Por Gundhramns Hammer
9 de marzo de 2013
Se limpie o no se limpie el culo después de cagar (no es lenguaje académico pero es llano y claro), el hombre (Homo insapiens) huele mal. Es el más hediondo de todos los primates que habitan sobre la Tierra.
Pero no es el olor lo que este primate bípedo utiliza para marcar su territorio o hacerse valer en su sociedad, es decir para establecer su status dentro de su banda de micos hediondos.
No, no le hace competencia a sus perros o gatos machos. El Homo insapiens es muy sutil o brusco y grosero. Para eso tiene su "cultura" (conducta aprendida). El hombre ha inventado una serie de ritos, juegos y ceremonias para esos propósitos.
Para estos quehaceres el Homo insapiens utiliza una serie de mecanismos, aparatos, artimañas y parafernalias, todo depende de su estado de desarrollo económico o social, del lugar donde habita, de la labor que desempeña o de su tenacidad, determinación y sus hormonas, o sea de su vigor biológico y ambición, para trepar la escalera dentro de su grupo social.
Si examinamos la historia del Homo insapiens, veremos que por ser un vertebrado muy visual la ropa ha sido uno de los vehículos más visibles y convenientes para demostrar su status, para marcar distinción de clases o castas.
Además del vestuario, también ha utilizado y utiliza sus propiedades y pertenencias visibles o no (armas, vacas, caballos, camellos, vehículos, calzado, bolsos, vivienda, cuenta bancaria, aviones y buques de guerra, ejercitos, etc.), su conducta (lenguaje, movimiento, iniciación, etc.), sus adornos (tatuajes, oro, joyas preciosas, plata, piercings, anillos o huesos en la nariz, estuches y broches o anillos en el pene, etc) (Fig. 1-3) y su trabajo y educación (cazador, bandido, ladrón, banquero, primer ministro, presidente, rey, asesino, médico, etc.)
En aquellos países donde su gente originaria a sufrido conquista por los europeos, la pigmentación de la piel (cantidad de melanina) ha surgido como símbolo de status en la población dominada y en sus descendientes, una vez conformados en "repúblicas" en apariencia, pues siguen igual de jodidos y encadenados a las deudas externas de los bancos de los conquistadores.
En este sentido, la fascinación por la "piel blanca" de los conquistadores europeos y del dominio de Europa, el Reino Unido y los Estados Unidos en la geopolítica planetaria ha causado una epidemia de blanqueo de piel (Fig. 4) en los pueblos conquistados o políticamente subyugados a escala global.
A raíz de este fenómeno han surgido dos cosas. En primer lugar un amplio negocio de cosméticos y mejunjes para blanquear la piel y los negocios y fábricas de productos de "belleza" están haciendo su agosto.
En segundo lugar se ha originado serios problemas médicos y han ocurrido muertes debido a los componentes tóxicos de las cremas usadas para el blanqueo de la piel. Los polvos de mercurio, compuestos altamente tóxicos, están entre los componentes de estos productos.
Estamos hablando de un fenómeno que Blay (2007) denomina la "política del color de la piel" y señala que en algunos países africanos como Ghana ha alcanzado proporciones (30%) pandémicas.
En fin, este mono desnudo es un gran inventor de maneras de demostrar su valía ante los ojos de los demás, tanto como pelos tiene en su cabeza.
El hato ganadero panameño
Panamá se presenta como un caso muy interesante para cualquier estudio antropológico. Sus habitantes han adquirido ciertas características distintivas que los diferencia de los demás de la región centroamericana.
Su sociedad es producto de un proceso histórico que abarca desde la dominación española, pasando por la etapa de la Zona del Canal de los Estados Unidos hasta llegar a un estado moderno, supuestamente "democrático y republicano".
Cosa que no es así, es más bien un hato ganadero dirigido por una oligarquía mestiza de origen colonial y sobre ellos se sientan unos fuertes intereses económicos extranjeros (estadounidenses y europeos).
Los miembros de la oligarquía panameña más bien sirven de mayordomos o marionetas de una gran finca cuyos dueños son humanos de otras tierras y/o alienígenas reptiloides (su jefe se llama Karou), quienes permanecen en la sombra y manejan al país desde lejos o desde una base subterránea en la provincia central (Coclé).
La vida ajena de los panameños
Los panameños en general se preocupan mucho de lo que piensan sus vecinos. Está bien visto por ejemplo, especialmente entre las mujeres del interior del país, abordar un taxi aunque sólo sea por unos metros para ir a cualquier sitio en una ciudad.
Esto queda bien ante los ojos de los demás pues de esta manera logran, según su manera de pensar, que si otras personas les ven abordo de un taxi nadie pensará de que están "comiendo cables" (pasando hambre) en su hogar.
9 de marzo de 2013
Fuente: LAHISTORIETA.COM |
Se limpie o no se limpie el culo después de cagar (no es lenguaje académico pero es llano y claro), el hombre (Homo insapiens) huele mal. Es el más hediondo de todos los primates que habitan sobre la Tierra.
Pero no es el olor lo que este primate bípedo utiliza para marcar su territorio o hacerse valer en su sociedad, es decir para establecer su status dentro de su banda de micos hediondos.
No, no le hace competencia a sus perros o gatos machos. El Homo insapiens es muy sutil o brusco y grosero. Para eso tiene su "cultura" (conducta aprendida). El hombre ha inventado una serie de ritos, juegos y ceremonias para esos propósitos.
Para estos quehaceres el Homo insapiens utiliza una serie de mecanismos, aparatos, artimañas y parafernalias, todo depende de su estado de desarrollo económico o social, del lugar donde habita, de la labor que desempeña o de su tenacidad, determinación y sus hormonas, o sea de su vigor biológico y ambición, para trepar la escalera dentro de su grupo social.
Si examinamos la historia del Homo insapiens, veremos que por ser un vertebrado muy visual la ropa ha sido uno de los vehículos más visibles y convenientes para demostrar su status, para marcar distinción de clases o castas.
Además del vestuario, también ha utilizado y utiliza sus propiedades y pertenencias visibles o no (armas, vacas, caballos, camellos, vehículos, calzado, bolsos, vivienda, cuenta bancaria, aviones y buques de guerra, ejercitos, etc.), su conducta (lenguaje, movimiento, iniciación, etc.), sus adornos (tatuajes, oro, joyas preciosas, plata, piercings, anillos o huesos en la nariz, estuches y broches o anillos en el pene, etc) (Fig. 1-3) y su trabajo y educación (cazador, bandido, ladrón, banquero, primer ministro, presidente, rey, asesino, médico, etc.)
Figura 1. Hombres de la tribu Dani (Papua) con estuches en el pene. Fuente: Kobela Tours. |
Figura 2. Diferentes tipos de anillos broches insertados en los órganos genitales masculinos utilizados por hombres en Tailandia, Borneo y Sulawesi. Fuente: Rowanchilde (1996). |
Figura 3. Joyas en los órganos genitales femeninos (VHP, vertical hood piercing). Fuente: The Piercing Bible. |
En aquellos países donde su gente originaria a sufrido conquista por los europeos, la pigmentación de la piel (cantidad de melanina) ha surgido como símbolo de status en la población dominada y en sus descendientes, una vez conformados en "repúblicas" en apariencia, pues siguen igual de jodidos y encadenados a las deudas externas de los bancos de los conquistadores.
En este sentido, la fascinación por la "piel blanca" de los conquistadores europeos y del dominio de Europa, el Reino Unido y los Estados Unidos en la geopolítica planetaria ha causado una epidemia de blanqueo de piel (Fig. 4) en los pueblos conquistados o políticamente subyugados a escala global.
Figura 4. Blanqueo de piel. Fuente: Seekyt. |
A raíz de este fenómeno han surgido dos cosas. En primer lugar un amplio negocio de cosméticos y mejunjes para blanquear la piel y los negocios y fábricas de productos de "belleza" están haciendo su agosto.
En segundo lugar se ha originado serios problemas médicos y han ocurrido muertes debido a los componentes tóxicos de las cremas usadas para el blanqueo de la piel. Los polvos de mercurio, compuestos altamente tóxicos, están entre los componentes de estos productos.
Estamos hablando de un fenómeno que Blay (2007) denomina la "política del color de la piel" y señala que en algunos países africanos como Ghana ha alcanzado proporciones (30%) pandémicas.
En fin, este mono desnudo es un gran inventor de maneras de demostrar su valía ante los ojos de los demás, tanto como pelos tiene en su cabeza.
El hato ganadero panameño
Panamá se presenta como un caso muy interesante para cualquier estudio antropológico. Sus habitantes han adquirido ciertas características distintivas que los diferencia de los demás de la región centroamericana.
Su sociedad es producto de un proceso histórico que abarca desde la dominación española, pasando por la etapa de la Zona del Canal de los Estados Unidos hasta llegar a un estado moderno, supuestamente "democrático y republicano".
Cosa que no es así, es más bien un hato ganadero dirigido por una oligarquía mestiza de origen colonial y sobre ellos se sientan unos fuertes intereses económicos extranjeros (estadounidenses y europeos).
Los miembros de la oligarquía panameña más bien sirven de mayordomos o marionetas de una gran finca cuyos dueños son humanos de otras tierras y/o alienígenas reptiloides (su jefe se llama Karou), quienes permanecen en la sombra y manejan al país desde lejos o desde una base subterránea en la provincia central (Coclé).
La vida ajena de los panameños
Los panameños en general se preocupan mucho de lo que piensan sus vecinos. Está bien visto por ejemplo, especialmente entre las mujeres del interior del país, abordar un taxi aunque sólo sea por unos metros para ir a cualquier sitio en una ciudad.
Esto queda bien ante los ojos de los demás pues de esta manera logran, según su manera de pensar, que si otras personas les ven abordo de un taxi nadie pensará de que están "comiendo cables" (pasando hambre) en su hogar.
De la misma manera, si los panameños "pelagatos" (pobres) van al kiosco (pequeña tienda) (Fig. 5) tratan de llevar billetes de "cinco a veinte balboas" (5-20 USD). Así se aseguran que cualquier vecino que les vea comprar y a quien le que gusta la "vida ajena" (alcahuetes) pensará que las cosas económicas van bien en casa, aunque el comprador sólo coma una vez al día y mucha sopa de "arroz con plátano hervido". Es una manera de llenar la tripa de los niños. Los panameños llaman a los niños "los comearroces".
Los propietarios de estos kioscos suelen tener un grueso cuaderno que contiene una larga lista de personas que "compran fiado". Hemos visto a personas comprar mercancías por un valor total de US$ 5.00 y llevarse a casa fiado el doble.
La imagen de rico en Panamá
Esta costumbre de la "imagen de rico" es seguramente en gran parte un vestigio colonial cuando los recién llegados a Panamá de España en búsqueda de riquezas hacían todo lo posible por dar una buena impresión a los demás.
Una vez establecidos en el Istmo se dedicaban a comercio de esclavos, a explotar a los aborígenes, a maltratar y joder a la naturaleza talando bosques para la ganadería, al contrabando, al lavado dinero negro comprando ganado o cualquier actividad que les resultara en un buen beneficio económico. Y la en la actualidad las cosas no han cambiado.
Los oficiales de la Corona en Tierra Firme incluso llevaban de forma paralela negocios de contrabando o de cualquier índole con tal de duplicar o triplicar su sueldo.
En las tierras del Nuevo Mundo los españoles pretendían ser señores y a veces se inventaban historias de rancios abolengos y hasta le agregaban la preposición "de" a su apellido para que sonara más impresionante.
Por este motivo se pueden encontrar familias panameñas con apellidos de Alba (sin ninguna relación con la Casa de los Duques de Alba), de la Rosa, de León, de la Guardia, etc.
Hay evidencia de que muchos abogados y encargados de la Casa de Contratación de Indias en Sevilla se forraban falsificando datos en la ficha del viajero a cambio de una buena suma de dinero. Para conseguir este dinero, los viajeros empeñaban sus pertenencias o pedían un préstamo a los hebreos en la Península.
Entre los hebreos que deseaban emigrar a las colonias americanas, se puso de moda pagar a "cristianos viejos" (muchos de ellos criptojudíos) en los pueblos en España para que sirvieran de testigos ante el juez y/o alcalde y confesar de que la persona a empadronarse estaba "limpia de toda sangre judía". Una vez obtenían estos papeles, el interesado en largarse de España pasaba a Sevilla para conseguir el permiso para a continuación pasar al Continente Americano.
También los oficiales en Tierra Firme negociaban influencias o vendían falsificando o cambiando el nombre (añadir la preposición "de" al apellido) del interesado a cambio de dinero.
Una vez establecidos en el Istmo se dedicaban a comercio de esclavos, a explotar a los aborígenes, a maltratar y joder a la naturaleza talando bosques para la ganadería, al contrabando, al lavado dinero negro comprando ganado o cualquier actividad que les resultara en un buen beneficio económico. Y la en la actualidad las cosas no han cambiado.
Los oficiales de la Corona en Tierra Firme incluso llevaban de forma paralela negocios de contrabando o de cualquier índole con tal de duplicar o triplicar su sueldo.
En las tierras del Nuevo Mundo los españoles pretendían ser señores y a veces se inventaban historias de rancios abolengos y hasta le agregaban la preposición "de" a su apellido para que sonara más impresionante.
Por este motivo se pueden encontrar familias panameñas con apellidos de Alba (sin ninguna relación con la Casa de los Duques de Alba), de la Rosa, de León, de la Guardia, etc.
Hay evidencia de que muchos abogados y encargados de la Casa de Contratación de Indias en Sevilla se forraban falsificando datos en la ficha del viajero a cambio de una buena suma de dinero. Para conseguir este dinero, los viajeros empeñaban sus pertenencias o pedían un préstamo a los hebreos en la Península.
Entre los hebreos que deseaban emigrar a las colonias americanas, se puso de moda pagar a "cristianos viejos" (muchos de ellos criptojudíos) en los pueblos en España para que sirvieran de testigos ante el juez y/o alcalde y confesar de que la persona a empadronarse estaba "limpia de toda sangre judía". Una vez obtenían estos papeles, el interesado en largarse de España pasaba a Sevilla para conseguir el permiso para a continuación pasar al Continente Americano.
También los oficiales en Tierra Firme negociaban influencias o vendían falsificando o cambiando el nombre (añadir la preposición "de" al apellido) del interesado a cambio de dinero.
El
negocio del linaje siempre ha sido un buen rubro para el que sabe
ordeñar esta vaca. Así años más tarde, ya ricos los criollos en las
colonias americanas, se esforzaban por comprar algún título nobiliario
vacante en la Península Ibérica y muchos lo lograban, especialmente
cuando la Corona estaba necesitada de dinero para sus campañas guerreras
de dominio.
Si el ansiado título no llegaba por la vías de la compra, los ricos colonos enviaban a sus hijas a los mejores colegios europeos, usualmente Suiza, para que se codearan con la crema de la crema de ese continente y tal vez se casaran con personas de la nobleza o realeza y así si no ellos (sus padres) al menos sus nietos sí disfrutarían del prestigio de un título nobiliario.
Un buen ejemplo reciente lo tenemos con la cubana María Teresa Mestre Batista quien el 14 de febrero de 1981 contrajo matrimonio con Henri de Luxemburgo, en esa época heredero de la Corona de ese Gran Ducado.
Desde el punto de vista de los cubanos, entonces la familia gran ducal de Luxemburgo se ha chombificado, pues la familia Mestre Batista tiene antecedentes africanos ("negros").
De la misma manera, hace poco la Casa de Liechtenstein se ha chombificado con el casamiento de la afro-panameña Angela Gisela Brown al contraer matrimonio con el príncipe Maximilian Nikolas Maria von und zu Liechtenstein el 21 de enero de 2000 en Vaduz (Fig. 6). El príncipe Maximilian se ha chombificado y Angela se ha deschombificado, desde la perspectiva panameña (Tabla 1).
Figura 6. Maximilian von und zu Liechtenstein y la panameña Angela Gisela Brown. Fuente: cotilleando.
Sin duda una buena jugada financiera por parte de los príncipes banqueros dueños del paraíso fiscal de Liechtenstein, para penetrar en el cerrado mundo de las finanzas en la granja de humanos manejada por la oligarquía panameña.
De acuerdo a la información disponible online en la página web de Dan O´Huiginn (http://ohuiginn.net/), la pareja Liechtenstein ya cuenta con varias sociedades registradas en Panamá.
Los expertos en Derecho catalogan a Panamá como un paraíso fiscal, puente para el narcotráfico y refugio de sociedades fantasma, cuya función es servir para evadir impuestos y/o blanquear dinero sucio. Además, este país es notorio por la corrupción.
En este sentido, debemos agregar que no todos los que llevan el apellido Hidalgo son del linaje de los godos ya sea en España o Latinoamérica.
En América Latina durante la Colonia los apellidos se vendían y el de Hidalgo era muy caro, fuera del alcance de la mayoría de personas. Mientras que en España, los que llevan este apellido son generalmente descendientes de los esclavos de los godos.
A España entraron unos 200.000 godos y de esos sólo unas 200 familias conformaban el núcleo interno del linaje Real, los que mandaban.
Los auténticos godos, cuya apariencia no tenía nada que ver con lo que los pintan en las películas, eran más parecidos a los reyes de Persia, primos cercanos suyos.
El apellido de una persona tiene mucho peso en Panamá. Sin embargo, las más o menos 150 familias que dominan el país (Arosemena, Jiménez, Fábrega, Alfaro, Boyd, Galindo, Arango, Obaldía, Díaz, Arango, Vallarino, Chiari, García de Paredes, Brin, etc.), a pesar de sus pretensiones, no son de linaje de alta alcurnia Peninsular, ni tampoco descienden de las viejas casas reales o nobles europeas, a no ser que sea a través de abra cadabra o de falsos injertos en los árboles genealógicos.
Son descendientes de comerciantes hebreos, soldados, aventureros o contrabandistas, salpicados de todas las razas del mundo y según parece estas familias están emparentadas unas con otras. Panamá es la república de los primos.
Además del apellido, en Panamá también se tiene en alta consideración la cantidad del pigmento (melanina) en la piel de la persona. A menor cantidad de melanina en la piel, es decir más cercano al fenotipo de los conquistadores europeos, más prestigio tendrá entre los suyos.
Panamá, como todos aquellos países donde llegaron mafiosos europeos a dominar y joder a los diferentes pueblos nativos alrededor del mundo, son clasificados como melanocracias o pigmentocracias.
Los panameños tienen un complicado sistema de calibrar el color de su piel, y dependiendo del tono, así se clasifican entre ellos (Tabla 1). Es una costumbre heredada desde los tiempos coloniales y no vamos a entrar en detalle en ella, pues es muy extensa.
Lo curioso del caso, algo que si mencionaremos, es que el poder del dinero trasciende la barrera de las razas. Ya lo ha dicho el ex dictador Manuel Antonio Noriega (Fig. 7) que "el dinero te hace blanco en Panamá."
Asimismo el tipo de casa que habita la persona panameña vale mucho en cuestiones de imagen y contribuye a su estatus ante los ojos de los demás.
De tal manera que un panameño que viva en una "casa de material", es decir construida de bloques de cemento (Fig. 8) y sufra de calor día y noche, tiene más estatus y prestigio que si habita en una choza de barro (Fig. 9), una construcción más fresca y adecuada para el clima cálido de Panamá.
Fig. 9. Casa de barro (quincha) en San Miguel Centro, provincia de Coclé, Panamá. Fuente: panamatipico.com
Las viviendas construidas con arcilla (casa de quincha, Fig. 10) y madera (cañas de bambúes, tablas, etc.) son asociadas con personas pobres, de "baja categoría", de origen "indio" o "negro", desde el punto de vista panameño. Están mal vistas.
En cuanto los panameños pueden, derrumban su casa de quincha y la cambian por una de "material" y con frecuencia lo hacen aún bajo el peso de tremendas deudas a los prestamistas hebreos o hindúes, que son frecuentemente la misma cosa aunque vengan de la India, pues son descendientes de los hebreos que Nabucodonozor II echó de Israel y se fueron a la India. Otros hebreos acabaron en China o la región del Cáucaso. Estos últimos luego pasaron a Europa.
Por lo tanto, la persona se "blanquea su piel" por medio de su casa, o sea que ya no se considera "cholo" ("indio", de origen aborigen americano) o "chombo" ("negro", de origen africano) si habita una "casa de material". Vivir en una "casa de material", aunque se les queme o ase el culo de calor, lo aguantan, está bien, pues es considerado como "progreso" y está bien visto por los panameños.
Una "casa de material" deschombifica o descholifica al propietario y más si la construye a orillas de una carretera transitable para vehículos, le pone electricidad y compra toda la parafernalia electrodoméstica del siglo XXI.
El dinero descholifica o deschombifica a cualquier panameño.
Todo lo anterior cuenta a la hora de meter "candela" en el mundo de las hembras. Y los hombres lo saben, por eso van a por las "blanquitas."
Las mujeres persiguen a los "gringos" (extranjeros blancos, especialmente los estadounidenses) porque se imaginan que ellos tienen "plata" (dinero), aunque a veces les sale el tiro por la culata.
Muchas veces los "gringos" resultan ser unos "pelagatos" (pobres) y sólamente las dejan preñadas.
La vida sin "candela" (sexo) no es vida para los humanos, incluyendo los panameños. Y los panameños son expertos en la "candela" (sexo).
El calor tropical calienta la cabeza de los panameños e hincha sus gónadas. Aunque las cosas estén duras para aquellos que no tienen nada, y que son la mayoría, y en su casa a la hora de cenar "coman cables", la "candela" los mantiene apegados a la vida.
La "candela" es una de las "necesidades básicas" para su existencia, incluso aparece con mucha imaginación en sus golosinas.
Por ejemplo, en el pueblo de San Francisco, a poca distancia de la ciudad de Santiago, provincia de Veraguas, la Panadería San Roque vende unas golosinas en forma de pene, el "Pipí de Cholo" (Fig. 11), y otro moldeado como los labia majora de la vulva de la hembra, el llamado "Sapo de Chola" (Fig. 12).
Referencias
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Aledo Tur A. (2006). Desigualdad y Grandes Obras Públicas: La Ampliación del Canal de Panamá. Portularia (Universidad de Huelva), VI, Nº 2: 59-87.
Blay Y. A. (2007). Yellow Fever: Skin Bleaching and the Politics of Skin Color in Ghana. Ph.D. Thesis, Temple University, Philadelphia, PA, USA. 509 p.
Brown D. E., Edwards J. W. & Moore R. P. (1988). The penis inserts of Southeast Asia: An annotated bibliography with an overview and compatative perpsectives. University of California at Berkeley, Center for South and Southeast Asian Studies, Occ. Pap. Ser, Nº 15: 1-60.
Figueroa Navarro A. (1978). Dominio y Sociedad en el Panamá Colombiano (1821-1903): Escrutinio Sociológico. Impresora Panamá, S. A, Ciudad de Panamá, Panamá. 398 p.
Markovits C. (2004). The Global World of Indian Merchants, 1750-1947: Traders of Sind from Bukhara to Panama. Cambridge Sudies in Indian History & Society 6. Cambridge University Press, Cambridge, UK. 327 p.
Mena García, Mª del Carmen (1984). La Sociedad de Panamá en el Siglo XVI. Pub. Excma. Diputación Provincial de Sevilla, Nº 3: 1-455.
Packard V. (1959). The Status Seekers. An Exploration of Class Behaviour in America. Longmans, Green and Co., Ltd., London, UK. 217 p.
Packard V. (1962). The Pyramid Climbers. Longmans, Green and Co., Ltd., London, UK. 224 p.
Ricord H. E. (1983). Los clanes de la oligarquía panameña y el golpe militar de 1968. Vol. 5 de Colección Política y Sociedad en Panamá, Panamá. 140 p.
Rowanchilde R. (1996). Male genital modification: A sexual selection interpretation. Human Nature, 7 (2): 189-215.
Scimino S. (2012). Homo sapiens: Reclamos y Ritos. e-rastrillo.blogspot.es, 12 p.
Soler R. (1976). Panamá: Nación y Oligarquía 1925-1975. Ediciones de la Revista Tareas, Imprenta Cervantes, Panamá. 67 p.
Ward C. (1993). Imperial Panama: Commerce and Conflict in Isthmian America, 1550-1800. University of New Mexico Press, Alburquerque, NM, USA. 279 p.
Yates L. A. (2008). The U.S. Military Intervention in Panama: Origins, Planning, and Crisis Management, June 1987-December 1989. Center of Military History, United States Army, Washington, D.C., USA. 332 p.
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La primera parte, CALORES PANAMEÑOS (I): EL BARBERO Y LA CANDELA, la puedes leer AQUI.
La segunda parte, CALORES PANAMEÑOS (II): LA VENGANZA DE LAS GALLINAS ESCLAVAS, la puedes leer AQUI.
La tercera parte, CALORES PANAMEÑOS (III): EL SACRIFICIO DE LAS MADRES SOLTERAS Y ACOMPAÑADAS, la puedes leer AQUI.
La cuarta parte, CALORES PANAMEÑOS (IV): HISTORIAS DE BESTIALIDAD EN PANAMA, la puedes leer AQUI.
La quinta parte, CALORES PANAMEÑOS (V): TALA DE BOSQUES, CANDELA, LLUVIA ACIDA, PLAGICIDAS Y GANADERIA = NO SOSTENIBLE, la puedes lees AQUI.
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Si el ansiado título no llegaba por la vías de la compra, los ricos colonos enviaban a sus hijas a los mejores colegios europeos, usualmente Suiza, para que se codearan con la crema de la crema de ese continente y tal vez se casaran con personas de la nobleza o realeza y así si no ellos (sus padres) al menos sus nietos sí disfrutarían del prestigio de un título nobiliario.
Un buen ejemplo reciente lo tenemos con la cubana María Teresa Mestre Batista quien el 14 de febrero de 1981 contrajo matrimonio con Henri de Luxemburgo, en esa época heredero de la Corona de ese Gran Ducado.
Desde el punto de vista de los cubanos, entonces la familia gran ducal de Luxemburgo se ha chombificado, pues la familia Mestre Batista tiene antecedentes africanos ("negros").
De la misma manera, hace poco la Casa de Liechtenstein se ha chombificado con el casamiento de la afro-panameña Angela Gisela Brown al contraer matrimonio con el príncipe Maximilian Nikolas Maria von und zu Liechtenstein el 21 de enero de 2000 en Vaduz (Fig. 6). El príncipe Maximilian se ha chombificado y Angela se ha deschombificado, desde la perspectiva panameña (Tabla 1).
Figura 6. Maximilian von und zu Liechtenstein y la panameña Angela Gisela Brown. Fuente: cotilleando.
Sin duda una buena jugada financiera por parte de los príncipes banqueros dueños del paraíso fiscal de Liechtenstein, para penetrar en el cerrado mundo de las finanzas en la granja de humanos manejada por la oligarquía panameña.
De acuerdo a la información disponible online en la página web de Dan O´Huiginn (http://ohuiginn.net/), la pareja Liechtenstein ya cuenta con varias sociedades registradas en Panamá.
Los expertos en Derecho catalogan a Panamá como un paraíso fiscal, puente para el narcotráfico y refugio de sociedades fantasma, cuya función es servir para evadir impuestos y/o blanquear dinero sucio. Además, este país es notorio por la corrupción.
Con respecto a los títulos nobiliarios, el rey Felipe II de España solía decir: "Os puedo hacer noble pero no Hidalgo." Se refería a que podía otorgar una Merced Nobiliaria a quien pudiese pagarla pero nunca hacerlos descendientes de Godos, es decir Hijos de Godos o abreviado Hijodalgo (Hidalgos).
En este sentido, debemos agregar que no todos los que llevan el apellido Hidalgo son del linaje de los godos ya sea en España o Latinoamérica.
En América Latina durante la Colonia los apellidos se vendían y el de Hidalgo era muy caro, fuera del alcance de la mayoría de personas. Mientras que en España, los que llevan este apellido son generalmente descendientes de los esclavos de los godos.
A España entraron unos 200.000 godos y de esos sólo unas 200 familias conformaban el núcleo interno del linaje Real, los que mandaban.
Los auténticos godos, cuya apariencia no tenía nada que ver con lo que los pintan en las películas, eran más parecidos a los reyes de Persia, primos cercanos suyos.
El apellido de una persona tiene mucho peso en Panamá. Sin embargo, las más o menos 150 familias que dominan el país (Arosemena, Jiménez, Fábrega, Alfaro, Boyd, Galindo, Arango, Obaldía, Díaz, Arango, Vallarino, Chiari, García de Paredes, Brin, etc.), a pesar de sus pretensiones, no son de linaje de alta alcurnia Peninsular, ni tampoco descienden de las viejas casas reales o nobles europeas, a no ser que sea a través de abra cadabra o de falsos injertos en los árboles genealógicos.
Son descendientes de comerciantes hebreos, soldados, aventureros o contrabandistas, salpicados de todas las razas del mundo y según parece estas familias están emparentadas unas con otras. Panamá es la república de los primos.
Además del apellido, en Panamá también se tiene en alta consideración la cantidad del pigmento (melanina) en la piel de la persona. A menor cantidad de melanina en la piel, es decir más cercano al fenotipo de los conquistadores europeos, más prestigio tendrá entre los suyos.
Panamá, como todos aquellos países donde llegaron mafiosos europeos a dominar y joder a los diferentes pueblos nativos alrededor del mundo, son clasificados como melanocracias o pigmentocracias.
Los panameños tienen un complicado sistema de calibrar el color de su piel, y dependiendo del tono, así se clasifican entre ellos (Tabla 1). Es una costumbre heredada desde los tiempos coloniales y no vamos a entrar en detalle en ella, pues es muy extensa.
Tabla 1. Sistema de castas basado en la pigmentación cutánea del cruce racial en humanos (Homo insapiens) en Panamá. Elaboración del autor.
Cruce
Racial
|
Hijo/Hija
|
Hombre
|
Mujer
|
Proceso
|
Negro/Blanca
|
Chombo/
Chomba
|
Deschombificado
|
Chombificada
|
Deschombificación/
Chombificación
|
Blanco/Negra
|
Chombo/
Chomba
|
Chombificado
|
Deschombificada
|
Chombificación/
Deschombificación
|
Indio/
Blanca
|
Cholo/
Chola
|
Descholificado
|
Cholificada
|
Descholificación/
Cholificación
|
Blanco/India
|
Cholo/
Chola
|
Cholificado
|
Descholificada
|
Cholificación/
Descholificación
|
Etimología: cholo, del nahuatl xolo = indio, mestizo, criado, sirviente; o del quechua chulu = mestizo, hijo híbrido de padres de diferentes razas; chombo, deformación de sambo/zambo, del latín scambus (gr. skambus) = piernas arqueadas, torcidas, patichueco, indicando una mezcla de europeo, africano e indio, hijo de padres negros e indios o negros y mulatos.
Lo curioso del caso, algo que si mencionaremos, es que el poder del dinero trasciende la barrera de las razas. Ya lo ha dicho el ex dictador Manuel Antonio Noriega (Fig. 7) que "el dinero te hace blanco en Panamá."
Asimismo el tipo de casa que habita la persona panameña vale mucho en cuestiones de imagen y contribuye a su estatus ante los ojos de los demás.
De tal manera que un panameño que viva en una "casa de material", es decir construida de bloques de cemento (Fig. 8) y sufra de calor día y noche, tiene más estatus y prestigio que si habita en una choza de barro (Fig. 9), una construcción más fresca y adecuada para el clima cálido de Panamá.
Figura 8. Casa de bloques en las afueras de Penonomé, provincia de Coclé, Panamá. Fuente: OLX
Fig. 9. Casa de barro (quincha) en San Miguel Centro, provincia de Coclé, Panamá. Fuente: panamatipico.com
Las viviendas construidas con arcilla (casa de quincha, Fig. 10) y madera (cañas de bambúes, tablas, etc.) son asociadas con personas pobres, de "baja categoría", de origen "indio" o "negro", desde el punto de vista panameño. Están mal vistas.
Figura 10. Construcción de una casa de quincha. Fuente: La Prensa. |
En cuanto los panameños pueden, derrumban su casa de quincha y la cambian por una de "material" y con frecuencia lo hacen aún bajo el peso de tremendas deudas a los prestamistas hebreos o hindúes, que son frecuentemente la misma cosa aunque vengan de la India, pues son descendientes de los hebreos que Nabucodonozor II echó de Israel y se fueron a la India. Otros hebreos acabaron en China o la región del Cáucaso. Estos últimos luego pasaron a Europa.
Por lo tanto, la persona se "blanquea su piel" por medio de su casa, o sea que ya no se considera "cholo" ("indio", de origen aborigen americano) o "chombo" ("negro", de origen africano) si habita una "casa de material". Vivir en una "casa de material", aunque se les queme o ase el culo de calor, lo aguantan, está bien, pues es considerado como "progreso" y está bien visto por los panameños.
Una "casa de material" deschombifica o descholifica al propietario y más si la construye a orillas de una carretera transitable para vehículos, le pone electricidad y compra toda la parafernalia electrodoméstica del siglo XXI.
El dinero descholifica o deschombifica a cualquier panameño.
Todo lo anterior cuenta a la hora de meter "candela" en el mundo de las hembras. Y los hombres lo saben, por eso van a por las "blanquitas."
Las mujeres persiguen a los "gringos" (extranjeros blancos, especialmente los estadounidenses) porque se imaginan que ellos tienen "plata" (dinero), aunque a veces les sale el tiro por la culata.
Muchas veces los "gringos" resultan ser unos "pelagatos" (pobres) y sólamente las dejan preñadas.
La vida sin "candela" (sexo) no es vida para los humanos, incluyendo los panameños. Y los panameños son expertos en la "candela" (sexo).
El calor tropical calienta la cabeza de los panameños e hincha sus gónadas. Aunque las cosas estén duras para aquellos que no tienen nada, y que son la mayoría, y en su casa a la hora de cenar "coman cables", la "candela" los mantiene apegados a la vida.
La "candela" es una de las "necesidades básicas" para su existencia, incluso aparece con mucha imaginación en sus golosinas.
Por ejemplo, en el pueblo de San Francisco, a poca distancia de la ciudad de Santiago, provincia de Veraguas, la Panadería San Roque vende unas golosinas en forma de pene, el "Pipí de Cholo" (Fig. 11), y otro moldeado como los labia majora de la vulva de la hembra, el llamado "Sapo de Chola" (Fig. 12).
Figura 11. Pipí de Cholo. Fuente: Degustando Panamá. |
Figura 12. Sapo de Chola. Fuente: Degustando Panamá. |
Los calores panameños van más allá de buques y cruceros transitando del Caribe al Pacífico o viceversa. También abundan los canales para sacarle chispas al mechero friccionando la candela, desde la mirada panameña.
Referencias
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La primera parte, CALORES PANAMEÑOS (I): EL BARBERO Y LA CANDELA, la puedes leer AQUI.
La segunda parte, CALORES PANAMEÑOS (II): LA VENGANZA DE LAS GALLINAS ESCLAVAS, la puedes leer AQUI.
La tercera parte, CALORES PANAMEÑOS (III): EL SACRIFICIO DE LAS MADRES SOLTERAS Y ACOMPAÑADAS, la puedes leer AQUI.
La cuarta parte, CALORES PANAMEÑOS (IV): HISTORIAS DE BESTIALIDAD EN PANAMA, la puedes leer AQUI.
La quinta parte, CALORES PANAMEÑOS (V): TALA DE BOSQUES, CANDELA, LLUVIA ACIDA, PLAGICIDAS Y GANADERIA = NO SOSTENIBLE, la puedes lees AQUI.
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