Fuente: diariouno.com.ar. |
Por Gundhramns Hammer
28 de octubre de 2014
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Los hilos son muy largos. Pocas veces son deshilados hasta el fondo. Siempre quedan una hebras sueltas para volver a montar el hilado por quienes están metidos en esta hilandería que nada tiene que ver ni con hilados ni con hilanderías en el monstruoso ovillo de la globalizada economía donde se tejen complicadas telas con hebras de todos los colores sin ser hilanderías pero son hiladas e hilvanadas de maneras complicadas en un complejo laberinto para que nadie las descubra ni persiga aunque están en plena luz del día hasta que un día alguna sufre una caída.
La gente come y traga y no se entera de que lo que han comido y tragado podría perfectamente haber sido dragado de las profundidades del saco hilado por el crimen organizado.
Lo digan o no lo digan, el crimen organizado es parte del complejo ovillo del mundo del comercio globalizado.
En alguna parte del trayecto de los hilos - hilados de la economía globalizada para que la gente tenga lo que quiere tener donde y cuando lo quiere tener aunque no lo necesita tener - se han tocado y bailado al son de la melodía de la rumba del dinero que encanta y desencanta a todo aquel que sufra de ardor y picor por tener lo que nunca se puede tener para siempre en esta vida.
Hay veces que donde se han tocado arriba y abajo los hilos del ovillo de la economía globalizada, dulces cosas pueden florecer o aparecer en manos de adeptos hilanderos que aparentan ser panaderos de una buena panadería que en el fondo es una lavandería donde no se lavan ni platos ni tenedores ni cuchillos sólo plata sucia que nada tiene que ver con lo que aparenta durante la noche y el día.
Hace poco ocurrió el caso de una panadería que vendía panes y otras deliciosas comestibles mercancías que hacía feliz a toda la clientela que allí a comprar se metía.
Pero todo el mundo sabe que vendiendo pan, flautas y pasteles nadie se hace rico aunque trabaje como burro todos los días. Sólo da para pasar el día.
Pero lavando cierta materia prima escondida entre la harina y la mercancía la cosa cambia al son de otra melodía.
Y fue así como unos bandoleros en Argentina habían montado una panadería para disfrazar su sucia lavandería.
Hasta que un día se acabó su negocio de panadería y fueron descubiertos y atrapados con las manos en su propia harina que nada tenía que ver con su negocio del día.
Se derrumbó su negocio de panadería y lavandería.
¡Los muy cabrones se había montado nada menos que una narco-lavandería!
Fuck!
Los pícaros "panaderos" fueron horneados con su propia narco-harina y hasta aquí llegó su secuencia de la globalizada hilandería (Video 1).
Video 1. Desbaratan una narco-panadería en Argentina. Uploader: c5n.
Pero en algún lugar del mundo de este mundo patas arriba no lo dudéis que a alguien esta mañana ya ha despertado de sus pesadillas nocturnas, pensando en el mañana y con la idea de otra aventura de lavandería para que todos los caprichosos humanos tengan ropa limpia para usar y tirar a destajo en un planeta de recursos finitos, esclavizados por el maniático consumismo que los consumirá si no ponen atención a lo que de verdad deben atender para que les quede a los demás que aún están por nacer, si entendiesen lo que deberían entender.
Humanos zombizados, robotizados y narcotizados
El planeta Tierra y su milagrosa Biosfera nos cobija magnéticamente del hostil espacio exterior infinito y no la cuidamos, verdaderamente es todo lo que tenemos.
Efímeras son nuestras vidas y lo que tenemos no lo tenemos. Es sólo prestado. Por la Tierra.
La Tierra es todo lo que tenemos. Al fin y al cabo al arribar al cabo de nuestras vidas, nada más.
Narcos o no narcos, por doquier la gran mayoría de humanos van por allí zombizados, robotizados y narcotizados por un sistema chupóptero obsoleto rumbo a ser horneados.
El pan de la extinción es largo. Está lleno de fósiles.
Los humanos... ¿Despertarán, se hornearán ellos mismos o serán horneados por las fuerzas naturales que no perdonan a nadie?
Ser o no ser horneados es parte del gran dilema.
En fin... pin pan, pin pan... el horno espera.
Dicen que como una panadería es la vida.
¿Estás amasando o te están amasando? ¿Los dos? ¿Ninguno?
¿Estás amasando o te están amasando? ¿Los dos? ¿Ninguno?
La Tierra continúa rotando. Seguimos saqueándola.
Sin embargo, su horno sigue dándonos pan.
¿Hasta cuándo?
¿Hasta cuándo?
See you later alligators!
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