NO SE PERMITEN ANIMALES: SOLO HUMANOS

Por Salvatore Scimino

27 de junio de 2012

“Si los hombres tuvieran alas y vistieran plumas negras, pocos serían suficientemente inteligentes para ser cuervos.”

“If men had wings and bore black feathers, few of them would be clever enough to be crows.”

   Reverendo Henry Ward Beecher (USA, 1813-1887)

                                                Fuente: Why Exist

Los humanos (Homo "sapìens") nos hemos apoderado de cada trozo del planeta. Somos la pesadilla y peste de las demás especies y de nuestros prójimos. 

Yo me pregunto ¿con qué derecho? En realidad no tenemos ninguno. Nos hemos inventado las excusas. Excusas imbéciles, excusas de mentecatos cortos y egoístas.  

Un "smart aleck" argumentaría que desde el punto de vista ético-religioso lo podemos hacer porque hemos sido "creados a imagen y semejanza de los dioses". Tenemos todo el derecho para hacer y deshacer. Toda la creación está para nuestra explotación y uso que nos convenga. Esto es especieismo. 

¿Cuáles dioses, demiurgos maléficos? Viendo las barbaridades, guerras y demás fechorías de las que somos culpables, entonces yo diría que hemos sido creados por diablos! (Video 1) Y por ser hijos de diablos nos hemos creído los amos del planeta. Erróneamente.

             

                   

                                  Video 1. El infierno de Hiroshima (Japón). 

Desde la perspectiva psico-filosófico, por ser "los únicos racionales", podemos darnos ese lujo, el de imponernos,  controlar y joder todo a nuestro antojo sin que nadie nos diga nada. Pero para la desgracia de los más débiles y del planeta. Estupidez en summum gradum. 

¿Racionales los humanos? Fuck! Se sabe muy bien que el llamado inconsciente (cerebro primitivo o reptiliano) domina al consciente (neocórtex), algo que utilizan a su beneficio los payasos del marketing para que compremos hasta pedos embotellados. 

Racional... Examinemos un poco esta palabra. Racional procede del latín (L) rationalis = que pertenece a razonar, razonable, que a su vez viene de otra palabra latina ratio (genitivo rationis) equivalente a acto de contar o calcular, negocio, asunto, proceso, y de vuelta al L rat,  del tronco reri = contar, calcular, estimar, pensar. El L Reri procede de la raíz protoindoeuropea (PIE) ar- = ensamblar, armar hábilmente, relacionada con el protoindoiranio ar-ta = adecuadamente unido o montado.

Resumiendo, ser "racional" quiere decir "ser un buen calculador, armador, juntador." Y no hay duda de que el Homo sapiens es un buen "armador, juntador"; baste ver la máquina a través de la cual os estoy enviando este artículo (L articulus, diminutivo de artus = unión, articulación, del PIE ar-tu, de ar- = unir, juntar. Y espero que lo haya unido lo suficiente para que lo podáis leer!!), o el sin fin de armas sofisticadas que inventa incansablemente para matar de manera más eficiente a sus prójimos o cualquier bicho que cruza su camino.

Pero el gran pensador megabiocídico (macropsichos megabiocidus = Homo sapiens) no es el único "armador, juntador" sobre la Tierra. "Armar" es una cualidad que poseen incluso las bacterias. Veamos lo que dice magistralmente la Dra. Bonnie Bassler sobre la vida secreta de las bacterias, los organismos más antiguos sobre el planeta Terra-Oceana (Video 1). Se comunican  entre ellas por medio de señales químicas (quorum sensing) y si se sienten amenazadas por xenobióticos (pesticidas, antibióticos, cloro residual, etc.), forman colonias (biofilm)  y algunas se sacrifican por el bien de las demás.

                           

                              Video 1. Bonnie Bassler sobre la vida secreta de las bacterias.

No estamos aquí para enumerar la maravillosa saga de todos los seres con los que compartimos este planeta en lo que respecta a esta cualidad. Solamente agregaremos un par más.

Entre las aves están los cuervos (Aves, Corvidae), seres sorprendentes, capaces de deducción en secuencias lógicas (Video 2), a veces llamados los "simios emplumados", y de distribución mundial, de norte a sur exceptuando los casquetes polares y el extremos sur del continente americano. Aparecieron mucho más antes que nosotros sobre la Tierra; su registro fósil data del Mioceno Medio, aproximadamente 17 millones de años (Miopica, Miocorvus) (Mlíkovský, 2002). Y si no acabamos con ellos a causa de nuestra estúpida insensatez, lo más probable que heredarán el planeta cuando el Homo sapiens se haya extinguido. Vamos por ese camino, y ojalá sea pronto para que la Tierra se recupere de nuestro daño. El hombre merece la extinción.

                           

                                    Video 2. Cuervo dobla alambre para extraer alimento.

En Brasil, Fragaszy et al. (2004) reportan una investigación sobre monos capuchinos salvajes (Cebus libidinosus) diestros en romper nueces de palmeras (Atalea spp., Astrocaryum sp., entre otras), utilizan rocas como yunques y otras piedras como martillos (Video 3). La cultura de romper los duros frutos es sofisticada, consiguen los martillos de los ríos y los llevan hasta el puesto donde rompen las semillas. Mientras los adultos están en plena faena de "nutcracking", los pequeños aprenden mirando, en su propia escuela. Pero no aburrida como las nuestras!

                         

                                Video 3. Mono capuchino rompiendo nueces en Brasil.

"Calcular, armar, juntar", no es solo cosa de simios desnudos (Homo sapiens). Otras especies lo hacen también. 

Esta habilidad está bien desarrollada en nuestra especie, pero sólo sirve para complicarnos más la vida. Nos hemos encerrado en nuestro propio chiquero de cemento al grado que estamos muy enfermos. Fuimos diseñados para interactuar con lo vivo  no con lo muerto del asfalto de las ciudades, idiotizados y metidos en nichos cuadrados (si consigues uno y sino a la calle) de cementerio que llamamos hogar, casa, piso... Es una cueva artificial de abundantes contaminantes (plásticos, sustancias antiincendios en muebles, energía electromagnética, microcontaminantes de máquinas, barnices, pinturas, cementos con aditivos tóxicos, gases, metales tóxicos, tintas de impresoras, etc.) Y no paramos de llenar el cuchitril de tontadas. Estamos locos!! 

Nos jactamos de que somos lo máximo en el universo, pero viendo lo que le hemos hecho el planeta ya es suficiente para darse cuenta de que somos unos imbéciles, sin inteligencia ecológica.  Y las decisiones que hacemos no son cuerdas ni "lógicas" porque somos un manojo de emociones primitivas. "Razonamos" bajo el mando de la caja de emociones del cerebro triuno (Fig. 1).

             Figura 1. Las tres unidades del cerebro humano. Fuente: The Triune Brain.

Para tomar una decisión "conscientemente" sólo tenemos una millonésima de un segundo del "consciente" y para cuando la tomamos, pensando que lo hacemos a base de consciencia, ya el "subconsciente" lo ha hecho por nosotros y nos ordena  qué debemos hacer. Somos bestias irracionales en las cuales la emoción rige a la razón. 

Somos zombies, sonámbulos, ecovampiros cagarruteros. Y muy descarados. Nos autoproclamamos los "dueños" y vamos por allí pretendiendo que somos "civilizados". 

Veamos que es civilizado. Civilizado, del latin, civilitas = conducta de una persona ordinaria. Civilitas viene de civis, la cual procede de la raíz PIE kei = amontonar, construir, hacer. Entonces ser "civilizado" en realidad quiere decir que estamos "amontonados." Y de verdad que vivimos amontonados, apilados y hacinados en las ciudades. Somos ecovampiros amontonados. Somos bichos ahuevados.

Y como bichos amontonados nos la pasamos elaborando todo tipo de leyes y códigos para vivir apilados de manera tal que no nos matemos unos a otros. Pero tenemos un problema. No hemos sido diseñados para vivir amontonados. Cada desconocido que vemos en la acera es percibido como un enemigo potencial por nuestro cerebro reptiliano y nos acelera el flujo de la adrenalina. "Peligro, alerta! Ojo con este enemigo antropófago!", nos avisa. 

De nada sirven las leyes. Aún nos comemos unos con otros. Navega en la Deep Internet y verás que así es, en el sentido literal. Y si no nos comemos literalmente a mordiscos con los dientes, lo hacemos con la lengua, con los chismes. Y ¿los políticos, abogados y banqueros? Nos devoran nuestra sangre.

No dudo que el paso de la selva verde a la selva gris de cemento ha producido muchos trastornos fisiológicos en nuestros cuerpos, la base de todas nuestras enfermedades. Y la comida sintética que consumimos nos da el tiro de gracia. Pan para los grandes empresarios!

Sumémosle a esto que los que hacen las leyes frecuentemente no las cumplen. Siempre se salen con la suya. Las leyes las hacen para velar por los intereses de los adinerados, pocas veces para los pobres. En una pelea judicial un rico, amigo del amigo y éste amigo del amigo del juez, es un club donde todos se conocen, raras veces sale perdiendo. ¿Quién va a juzgar y zampar a la cárcel a George Bush por haber dado la orden de hacer añicos a Irak?

Y si de leyes se trata, hay una ordenanza "civilizada" que siempre me ha dado mucha risa. Es aquella que que dice "no se permite animales" en ciertos lugares (Fig. 2) 

Figura 2. Racismo contra los animales.

Las autoridades sanitarias nos dicen que es para nuestro propio beneficio, lo cual es cierto en muchos casos. Pero en otros no. Por ejemplo, ellos permiten que las poderosas multinacionales nos zampen todo tipo de sustancias sintéticas en nuestros alimentos, los cuales tarde o temprano nos pondrán enfermos y reventaremos de úlceras, cáncer, etc. Eso está bien pues les daremos de comer a las farmacéuticas, las empresas de los amigos de los amigos hasta llegar a quienes hacen las leyes. Todo lo tienen bien atado estos sinvergüenzas.

La internet y las bibliotecas están abarrotadas de estudios  de "evaluación" de gran variedad de compuestos químicos antropogénicos que las autoridades sanitarias permiten que la industria alimentaria nos meta en la comida. Nos informan que los aditivos son inofensivos y que la irradiación de los alimentos no altera los alimentos. Chandler Golstein & Golstein (2002) dan una detallada versión con respecto a lo que comemos y sobre nutrición.

¿Y qué hay del medio ambiente? Está contaminado. En el aire, el suelo y el agua encontramos residuos de pesticidas, dioxinas y otros contaminantes orgánicos muy peligrosos, los cuales actúan como disruptores endócrinos (Schecter, 2012), mutagénicos y cancerígenos. Son las grandes maravillas del mundo "civilizado". El pato lo pagarán las futuras generaciones.

Para "evaluar" las porquerías químicas, los expertos torturan miles de ratas, ratones, cerdos, vacas, gallinas, perros, conejos, primates... y muchas veces hasta la misma gente en los países pobres si se trata de agentes biológicos como vacunas, para averiguar la mínima cantidad que no nos va a joder a corto plazo. Y acabados los atroces experimentos, publican sus investigaciones en revistas especializadas previa entrega de sus resultados a las autoridades sanitarias (FAO, 2010). 

Mientras no nos enteremos todo va bien. Pero cuando algunos humanos son afectados y caen como las ratas en las pruebas de laboratorio, entonces las cosas cambian. Los laboratorios se arman de abogados cínicos y se desató un Vietnam. 

La prensa y la TV saltan en alarma y reportan sobre el terrible suceso día y noche hasta que la gente se harta. Luego se callan, viene la calma. Otra vez a la normalidad. Y los jodidos que entierren a sus muertos. Pan para las funerarias. Funerarias de sus amigos de sus amigos y de sus amigos.

¿Para qué demonios "evaluar" lo que se sabe de antemano que es venenoso o tóxico? Vaya pérdida de tiempo y plata de los contribuyentes. 

Bueno, dice alguien, el averiguar qué cantidad de la sustancia tóxica es aconsejable sin que nos enteremos, da trabajo a los graduados de la casa de horrores para la Tierra, el alma mater. 

¿Por qué digo esto? Bueno, porque en la universidad se pulen las técnicas para devorar a la Tierra. Se va allí para aprender a ecovampirizar eficientemente el planeta. La gente graduada sale preparada para dar más leche. Mientras tanto el medio ambiente sufre con la demanda ecológica que cada superescolarizado exige de la naturaleza. 

Y aclaramos de que no estamos hablando en contra de la escolarización. Está bien. Pero aún está mal porque todavía nadie ha salido iluminado de una escuela. Yo diría que salen mas bien embotados, entubados, como los caballos con las anteojeras. Muy ciegos y lavados del cerebro. He aquí el peligro. ¿Cuando llegará la educación que nos enseñe a ver nuestras propias cadenas para que las rompamos y seamos libres de verdad?

¿De qué sirve esta "civilización" a la que nos hemos apegado tanto si nos estamos muriendo envenenados? ¿Tiene sentido que destruyamos la Biosfera que nos sustenta? 

Un coche tirapedos, una tarjeta de crédito, una hipoteca y la tripa llena de pólipos de cáncer a cambio de la destrucción de un precioso planeta... Estamos locos!

En fin, hemos alargado esta masturbación mental sólo para deciros que los humanos somos animales sin alma. Somos bestias desalmadas.

Los humanos somos sacos de mierda. Los humanos cagamos. Cagar palabra derivada  del latín cacare con el mismo significado que el  PIE kakka = escremento, defecar. Un vocabulario muy florido, ¿no? Conciso y directo. Me gusta como lo digo!

Da igual que nos matemos trabajando para poder tener baños muy adornaditos, perfumados, brillantes, con oro o mármol, lo que tu presupuesto pueda comprar para impresionar a tus visitas, todo para que nos hagan olvidar  lo que sale de nuestros culos hediondos. 

Lo que sale cuando nos sentamos en el váter es pura mierda. Y si no andas estreñido, te sale mucha mierda, a veces más de un kilo. Mierda apestosa, la mierda mas hedionda de todos los vertebrados. El baño de tu casa que te hace sentir orgulloso es simplemente un cagadero adornado. Y el que caga en el cagadero sofisticado es una bestia (L bestia = animal, bicho salvaje, figurativamente tonto, idiota, del indoeuropeo dheus/ dheu- = respirar). El siguiente (Video 4) te lo va a recordar que somos bestias terápsidas idiotas. No no te ofendas! Es la verdad!

Video 4. El placer de cagar.

Por lo tanto, eso de "no se permiten animales" no tiene sentido. Es para reírse. Imaginaros lo que pensaría un extraterrestre al respecto. 

Los humanos somos animales. Pero animales terribles, un híbrido de demonio y ángel bueno, con predominio del primero. Somos diablomales!!

Saludos y gracias a los que llegaron hasta aquí! Y recordad, que nuestra intención nunca es ofender sino estimular hacia el Despertar!

El caracol avanza lentamente y sin embargo llega antes que nosotros... 

                      La importancia de la Biofilia. Foto de Emma Bradshaw.

Referencias

Chandler Golstein, M. & Goldstein, M. A. (2002). Controversies in Food and Nutrition. Greenwood Press, New York. 280 p.

FAO (2010). Safety evaluation of certain food additives. Seventy-First meeting of the Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives, Geneva. 284 p.

Fragaszy D., Izar P., Visalberghi E., Ottoni E. B. & Gomes de Oliveira M. (2004). Wild Capuchin Monkeys (Cebus libidinosus) Use Anvils and Stone Tools. Am. J. Primatol., 64; 359-366. 

Mlíkovský, J. (2002). Cenozoic Birds of the World.Part 1: Europe. Ninox Press, Praga. 417 p.

Schecter, A. (Ed.) (2012). Dioxins and Health including other Persistent Organic Pollutants and Endocrine Disruptors. 3rd Edition. John Wiley & Sons, Inc., New Jersey. 644 p.