Uno de los nuevos avances de la tecnología de alimentos consiste en zamparle monóxido de carbono a la carne.
Este tratamiento hace que tu plato favorito (carne) mantenga el color rojo intenso y parecerá fresca varias semanas aunque es vieja y reciclada. La carne de pollo también es gaseada para que dure semanas enteras llena de frescura de pollo recién asesinado, tal como a tí te gusta.
Después de que te hartas de carne de cadáver, tu tripa se hincha de gases, sueltas aire como una vieja motocicleta y tus pedos hediondos a podrido no hay quien los aguante, ni tu perro. ¡Hasta tu vecino se queja!
¡COMER CARNE ACELERA TU VIAJE AL CEMENTERIO!
Emisiones de coche (monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y azufre, etc.). Fuente: Ecología Verde.
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