Panameño timado pierde la bandera de su buque y se queda sin paquete y castrado
Fuente: YellTale
Por Reynaldo Núñez Montoto
“Lo que me sucedió, no se lo deseo a nadie. Debe tenerse más cuidado con las
empresas que se instalan en Panamá ofreciendo salud y lo que hacen es truncar
esperanzas de vida”, aseguró un hombre de 57 años, casado, quien se sintió
atraído por un anuncio publicitario que prometía un remedio infalible para
incrementar su potencia sexual.
Cuatro días después de que le aplicaron una primera inyección, tuvo que ser
castrado como única alternativa para salvarle la vida. Ahora, el afectado está
en medio de la pena, la tristeza e incertidumbre tras haber perdido para siempre
su miembro.
El abogado José Carvajal, quien representa al infortunado, aseguró que todo
comenzó en mayo del 2009, cuando el paciente decidió concurrir a la empresa
Men’s Health Quality que ofrecía tratamientos para la eyaculación precoz y la
disfunción eréctil.
Según Carvajal, en dicha oficina fue atendido por un médico, quien sin ser
urólogo como después se comprobó, le aplicó una inyección que contenía una
sustancia no aprobada por la Dirección de Farmacias y Drogas del ministerio de
Salud.
La víctima tuvo una erección que le duró tres días, al ir a otro hospital se
comprobó que el pene se le estaba gangrenando y nada podía hacerse para
salvarlo.
Atienden el caso
Un grupo de juristas, entre ellos Carvajal, asumió la defensa del paciente y
presentó una querella criminal contra los mejicanos Jorge Enrique Alcaraz
Domíguez, Carlos y Patricia Martínez Martínez, dueños y representantes de Men´s
Quality, en tanto que contra el médico panameño también pende una solicitud de
suspensión de su idoneidad.
El caso, a solicitud de los abogados de la defensa, fue reabierto
recientemente por el Juez Segundo Municipal de Panamá, Leslie Loaiza, y estará
en manos de la Personera Primera Municipal, Nidia Magaly Lorenzo.
Para aplicar la justicia, salvo lo que se trata del médico panameño, las
autoridades locales tendrán que establecer contacto con sus homólogos mexicanos,
ya que intempestivamente, Mens Health Quality cerró sus puertas y dejó en Panamá
víctimas permanentes de su irresponsabilidad.
Su vida no es igual
El paciente víctima de esta acción criminal, se mantiene saludable, salvo que
a tres años de la intervención, tiene las limitantes de la castración que
sufrió. Obviamente, trata de mantenerse alejado de toda actividad pública
aguardando el desenlace de su pesadilla. Existe la posibilidad de que se le haga
un implante, pero en sondeos en prestigiosos centros médicos internacionales,
los costos de la intervención son muy altos y poco esperanzadores en cuanto a
suplir la función de su pene.
Más víctimas
En la investigación realizada por el equipo de abogados, se confirmó que
otros hombres también resultaron afectados por la aplicación de inyecciones que
pusieron fin a su virilidad, situación que no ha sido puesta al corriente de las
autoridades por vergüenza personal y para no afectar la tranquilidad de sus
familiares.
A finales de este mes, según el abogado Carvajal, se espera que haya
pronunciamientos por parte de las autoridades judiciales en donde está radicado
este peculiar caso de amputación de un órgano genital por negligencia.
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