Por Gundhramns Hammer
19 de septiembre de 2012
Fuente: alienspictures.org
Un gigante OVNI penetra la atmósfera de la Tierra sin ningún problema. De nada han servido todos los equipos sofisticados de rastreo que las naciones poderosas tienen montados en diversos rincones del planeta y en órbita (Fig. 1). Es todo propaganda para asustar a las gallinas.
Figura 1. Helios-2A, satélite espía francés de segunda generación. Fuente: Norris (2008).
Estos ridículos aparatos sólo sirven de buenas excusas para darles de comer a los amiguetes de los amiguetes y éstos a los propietarios de las empresas que fabrican estos cacharros. Después de todo los industriales y los gobernantes se acuestan, duermen y se copulan uno a otro en la misma cama. Son unos sinvergüenzas estafadores y pícaros voyeristas.
La nave extraterrestre (Fig. 2) se acerca rápida y silenciosamente a la gran península del continente asiático que los humanos llaman Europa. Desciende y se posa sobre el mar cerca de una playa del área conocida por los "bípedos" como "España" y de la nave salen dos alienígenas altos y delgados y se ponen a trabajar en su investigación enseguida.
Figura 2. Nave extraterrestre visistando la Tierra. Fuente: Plan de Vuelo.
Poco rato llevan los alienígenas estudiando las bestias bípedas en las playas cuando deciden enviar a sus superiores un corto reporte preliminar. Transcrito a la lengua de los constructores de la destrucción del planeta Tierra, los humanos, el informe ebético (de EBE, entidad biológica extraterrestre) decía:
Hemos notado que algunas de estas masas pululantes bípedas se dedican a tomar registros electromagnéticos de si mismos, de tal manera que tienen mucho material archivado en sus primitivos aparatos denominados "ordenadores o computadoras". A estas secuencias de datos les llaman "videos", y para aclarar hemos adjuntado algunos (Video 1). Los sacos ambulantes que aparecen en el "video" llevan puesto un atuendo llamado "tanga", una tira de trapo que se les clava en la carne, embadurnándola de mierda y sangre de almorranas por atrás, y lípidos apestosos, células muertas y sudor por delante y a los lados.
Según los análisis telepáticos de estas masas de huesos, carne, grasa y mierda pululantes, los llamados "humanos" (apeeestaa), realizados sobre este planeta aguanoso, nosotros hemos llegado a la conclusión de que en sus cabezas sólo hay tres ondas cerebrales a partir de la etapa del vertido de sus hormonas: comer, copular y comerciar, las Tres Cs. Antes de este período, en su infancia, solamente se distinguen la primera, comer, y otras tres ondas: cagar, dormir y gritar (Video 2). Las demás ondas cerebrales en el transcurso de la vida de estas masas biorobóticas son conjugaciones de unas y otras.
Video 2. Bípedo infantil caprichoso y mimado gritando.
En los humanos adultos las tres Cs de estos tres tentáculos electromagnéticos emanados de sus cabezas cambian dependiendo de sus lenguas ("inglés", EFC; "alemán", EFH, etc.), pero suelen ser tres. O puesto de otra manera, tres como en los tres componentes de sus cuerpos deformados por el peso de sus pensamientos biocidas, codiciosos y repetitivos, usando su terminología: proteínas, carbohidratos y lípidos. Obviamente estos sacos de dos patas llamados "humanos" son bultos chagüitosos tripartitas.
En este caso tenemos que la letra P de la palabra proteína, la C de carbohidratos y la L de lípidos forman PCL, tres letras que nos recuerdan la palabra "sin sabor" (pssclla) en nuestra lengua. Y a decir verdad son bestias sin sabor. Parece que sólo los Reptilianos pueden sacarle provecho a estas masas de materias pululantes de agua estancada llamados humanos. Tienen demasiada agua, mucha mierda en las tripas y muchos huesos.
Estos "fkcczzj" (desnudos) bípedos sin sabor son pendencieros, se enfadan con mucha facilidad y pelean por cualquier cosa. Se mal interpretan unos a otros cuando conversan hasta llegar a matarse en cruentas guerras peleando por líneas divisorias imaginarias de lo que ellos llaman sus "lijbdf" (países).
A decir verdad desde el espacio no se ve nada excepto un montón kilométrico de piedras alineadas en la región que llaman "China" y la franja bien labrada entre dos de los más grandes "lijbdf" que ellos denominan "Canadá" y "Estados Unidos".
Los apeeestaa fkcczzj se han apoderado de la Tierra y no la saben administrar. Son dementes y de mente muy retorcida. Creemos que estos biorobots sin sabor no nos servirán para colocarlos en la avanzada galáctica que llevamos a cabo bajo el designio de nuestro Gran Tioikas nf (el que vale más, jefe). Es todo por hoy. Reportando ººº bsirbcghª.
Y los dos seres de otro mundo continuaron con su estudio. Ningún playero tangífero notó la presencia de ellos, ya que todos estaban muy ocupados en olerse la mierda el uno al otro.
De todas maneras si hubiesen podido, los humanos hubieran confundido a los EBES con una leve ráfaga de aire pues los alienígenas estaban completamente protegidos por su escudo de invisibilidad.
Lo único extraño que sucedió en la playa pero nadie se enteró fue que unas cuatro gaviotas que estaban a orillas del agua se espantaron y unos perros aullaron desesperadamente un largo rato a lo lejos. Por algo dicen las leyendas que los animales ven al diablo.
El mundo de los animales está más allá de nuestra comprensión. Sólo basta pensar que hace poco se ha descubierto que los animales detectan, además de las vibraciones y las Ondas P (Video 3) y cambios higroscópicos, etc., el gas ozono emanado de la fricción de las rocas en áreas proclives a movimientos telúricos y de esa manera huyen antes de que suceda un terremoto o si no pueden huir, en el caso de los animales domésticos encerrados, su conducta cambia drásticamente (Tabla 1).
Video 3. Un perro (Sophie) detecta terremoto en California.
Tabla 1. Conducta animal anormal antes de terremotos (Fuente: Buskirk et al., 1981).
China es uno de los pocos países donde hay gente encargada de vigilar y reportar cualquier conducta extraña en los animales diariamente, especialmente serpientes. Las serpientes pueden detectar un terremoto a una distancia de 120 km, y con 3-5 días antes de antelación, según investigadores chinos.
Por lo tanto no se pueden despreciar así a la ligera las historias y leyendas de la gente sencilla, mucho menos aún cuando tienen las patas clavadas en el suelo natural y están rodeados de naturaleza, todo lo contrario de la gran mayoría de humanos que viven atrincherados en moles de cemento, con cuevas repletas de objetos cuya composición es tóxica.
Los cuentos de los iletrados son una manera de encerrar lo que les rodea del universo y que no entienden. No son tan tontos como asumen los engreídos y soberbios universiteados, o mejor dicho receteados como un ordenador. También están dominados por las Tres Cs pero los iletrados o poco estudiados por regla general son más avispados.
La venda de la escuela entorpece y adormece. Donde deberíamos ver una Onda Infinita vemos una letra o un número. Y allí nos quedamos hasta la tumba.
Referencias
Bhargava N., Katiyar V.K., Sharma M.L. & Pradhan P. (2009). Earthquake Prediction through Animal Behavior: A Review. Indian J. Biomech. Special Issue (NCBM 7-8): 159-165.
Buskirk R.E., Frohlich C.L. & Litham G.V. (1981). Unusual Animal Behavior Before Earthquakes: A Review of Possible Sensory Mechanisms. Rev. Geophys., 19 (2): 247-270.
Coren S. (n.d.). Can Dogs Predict Earthquakes? A Possible Auditory Answer. www.dpca.org. 8 p.
Grant R.A. & Halliday T. 2010. Predicting the unpredictable; evidence of pre-seismic anticipatory behaviour in the common toad. J.Zool., (2010): 1-9.
Ikeya M. (2004). Earthquakes and Animals: From Folk Legends to Science. World Scientific Publishing Co. Pte. Ltd., London, UK. 295 p.
Ikeya M., Yamanaka C., Mattsuda T., Sasaoka H., Ochiai H., Huang Q., Ohtani N., Komuranani T., Ohta M., Ohna Y. & Nagakawa T. (2000). Electromagnetic Pulses Generated by Compression of Granitic Rocks and Animal Behavior. Union Geol. Sci., 23 (4): 262-265.
Kirschvink J.L. (2000). Earthquake Prediction by Animals: Evolution and Sensory Perception. Bull. Seismol. Soc. Am., 90 (2): 312-323.
Norris P. (2008). Spies in the Sky. Surveillance Satellites in War and Peace. Springer/Praxis Publishing, Chichester, UK. 220 p.
Snay L. (2005). Can Animals Predict Disaster?: A Review. www.scientiareview.org/102. 3 p.
Tong W.K. (1988). Abnormal Animal Behavior and the Prediction of Earthquakes. M.S. Thesis, Northeastern Illinois University. 14 p..
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