintos proyectos, tal cual lo denunciaron algunos habitantes de Chiriquí.
Por su parte, la directora ejecutiva del Centro de Incidencia Ambiental
(Ciam), Raisa Banfield, también cuestionó que no haya una planificación y
gestión del recurso, lo que está llevando –según su opinión– al colapso de los
ríos más importantes del oriente del país bajo la falsa ilusión de una
generación energética más barata.
“Falsa, porque esta [la energía más barata] no será posible mientras la
referencia para el establecimiento de los precios sea la generación térmica”,
dijo.
Según Banfield, la generación de energía hídrica y de termoeléctricas, entre
los proyectos aprobados y en construcción, alcanzará los3 mil 521 megavatios, el
triple de lo que actualmente consume el país.
“¿Toda esta generación está planificada para qué tiempo? ¿Para quiénes? ¿A
qué ritmo de crecimiento estimado? ¿Existen evaluaciones ambientales
estratégicas como lo determina la ley, para ver el impacto sumado de cada uno de
los proyectos que se desarrollan?”, se preguntó Banfield.
Estas son los mismas interrogantes que se plantearon grupos ambientalistas
del área de Cerro Punta, quienes ya han empezado a sentir los efectos negativos
por las construcciones que se levantan en los ríos de la zona.
REALIZARÁN AUDITORÍA
El administrador de la Anam, Javier Arias, anunció ayer que hará una
auditoría de todos los proyectos hidroeléctricos que se construyen en la
provincia de Chiriquí para determinar si están cumpliendo con el plan de manejo
ambiental.
Para ello, informó que aumentará el personal que se encarga de hacer las
auditorías ambientales, para lo que solicitó un crédito extraordinario al
Ministerio de Economía y Finanzas.
Según Arias, el problema es que “ no existe una base de datos para poder
establecer, de acuerdo al impacto ambiental acumulativo, qué proyectos deben ser
o no aprobados”.
“Estamos lanzando una licitación para hacer un estudio hidrológico sobre el
nivel de las cuencas y hasta dónde se pueden sostener”, agregó el
funcionario.
En tanto, el director de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas de la
Anam, Silvano Vergara, anunció que ya no se aprobarán más proyectos
hidroeléctricos sobre cuenca del río Chiriquí Viejo.
ASEP DEFIENDE HIDROELÉCTRICAS
El administrador de la Autoridad Nacional de los Servicios Públicos (Asep),
Denis Moreno, salió ayer en defensa de los proyectos hidroeléctricos que se
construyen en el país. Según Moreno, dichos proyectos respetan a las
comunidades, al medio ambiente y generan empleos desde su construcción hasta su
fase final.
“Esta actividad se traduce en crecimiento económico, tanto en las zonas donde
se construyen las hidroeléctricas como en las ciudades donde se levantan centros
comerciales que requieren de energía, como la que requerirá el Metro, sistema de
transporte masivo que mejorará la vida de todos los panameños”, detalló el
funcionario mediante un comunicado de prensa.
Las declaraciones de Moreno se dan como respuesta a las críticas de grupos
ambientalistas y habitantes de Chiriquí a raíz de la gran cantidad de proyectos
que se aprobaron en esa provincia y que están afectando al medio ambiente.
Frente a las quejas por el uso del 90% de las aguas de los ríos para los
proyectos hidroeléctricos y el 10% restante para otros fines, Moreno aclaró que
la prioridad la tiene el uso del agua destinada para consumo humano.
A nivel nacional existen 19 proyectos hidroeléctricos en construcción, 14 en
diseño final y 52 en trámite, según la Asep.
Fuente: Burica Press
http://burica.wordpress.com/2010/05/25/63-proyectos-hidroelectricos-en-la-provincia-de-chiriqui/
Referencias
Manibog F., Dominguez R. & Wegner S. (2003). Power for Development: A Review of the World Bank Group´s Experience with Private Participation in the Electricity Sector. The World Bank, Washington, D.C., USA. 132 p.
Sioshani F. P. & Pfaffenberger W. (Eds.) (2006). Electricity Market Reform: An International Perspective. Elsevier Ltd., Kidlington, Oxford, UK. 656 p.
The World Bank (2008). The Welfare Impact of Rural Electrification: A Reassessment of the Costs and Benefits. An IEG Impact Evaluation, The World Bank, Washington, D.C., USA. 154 p.
Referencias
Manibog F., Dominguez R. & Wegner S. (2003). Power for Development: A Review of the World Bank Group´s Experience with Private Participation in the Electricity Sector. The World Bank, Washington, D.C., USA. 132 p.
Sioshani F. P. & Pfaffenberger W. (Eds.) (2006). Electricity Market Reform: An International Perspective. Elsevier Ltd., Kidlington, Oxford, UK. 656 p.
The World Bank (2008). The Welfare Impact of Rural Electrification: A Reassessment of the Costs and Benefits. An IEG Impact Evaluation, The World Bank, Washington, D.C., USA. 154 p.
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