EL CULTO DE LA SANGRE: LOS H-Cs Y LOS H-Fs

Por Salvatore Scimino
17 de julio de 2013
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Fuente: Marler Blog.

Los humanos que han adoptado la dieta basada en vegetales y sus derivados de por vida son verdaderamente admirables. 

Entre ellos hay gente maravillosa, así como también hay unos cuantos maniáticos y locos de ambos sexos y alguno que otro sinvergüenza que se hace pasar por interesante para acercarse a las mujeres y levantarles las faldas. 

Dejando de lado la parafernalia que ellos han inventado para clasificarse a sí mismos, dependiendo de si comen huevos o lácteos,  los humanos fitófagos son admirables porque se han atrevido a mirar más allá y salirse, al menos en cuestiones de dieta, de la jaula en la que aún están metidos el resto de humanos carnívoros, un hábito que procede del Periodo Pleistoceno o quién sabe cuándo.

La cadena que encadena a los Homo insapiens carnívoros, incluyendo a aquellos médicos que tienen el culo reventado de almorranas y que dan consejos a los demás y no los aplican a ellos mismos, es colocada al nomás nacer y luego el amante de sangre repetirá como loro robotizado la parafernalia y verborrea de esta cultura de vampiros. Serán prisioneros del culto de la sangre. Adictos a la sangre. Enviciados con la carne.

En cierta manera, con tanto humano en el planeta, de seguir el modelo obsoleto del capitalismo las naciones desesperadas por alcanzar las cumbres de los países ricos (los jodepobres), si lo logran, no quedará pan para nadie, aunque digan todo lo contrario los científicos corporativos matamonos y mataratas, pues los recursos del planeta son finitos. 

Ah, si… dice un listillo, los vamos a sacar (los recursos) de la Luna y otros planetas. Cosas que ya se las han repartido las multinacionales, esas estructuras montadas por los tacaños y avariciosos accionistas para venderte pan con mierda y agua con residuos de insecticidas, herbicidas, hormonas y un sinfín de mierda sobre mierda a las masas de robotizada gente. 

Por lo tanto, en cuanto a lo “sostenible”, los humanos fitófagos ya llevan la delantera a los humanos carnívoros, pues cada kg de carne es un pozo sin fondo de recursos necesarios para su producción, aparte de los inmensos montones de mierda que los granjeros ya no saben dónde meter. 

Ahora bien, si los humanos fitófagos se ponen a fornicar y reproducirse como los conejos en Australia, sin ningún depredador a la vista, excepto aquellos pocos caníbales humanos que de vez en cuando secuestran un niño para sus ritos y festines macabros, también corren el peligro de quedarse sin pan en la Tierra también. No hay para tantos. 

Todo debe hacerse con medida. 

Pero ¿quién putas le puede poner la medida a este imbécil mono desnudo bípedo que se llama a sí mismo Homo sapiens?

Sólo la Naturaleza puede hacerlo. 

O ¿lo harán ellos mismos? 

Tanto los humanos carnívoros (H-Cs) como los fitófagos (H-Fs) están haciendo todo lo posible por pasarse de la medida, para llegar cuanto antes a la tumba, matando a la Biosfera de una u otra forma. 

Si eres un ejemplar homínido hechizado por el olor y el sabor de la sangre, ¿tienes miedo de quedarte sin fuerzas después de la sangre? 

No te lo tomes tan a pecho. Al menos ten los cojones o chinastes (ovarios) de admitir que estás programado desde la niñez para alimentarte de sangre. Tienes miedo de soltar tu rama untada de mierda con sangre. 

Y ¿qué hay más allá de la sangre? Vida sana. Hay vida después del culto de la sangre.

Si crees el cuento que sólo la carne te da fuerzas para frotar tus genitales como loco en la cama con alguien o solo y soltar lava blanca o amarilla, estás totalmente equivocado. 

Los  H-Fs también pisan (copulan) tanto como los H-Cs, los garbanzos y las lentejas son tan efectivos como la carne para estos quehaceres placenteros y/o reproductores.

Y además, los H-Fs no necesitan joder y acabar con los atunes y otros peces que están en peligro de extinción en los océanos.

Los H-Fs ya tienen sus semillas de Chia (Salvia hispanica) para su Omega-3, la fuente más rica de estos ácidos grasos.

No obstante, ambos bandos van cagados de prisa por la vida. Con mucha prisa, pues los humanos modernos están contagiados del Síndrome de la Prisa como resultado de haber adoptado el modelo de “desarrollo económico” (= destrucción de Biosfera), el cual los listillos de la élite global han metamorfoseado en “desarrollo sostenible”, el mismo mico disfrazado de seda mico se queda.

Prisa para llegar más rápido a la tumba….

¿Quieres tardar un poco más en llegar a esta meta de la que nadie escapa? 

Pues bien, si eres un H-C pásate del bando de los H-Fs, y pronto notarás mejor salud, las articulaciones te dejarán de doler y punzar, por ejemplo.

Y es más, si practicas yoga, tu vida cambiará. Y te convencerás que hay vida después de la sangre.

¿A qué esperas? ¿Que se te pudran los cojones o se te caigan los pechos con cáncer? O ¿que se te pudra el colon? 

¡Vamos, demuestra que eres un poco sapiens!

Algo te duele, ¿verdad? ¿Cuándo es tu próxima cita con el médico?

Ten al menos un poco de respeto para tu colon. No le envíes esos extra 800 químicos (500 no cocinada y 300 más al cocinarla, muchos peligrosos) a tu saco de heces cada vez que comes. ¿De dónde salen? Sólo de la carne en sí, aparte de los aditivos.

Además, nueve de los diez microorganismos patógenos nombrados por la US Public health Service como los más peligrosos son encontrados en la carne y los productos lácteos.

¿Cuáles son estos microorganismos patógenos peligrosos?

• Campylobacter spp.
• Clostridium botulinum
• Escherichia coli O157:H7
• Listeria monocytogenes
• Norovirus spp.
• Salmonella spp.
• Staphylococcus aureus
• Shigella spp.
• Toxosplasma gondii
• Vibrio vulnificus

Adicionalmente, en el matadero, la carne es contaminada con la mierda del animal, los microoganismos que están en el aire, las manos y el equipo. Esto es es inevitable, con lo cual la carne puede llevar la bacteria mortal llamada Escherichia coli O157:H7. 

Un solo bocado de carne con Escherichia coli 0157:H7 basta para que te rompa y haga añicos el colon y te mande al hospital, como le pasó a Margaret Lamkin en Estados Unidos, o al cementerio.

Y esto aparte de los residuos de sustancias antropogénicas dañinas (pesticidas, herbicidas, fitohormonas, etc.) en las frutas y los vegetales.

Pues, sí que estamos bien apañados. En muchos aspectos, en el transcurso del paso de la cueva a la mole de cemento (ciudad) hemos entregado unas cuantas lámparas buenas por unas viejas, como en el cuento de Aladino. 

Pero ser H-C en estos tiempos sale más caro a la larga, para tu salud y la del planeta. 

Veamos el pro y el contra de una dieta carnívora y una vegetariana:

• Algunas enfermedades relacionadas con el consumo de carne y productos lácteos: Pinchar AQUI.
• Algunos beneficios de una dieta vegetariana: Pinchar AQUI.

Por lo tanto, ¡ten cuidado con la carne! ¡ten cuidado con los lácteos! … que por allí merodean las Parcas!

¿Estás listo para que te lleven?



References

Board R. J. & Davis A. R. (Eds.) (1998). Microbiology of Meat and Poultry. Blackie Academic & Professional, London, UK. 346 p.
  
Feiner G. (2006). Meat Products Handbook. Practical Science and Technology. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 648 p.  

Melina V. & Davis B. (2008). Becoming Vegetarian: The Complete Guide to Adopting a healthy Vegetarian Diet. John Wiley & Sons, Toronto, Ontario, Canada. 454 p.


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