ESPIONAJE CON FLATULENCIAS: UNA NUEVA FUENTE DE CONTAMINACION AMBIENTAL

Por Salvatore Scimino

10 de julio de 2012

“Those who love sausage and the law should never watch either being made.”

“Aquellos que aman la salchicha y la ley nunca deberían ver cuando cualquiera de ellas es fabricada.”

Otto von Bismarck, político alemán (1815-1898)

              

                           APTO PARA DESPIERTOS

                         NO APTO PARA SENSIBLES

Había una vez un buen espía que en el momento más crucial de su misión todo le salía patas arriba. Estaba tan preocupado que casi no dormía. Temía quedarse sin empleo. Y con la crisis merodeando en todas partes podía acabar en la calle. 

Era como muchos espías, buenos para alcahuetear la vida ajena pero de poca visión para resolver sus propios problemas. Ya había gastado una buena parte de sus ahorros, en consultas de psicólogos y psiquiatras. Pero nadie podía resolver el problema de Flátulo Gominola Picardinis, el mencionado espía.

Los expertos en la psiquis o bilis ya sabían muy bien como sacarle la plata a semejante tonto. Para eso están, ya que raras veces dan el remedio para un problema pues ni siquiera ellos saben cómo curarse los suyos. Después de todo, para arreglar su puta vida y sus conflictos internos (Fig. 1) se metieron a estudiar esa carrera.

Figura 1. Conflicto interno de los expertos en sanar la psiquis de otros. Fuente: PB 

Bueno, Flátulo Gominola Picardinis el espía tuvo dos misiones más que fueron un absoluto fracaso. En la última casi pierde una pata de un tiro. Eso le pasó por andar espiando al marido adúltero de una de sus clientes favoritos, una mujer que vivía en el mismo vecindario, como a un kilómetro de su casa. 

La señora Mígdala, su clienta,  lo había contratado para que siguiera a su marido Casto Piojera, pues ella quería averiguar con quién su marido le ponía los cuernos. Ella sospechaba de la bella Rufina, la secretaria de su marido. Patrones adúlteros muy frecuentes en la conducta de estos bonobos humanos.

Pero no era así. Mígdala estaba muy equivocada y si se hubiese enterado de la verdad de su Casto le hubiera dado un síncope cardíaco del susto. Cosa que estaba por ocurrir según se desenvolvía la situación. En esta vida parece que hay demiurgos allá arriba que mueven los hilos para divertirse con el drama ridículo de los humanos. 

Resulta que su marido Casto era casto sólo con ella pero fuera de casa era otra historia. Casto Piojera era atravesado (homosexual)  y su mujer aún no lo sabía. 

Casto comía mucha mierda a lo grande tres veces al día: chicha de pollo y cerdo hormonados y vilmente torturados y masacrados, contaminada con bacterias (Salmonella, Staphylococcus, Escherichia, Micrococcus, Listeria, Bacillus, Brochothrix, Cellulomonas, Kocuria, Nesterenkonia, Microbacterium, Clostridium, Yersinia, Campylobacter, Aeromonas y muchos otros microorganismos), micotoxinas (aflatoxinas B1 y B2, ocratoxinas, zearalenonas), parásitos (Trichinella spiralis, Taenia, Toxoplasma, Entamoeba), rica en nitritos y nitratos y otros aditivos (Fig. 1), y como resultado se le habían atravesado sus gónadas, aparte de que su estómago protestaba con cada superbocadillo que se tragaba y su corazón ya estaba achacoso. Se quejaba de mala digestión constantemente, cosa que le venía bien como excusa con su mujer. Casto no daba dulce a Mígdala en casa pero enfundaba su paquete fuera de su nicho.                                              

                           

          40 MILLONES DE HUMANOS (SUS SCROFA) 

PARA 

LOS PUERCOGENTE (HOMO TOCINUS) SOLO EN ESPAÑA

Fuente: La Daga de Aquiles

MUERTE DE UN HUMANO PARA ALIMENTAR 

A UN INHUMANO (HOMO INSAPIENS)

Fuente: diario-v

                      

                           CARNE CONTAMINADA CON  MICROORGANISMOS

                                        (Cosenza Sutton, 2004; Lund et al., 1999)

 Bacterias aéreas aisladas durante la masacre de los cerdos (Según Cosenza Sutton, 2004).

POTENCIADOR DE SABOR 

(WHO, 1970)

NITRATOS Y NITRITOS PARA EL CURADO DE LOS PRODUCTOS CARNICOS

             

    SALCHICHAS CON COLONIAS DE BACTERIAS STAPHYLOCOCCUS, SALMONELLA, BACILLUS, ENTRE OTRAS 

(Martín Juárez, 2005; Cosenza Sutton, 2004; Bianchi et al., 2007; Lund et al., 1999), 

HONGOS (Martín Juárez, 2005; Mizákova, Pipová & Turek, 2002) 

Y MICOTOXINAS (Weidenbörner, 2008; Abbas, 2005)

                         Figura 2. La cadena tóxica de los Homo insapiens.

El tragón de Casto Piojera era una gota más en el océano de homosexualidad que baña y arremete contra el mundo de los machos humanos en la actualidad. La marcha hacia un mundo unisexual (Fig. 2). 

Figura 2. ¿Hombre o mujer? Fuente: Anticapitalismo.

¿Será el problema de atravesamiento hormonal de los bonobos humanos parte de algún experimento mundial? Algunos expertos en estas cuestiones opinan que sí lo es. Otros recalcan lo mismo. Le han dado al clavo en la cabeza de esta civilización tergiversada que está apunto de colapsar.

Estos expertos señalan que no solo se utilizan a los humanos (Homo insapiens) como cobayas de laboratorio alimentándolos con una cadena alimenticia infinita de productos de origen animal hormonados y brutalmente asesinados, aceites brominados, panes de desayuno o cualquier alimento procesado con abundante glutamato de sodio para hacerlos más sabrosos al paladar y corroerles sus tripas poco a poco sino que también los tienen de las narices como esclavos engañados con la historieta de la "democracia". Es una esclavitud sin cadenas y la cual  irónicamente gusta mucho a la gente.

Bueno, pero dejemos de lado por ahora las crueles y estúpidas prácticas de tortura y destrucción biosférica de los "humanos" o la chatarra que consumen y volvamos a la historia de Flátulo Gominola Picardinis, el espía de matrimonios al borde del precipicio.  

Esa noche descubrieron el nido de amor de Casto Piojera en plena faena con su amado Ciénago Parlante. Casto estaba empezando a concentrarse en sus quehaceres pseudoreproductivos, pues iba lento debido a que se sentía culpable, cuando de repente oyó un ruido fuera cerca de la ventana, a la vez que le llegó a su nariz un fuerte olor a animal muerto. Serían las nueve de la noche cuando esto sucedió.

Desenfundó su paquete y se levantó de la cama, sacó un revolver de la mesa de noche y se escurrió hacia la ventana. La abrió de repente y casi se desmaya por el olor a podrido que le invadió sus pulmones, pero hizo un esfuerzo para evitar desmayarse y fue así como descubrió a un hombre entre los arbustos. 

Casto soltó dos balazos con su 38. Al primero no pasó nada pero al segundo le dió al hombre, quien al ser descubierto había salido corriendo como alma que se la llevaba el diablo. Hubo un grito horrible pero los quejidos se perdieron en la oscuridad de la noche. La casa de sus amoríos estaba al lado de un lago, donde a veces Casto y su mujer venían a pasar el fin de semana.

El Casto que no era casto aunque se llamara Casto ya no pudo hacer nada fuera de lo casto. Estaba preocupado por las posibles consecuencias legales si se destapaba su crímen. Y peor si la gente y su mujer se enteraban de su atravesadera (homosexualidad).

De todas maneras Ciénago lo consoló y se calmaron un poco las cosas, lo suficiente para que Casto se armase de valor para volver a casa, donde la cena ya se le había enfriado. Su mujer estaba que ardía no de ganas por aquello que Casto no le daba y deseaba sino de rabia de matar. La había dejado plantada esa noche. Casto le había prometido que cenarían justos y esto no había ocurrido.

La siguiente mañana temprano Mígdala fue a la oficina de Flátulo para averiguar alguna noticia sobre su marido. El espía le dijo que tenía buenas buenas y malas noticias. 

Pero antes de que Flátulo abriera la boca por segunda vez, Mígdala le preguntó que por qué cojeaba. El contestó que había tenido un accidente. Flátulo sacó una carpeta  y se dirigió a su escritorio para explicarle a  la señora el resultado de sus pesquisas. A sentarse iba cuando el dolor de la pierna izquierda le traicionó y del esfuerzo se le escapó un pedo estruendoso bien acompañado de agua de colon . 

Mígdala se asustó por la potente flatulencia repentina de Flátulo. Pero eso no era nada comparado con las ganas que de pronto ella sintió por vomitar. Los pedos de Flátulo eran famosos, ya que él había ganado varios trofeos en competencias de ver quién podía eclipsar los olores de las mofetas.

La pobre mujer no se pudo aguantar, se disculpó y se fue hacia el baño para vaciar su estómago. Tardó dentro como unos quince minutos, esperando a que pasara el ataque aéreo de Flátulo. 

Al final ella salió y lo primero que le  dijo a Flátulo era que para evitar semejante bochornoso problema de las flatulencias sería buena idea que usara el parche anti-flatulencia, o flatulence deodorizer  (video 1) como lo llamaban en la televisión. Mígdala le dijo que ella había sufrido tremendas vergüenzas por ese problema pero con el parche se le habían ido sus preocupaciones. Además le contó que el parche no era caro, su precio rondaba los ocho o nueve euros.

                           Video 1. Invento taparrabos anti-pedos o anti-derrames de mierda.
                                         
                                                                     

A Flátulo le ocurrieron cuatro cosas importantes ese mismo día de la visita de Mígdala. La primera es que sus noticias de la vida secreta de Casto Piojera desarmaron un matrimonio. Segundo, le pagaron muy bien por su trabajo de espionaje, el cual casi le cuesta la vida. La tercera consistía en que ya daba por resuelto su problema de los pedos con el parche. Y la más importante, la cuarta, se había dado cuenta rústicamente sumando dos más dos de que sus flatulencias eran la causa de los fallos en sus misiones secretas. Sus hediondos pedos le delataban. 

El aire putrefacto de sus intestinos alimentados con cadáveres era peor que el gas nervioso. Entonces a Flátulo Gominola Picardinis le quedaba una quinta cosa por averiguar, cómo beneficiarse de la venta de sus pedos. Indudablemente más de algún departamento de defensa estaría interesado en comprar sus gases para emplearlos en la guerra contra el terrorismo. Por algo se llamaba Flátulo. Aunque no comía gominolas pero sí era pícaro.

Mientras se bebía un té en su oficina pensaba sobre la vida, algo que raras veces hacía. Se daba cuenta de que sobre la ruinas de varios matrimonios investigados había levantado su campamento. Y estaba contento que ahora con los parches tapaculo ya podía hacer espionaje sin pedos (Fig. 3).

Figura 3. parche anti-pedos o anti-derrames fecales.

Del espionaje vivía, de espiar madrigueras de adúlteros y, a pesar de sus errores, Flátulo Gominola Picardinis era bueno descubriendo la vida secreta de los machos de su vecindario. Continúo sentado disfrutando de su bebida. ¿Cuál sería su próximo caso?

PARCHES ANTI-FLATULENCIAS CONTAMINAN LA TIERRA

De lo que aún no se había enterado Flátulo Gominola Picardinis, y poco le hubiese importado pues era como todos los demás seres humanos muy egoístas y necios, era que el invento de los parches anti-flatulencias (US Patent nº 6313371) (Fig. 4) había abierto una nueva arteria en el cuerpo de la Tierra. 

Figura 4. Emisión de olores anales. Fuente: US Patent nº 6313371.

Para fabricarlos se necesitan materiales contaminantes (polímeros de petróleo, nanotubos de carbón, etc.) que se extraen de la naturaleza. Los parches no solo causan otro agujero más en la Biosfera sino también un problema medio ambiental, mucha basura (Fig. 5).

Figura 5. Un basurero del Homo insapiens. Fuente: EAE.

A pesar de que son lavables, poca gente se preocupará de echarlos a la lavadora (para contaminar el agua), solamente los tacaños. De todas maneras, tarde o temprano los parches acabarán en los vertederos y de éstos ya tenemos suficientes (Fig. 6). 

                                                             Fuente: 20minutos.es

                                                 

Figura 6. Vertedero de basura del Homo insapiens. Fuente: Ecología Verde.

Con o sin parche, se debería de multar a los que sueltan gases intestinales matagente en público. Algo que ya están pensando en hacer en Malaui. El Parlamento de ese país africano posiblemente implemente una vieja ley colonial que prohibiría las flatulencias en público.



Por otra parte, las flatulencias humanas junto con los eructos contienen gases de efecto invernadero. Los pedos están compuestos de metano, dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno e hidrógeno. Una dieta basada en proteína animal produce más metano y sulfuro de hidrógeno que una basada en vegetales.


Si consideramos que según el Instituto Nacional de Salud Digestiva y Diabetes de los Estados Unidos la mayoría de personas producen de 0,5 a 2 litros de gases diariamente entre los escapes del culo y la boca (una media de 14/diarios), y hacemos un estimado para los 7.000 millones de humanos sobre la Tierra, entonces estamos ante 3,5 a 14 billones de litros de gases producidos al día que no están siendo aprovechados. Bien podrían resolver parte de nuestros problemas energéticos. 


Tal vez alguien podría inventar un traje como el que llevaban los Fremen del planeta Arrakis en la saga de ciencia ficción "Dune" y reciclar o aprovechar no sólo los fluidos corporales sino además los gases intestinales.


En fin, estamos rodeados de gases intestinales de Homo insapiens. Con la dieta artificial tan insana que la mayoría de gente lleva hoy en día, podemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Pueden las flatulencias contaminadas causar daño a los humanos? ¿De qué manera se combinan los gases de las flatulencias de los humanos en la atmósfera con otros gases, por ejemplo con los producidos por las fábricas y los vehículos? ¿Cuál es su contribución a la peste de cáncer que azota a la gente?  


Si sabemos que la mierda de humanos contiene cobre, cinc, cromo, níquel, plomo y cadmio ¿Cuál es la migración de estos metales pesados en forma nanoparticulada a las flatulencias? Si este intercambio ocurre ¿cuál es su impacto en la salud de las personas o el medio ambiente?


Estas preguntas se laa dejamos a un estudiante para su tesis doctoral.


Alguien dijo bromeando una vez que "mejor sería a la larga que se muriesen todos los pedorros que se alimentan de carne podrida, asfixiados por sus propios gases hediondos pues así al menos harían espacio y dejarían la tajada del pastel de los recursos naturales que se devoran para las futuras generaciones."



Referencias


Abbas H.K. (2005). Aflatoxin and Food Safety. CRC Press, Taylor and Francis Group, FL. 587 p.


Bianchi D.M., Chiavacci L., Barbaro A., Rubinetti F. Gallina S., Nucera D., Lomonaco S. & Decastelli L. (2007). Study of Salmonella contamination in pork sausages chain by PFGE analysis. Epidémiol. et santé anim., 51: 119-126.


Cosenza Sutton G.H. (2004). Enumeration of total airborne bacteria, yeast and mold contaminants and identification of Escherichia coli O157:H7, Listeria Spp., Salmonella Spp., and Staphylococcus Spp. in a beef and pork slaughter facility. Ph. D. Thesis, University of Florida. 132 p.


FAO/WHO (1971). Evaluation of Food Additives. Specifications for their identity and purity of food additives and their toxicological evaluation: Some extraction solvents and certain other substances; and a review of the technological efficacy of some antimicrobial agents. World Health Organization Technical Report Series Nº 462/FAO Nutrition Meetings Report Series Nº 48: 1-38. 

Lund B., Baird-Parker A.C. & Gould G.W. (Ed.) (1999). Microbial Safety and Quality of Food. 2 Vol. Springer, NY. 2080 p. (Excellent  treatise for anyone interested in knowing about food microbiology)


Martín Juárez B. (2005). Estudio de las comunidades microbianas de embutidos fermentados ligeramente acidificados mediante técnicas moleculares. Estandarización, seguridad y mejora tecnológica. Tesis Doctoral, Universitat de Girona. 329 p.


Mizákova A., Pipová M. & Turek P. (2002). The occurrence of moulds in fermented raw meat products. Czech. J. Food Sci., 20: 89-94.


Weidenbörner M. (2008). Mycotoxins in Foodstuffs. Springer, NY. 503 p. 


WHO (1970). Toxicological Evaluation of Some Extraction Solvents and Certain Other Substances: Monosodium Glutamate. FAO Nutrition Meetings Report Series Nº 48A, 207: 1-31.

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