BACK TO TOP

sábado, 16 de marzo de 2013

CINE DE SABADO: SHERLOCK HOLMES - EL CICLISTA SOLITARIO

Por Gundhramns Hammer
16 de marzo de 2013

Fuente: Wikipedia


Las historias del detective Sherlock Holmes escritas por el jesuíticamente educado Sir Arthur Conan Doyle son harto conocidas por los amantes de la intriga y misterio.

El personaje Sherlock Holmes es un caballero meticuloso y observador del más mínimo detalle, maestro del disfraz, con una lógica deductiva aplastante pero desordenado a la hora de buscar documentos en su casa, un pésimo violinista, un poco achacoso de depresiones y algo adicto al opio y fumador de la pipa de tabaco.

El opio y el tabaco estaban de moda en la Inglaterra Victoriana. El derivado del opio, la heroína, y el tabaco siguen en boga en la actualidad y son un gran negocio. Ambas han enrriquecido a muchas familias, incluyendo a las inglesas. Y continúan dando grandes beneficios a la economía sumergida.

El consumo de opio y tabaco es un detalle que no podría faltar en la serie de Sherlock Holmes, que a decir verdad está magistralmente ambientada. Podríamos decir casi perfecta. 

Sin embargo, no deja de ser una manera sencilla y silenciosa de promover el consumo de las drogas a los lectores o televidentes, especialmente a los niños. Son detalles a tener en cuenta.

Se sabe que las drogas, el dinero sucio generado del comercio de las drogas y los bancos juntos forman triángulos equiláteros, isósceles y escalenos, rectángulos, cuadrados, rombos, octógonos, trapezoides, cadenas, redes... da igual la forma del trayecto que tengan arriba o abajo hasta llegar a las cajas fuertes, pues el resultado es el mismo: capital y ganancias.

Por otra parte,  el Dr. John H. Watson es un gran caballero, muy bonachón, buen catador de las damas bellas y un poco tonto, pues  frecuentemente se devana los sesos para enterarse de lo que pasa a su alrededor. Watson es como la gran mayoría de humanos, que los llevan al matadero y no se enteran.

Ahora bien, los detectives privados o de los servicios secretos como Sherlock Holmes y su fiel amigo el Dr. Watson sólo existen en la pantalla de la TV o el cinema, pues en la vida real los detectives y policía son muy torpes y despreocupados, de lo contrario no habría tantos humanos desaparecidos, es decir no habría tráfico ilegal de humanosni tampoco harto casos de crímenes sin resolver. 

El caso de la niña Madeleine McCann, es un buen ejemplo. El investigador Greg Hallett señala que esta pobre niña posiblemente acabó en las manos de los diabólicos pedófilos de Nueva Zelanda.

Y para la gran cantidad que hay de "expertos en crímen" con los que contamos alrededor del mundo, la mafia sería una cosa del pasado. Pero no es así. La economía diabólica de los humanos necesita de la mafia, de lo contrario se les vendría abajo el maldito edificio.

En fin, calentarse los huevos o la vagina en un buen sillón es más cómodo para los detectives que andar por allí persiguiendo a los cacos y a los mafiosos y arriesgándose a que les zampen un tiro en el culo.

De todas maneras,  presentamos una aventura muy interesante de Sherlock Holmes: "El Ciclista Solitario/The Solitary Cyclist":

                                                           ESPAÑOL


                                                        ENGLISH


No hay comentarios:

Publicar un comentario