Activistas y autoridades se lanzan a la campaña para evitar el maltrato a las especies en Ecuador. Fuente: La Hora Nacional. |
Fuente del texto: RescateAnimalGE via YouTube
La protección de los animales ya es un asunto de interés público, de ética y de
responsabilidad social y está vinculado a los objetivos que persigue el Plan del
Buen Vivir y a los preceptos constitucionales que promueven los Derechos de la
Naturaleza donde se incluyen a los animales.
Esta situación debe reflejarse en la legislación ecuatoriana de manera urgente y prioritaria, ya que además conlleva implícita la base de un tema de violencia social, misma que debe ser regulada por el Estado de manera inmediata tipificando por ejemplo el maltrato a los animales como un delito grave dentro del Código Integral Penal. La integralidad de dicho cuerpo legal implica que se regularán todos aquellos aspectos emergentes para la sociedad, penando aquellas conductas que constituyen un delito y conllevan una pena privativa de libertad.
Resulta incomprensible que pese a todos los avances que se han obtenido en la legislación ecuatoriana en cuanto a respeto a la naturaleza y a la vida, se siga tomando el tema de protección animal tan a la ligera y con tan leves antecedentes normativos que implican sanciones irrisorias, más aún tomando en cuenta su vinculación directa con la violencia social según varios estudios realizados.
Mientras más casos de maltrato animal y humano se reporten y cuanto antes la sociedad y las autoridades involucradas en la toma de decisiones puedan intervenir para romper los ciclos de violencia, mayor será el factor de éxito en la búsqueda de una cultura de paz. Normar el maltrato animal y tipificarlo como un delito grave es una tarea prioritaria teniendo en cuenta que los mecanismos de prevención se basan en la tipificación de conductas no aceptadas socialemnte; entonces la sociedad empieza a reconocer que existen sanciones frente a la misma y evitará incurrir en ella.
Los estudios demuestran que muchos de los niños que maltratan a los animales sufren algún tipo de maltrato en sus hogares. Entender por qué los niños pueden abusar de los animales es la clave para aplicar estrategias de intervención adecuadas. Es sabido que el abuso suele ser cíclico y que la única manera de detener el ciclo es la intervención, lo que implica regular, educar y sancionar, lo que ayuda a evitar conductas que promueven otros tipos de violencia.
Esta situación debe reflejarse en la legislación ecuatoriana de manera urgente y prioritaria, ya que además conlleva implícita la base de un tema de violencia social, misma que debe ser regulada por el Estado de manera inmediata tipificando por ejemplo el maltrato a los animales como un delito grave dentro del Código Integral Penal. La integralidad de dicho cuerpo legal implica que se regularán todos aquellos aspectos emergentes para la sociedad, penando aquellas conductas que constituyen un delito y conllevan una pena privativa de libertad.
Resulta incomprensible que pese a todos los avances que se han obtenido en la legislación ecuatoriana en cuanto a respeto a la naturaleza y a la vida, se siga tomando el tema de protección animal tan a la ligera y con tan leves antecedentes normativos que implican sanciones irrisorias, más aún tomando en cuenta su vinculación directa con la violencia social según varios estudios realizados.
Mientras más casos de maltrato animal y humano se reporten y cuanto antes la sociedad y las autoridades involucradas en la toma de decisiones puedan intervenir para romper los ciclos de violencia, mayor será el factor de éxito en la búsqueda de una cultura de paz. Normar el maltrato animal y tipificarlo como un delito grave es una tarea prioritaria teniendo en cuenta que los mecanismos de prevención se basan en la tipificación de conductas no aceptadas socialemnte; entonces la sociedad empieza a reconocer que existen sanciones frente a la misma y evitará incurrir en ella.
Los estudios demuestran que muchos de los niños que maltratan a los animales sufren algún tipo de maltrato en sus hogares. Entender por qué los niños pueden abusar de los animales es la clave para aplicar estrategias de intervención adecuadas. Es sabido que el abuso suele ser cíclico y que la única manera de detener el ciclo es la intervención, lo que implica regular, educar y sancionar, lo que ayuda a evitar conductas que promueven otros tipos de violencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario