Por Salvatore Scimino & Gundhramn Hammer
1 de diciembre de 2012
"El sentido de la vida no está en sentirla a tope sino en vivirla disciplinadamente sin descolgarse de la rama."
Henri Cagnengues
Fuente: Grupo de Terapia de risa.
Primero fue la alquimia. Siglos más tarde apareció la química, de manos de brujos alquímicos, personas que se pasaban la vida encerrados en laboratorios llenos de aparatos, cristalería y los sujetos de tortura de siempre, las ratas, ratones, monos, perros, gallinas y más de algún que otro niño abandonado en la calle y acaramelado para llevarlo al sótano para experimentar con el pobre desgraciado.
Y las cosas siguen igual, excepto que los brujos modernos, los químicos y biotecnólogos, tienen buenos sueldos y trabajan para empresas y gobiernos custodiados por fuertes intereses económicos con el propósito de transformar y embotellar la vida de toda la Tierra.
La élite global que controla lo que debemos comer y cagar y a qué hora lo debemos hacer sólo piensa en llenar las arcas de los bancos suizos con dinero manchado de sangre de todos los hijos de Gaia.
Y es así cómo el hombre de hoy en día se ha transformado en una máquina de procesar mierda, un robot biológico, pues a la hora de comer y beber alimentos que deberían ser sanos, los humanos tan "civilizados" comen y beben mierda a montones.
Comen y beben tanta mierda que la gente va por allí con la tripa hinchada, llena no sólo de mierda sino que también de una infinidad de toxinas, suficientes para acabar como sacos de cáncer en dos patas. Toxinas mataratas, adornos químicos aderezados con nombres sofisticados como "edulcorantes, saborizantes, emulgentes, extracto de levadura (MSG, monosodio de glutamato), etc.", todos añadidos para que los alimentos procesados (Videos 1-2) duren en las estanterías de los supermercados mil años.
La gente anda tan jodida por la vida que se endroga, emborracha, come y bebe sin sentido pues el sentido de las masas de borregos si alguna vez lo tuvieron se lo han cedido a los maleantes parásitos propietarios de las grandes empresas, los diablos que sólo tienen sentido para acumular dinero a montones sin sentido.
Y a la hora del famoso desayuno o a lo largo del día, las personas, que ya no son personas sino códigos de barras, echan el guante a la bolsita de té instantáneo o una cucharadita de café también instantáneo para estimularse la tripa porque según dicen ellos y ellas que ya no tienen tiempo, están sin tiempo porque el tiempo que debería ser tiempo para el tiempo ha sido entregado a manos de otros señores sin tiempo y todos acaban sin tiempo y luego pasa el tiempo y se les acaba el tiempo y cataplán: ha llegado el tiempo de largarse de esta vida y te entierran a tiempo para no perderse el tiempo del tiempo de la comida intoxicada en casa.
Es así como vive, si a ésto se le puede llamar Vida, el hombre (Homo insapiens) del siglo XXI. Y está muy orgulloso de ello!!! Orgulloso de una "civilización" absolutamente tarada y "faqueada" (de fuck, inglés: jodida, copulada)!!!!
Sólo se escapan aquellos que todavía no han sido hechizados, los que no han sido sacados a balazos de la selva o los que aún no han sido jodidos por la tormenta de la "modernidad" o el tan mal llamado "progreso" que en realidad es retroceso.
Te invitamos a que te enteres de la terrible lista de aditivos que le zampan al café y té instantáneos, procesados, bebidas procedentes de productos de plantas que ya de por sí son ricos en sustancias químicas y tienen, como en el caso de los granos de café, micotoxinas, metabolitos tóxicos producidos por hongos como el Aspergillus ochraceus, el cual produce la ocratoxina A. Pincha AQUÍ.
Si señores, la brujería existe. Nos tienen embrujados con "alimentos" que nos inducen a consumir más mierda de la mierda que sale de las manos de los químicos sin responsabilidad social en los laboratorios y de las fábricas de alimentos procesados.
Los brujos del siglo XXI nos han convertido en sacos de cáncer. Todo por nuestra culpa, por haberle dado al César lo que no es del César: aquello que es de todos, el tiempo.
Hemos dado el tiempo y nos hemos quedado sin tiempo. Pero no estamos hablando de que el Homo insapiens tiene más tiempo del tiempo que sólo es más tiempo para alimentar a los señores codiciosos sin tiempo.
Y ¿qué hemos ganado a cambio? Una cuenta bancaria para comprar más mierda.
Por supuesto ésto es para aquellos que aterrizaron en los países más jodidos químicamente, los llamados "desarrollados", pues si has tenido mala suerte y has aparecido en el campo de la miseria de los países controlados por el Banco Mundial, las naciones denominadas "en vías de desarrollo o subdesarrolladas", estás jodido, a no ser que te dediques a la venta de droga con lo cual le darás vida por debajo del agua al sistema infernal del hombre del "nuevo milenio".
Como en los cuentos de brujas, un día aparece una en tu camino y te pregunta:
Oye, hijo, ¿te apetece un cachito de mi pastel de harina embellecida con mis esencias secretas acompañado con una tacita de café instantáneo rellenito de estrellitas mágicas?
Será mejor que te lo pienses dos veces, a no ser que quieras acabar como un sapo relleno de pólipos en la tripa. La decisión es tuya.
Referencias
Nehlig A. (Ed.) (2004). Coffee, Tea, Chocolate, and the Brain. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 227 p.
Studer-Rohr I., Dietrich D.R., Schlatter J. & Schlatter C. (1994). Ochratoxin A and Coffee. Lecture held at the 106th Annual Assembly of the Swiss Society of Food and Environmental Chemistry, Oberägi, 9 September 1994: 719-727.
Studer-Rohr I., Dietrich D.R., Schlatter J. & Schlatter C. (1994). Ochratoxin A and Coffee. Lecture held at the 106th Annual Assembly of the Swiss Society of Food and Environmental Chemistry, Oberägi, 9 September 1994: 719-727.
Tozlovanu M. & Pfohl-Leszkowics A. (2010). Ochratoxin A in Roasted Coffee from French Supermarkets and Transfer in Coffee Beverages: Comparison of Analysis Methods. Toxins, 2: 1928-1942.
WHO (1991). Evaluation of Certain Food Additives and Contaminants. Thirty-seventh report of the Joint FAO/WHO Expert Committee on Food Additives. WHO Technical Report Series Nº 806: 1-49.
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