Por Gundhramns Hammer
10 de abril de 2013
10 de abril de 2013
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| Fuente: Reporter Brasil |
A los biocombustibles los pintan en los medios de comunicación como una auténtica panacea como alternativa para el petróleo y que va a resolver la crisis energética que se avecina.
Poco nos cuentan de que se necesita más energía para producirlos que la que se extrae de la materia prima (biomasa), para empezar. No nos informan con bombos y platillos la cara oscura de esta industria.
El negocio de los agrocombustibles es una piñata. Se la están repartiendo los de siempre, las empresas energéticas multimillonarias y sus vástagos legítimos, la biotecnología, y los ilegítimos escondidos en la oscuridad, las mafias.
Pero detrás de lo verde hay un marrón. Esta industria no sale rentable a no ser que en su producción se introduzca dinero sucio de la economía sumergida. Para qué andar con rodeos.
La mafia está metida hasta las agallas invirtiendo en compañias de energías alternativas. Es decir, el crímer organizado se ha vuelto verde y está haciendo su agosto lavando dinero a través de parques eólicos, fábricas de biodiesel, construcción de represas... en fin, cualquier cosa que implique producción de energía.
En Italia, por ejemplo, la mafia siciliana ha creado una nueva clase de inversores, los llamados "señores del viento". Estos mafiosos se han aprovechado del precio alto de la electricidad producida por molinos de viento: €180/kwh, el más alto del mundo. Con su experiencia y poder económico han comprado a los políticos y eliminado a los rivales y "verdean" su dinero sucio.
Una reciente operación sting en Italia reveló que la mafia tenía lazos íntimos con la compañía italiana Exec. El "señor del viento" tenía una inversión de 1.5 billones de euros en compañías de energía renovable.
Pero lo que ocurre en Italia también sucede en otros países. Lo primero que hacen los mafiosos en connivencia con abogados y políticos corruptos es montar numerosas compañías fantasma en paraísos fiscales.
Les dan nombres "verdes" a las compañías y a través de ellas lavan el dinero sucio, el cual después de ser blanqueado hace una pequeña parada en cualquier banco del mundo o una cadena de bancos para luego ir directa o indirectamente a su destino, compañías de energías alternativas, entre otras empresas.
El dinero procede del comercio ilícito de drogas, armas, animales exóticos, carne de animales salvajes, marfil de elefante y rinoceronte, tráfico de humanos, prostitución, etc., etc..
La mafia china se destaca entre los grupos clandestinos por especializarse, entre otras cosas, en lavar dinero por medio del comercio de animales y plantas exóticas y sus derivados desde cualquier parte del mundo hacia Oriente, especialmente China.
La creciente clase media china está ansiosa por consumir cualquier cosa y los grupos mafiosos chinos no desperdician estas oportunidades. Las triadas chinas están sin duda detrás de los famosos "llaveros con animales vivos", que consisten en pequeños animales vivos encerrados en una pequeña bolsa de plástico en un eterno infierno. Este negocio es absolutamente diabólico.
El barril de las manzanas de la industria, incluyendo las energías alternativas, contiene muchas piezas podridas. Algunos investigadores que tienen cojones (u ovarios) afirman que la mafia está casada con la clase política en cualquier país. Las autoridades por lo general callan, a no ser que se les haga la competencia. Son otra mafia, añaden.
Los expertos que tienen cojones y "chinastes" (sendos ovarios) advierten que ni plantando toda la tierra disponible para la producción de biomasa sería capaz de llenar las "necesidades" energéticas de las naciones con el actual tren de consumo. El consumo y derroche de energía de nuestra civilización es insostenible.
Además, si examinamos a esta "industria verde" desde la perspectiva ecológica, veremos que atenta contra el equilibrio de la Biosfera. Aparte de joder a los pobres y ya ni hablar de la fauna y flora.
La poca información sobre las tragedias ecológicas y sociales causadas por el uso intensivo de fertilizantes petroquímicos, herbicidas y pesticidas para los cultivos transgénicos necesarios para la producción de los biocombustibles, pasa inadvertida y generalmente se queda archivada lejos de los ojos del público.
Problemas tales como la migración horizontal y vertical de genes transgénicos a la flora y fauna local, la contaminación del agua, la erosión y la salinización del suelo, la deforestación masiva, el exterminio de la biodiversidad, las enfermedades, desalojo de las poblaciones de humanos, etc. Al final, todos salimos perdiendo.
Adicionalmente, los agrocombustibles han causado un impacto negativo en la cadena alimentaria. El precio de los alimentos ha aumentado un 70% a escala global (Giampietro & Mayumi, 2009) (Videos 1-2).
Video 1.Impacto social y global de los biocombustibles. Parte 1.
Video 2.Impacto social y global de los biocombustibles. Parte 2.
Existe otro problema. Una lacra social muy grave directamente causada por la industria de agrocombustibles, especialmente en la producción de bioetanol en Brasil. Se trata de la esclavización de humanos en el corte de caña.
La investigación de Bravo (2007, p. 71) sobre biocombustibles en la sección sobre Brasil señala lo siguiente sobre la esclavitud de cortadores de caña:
"Hace poco, fiscales del Ministerio del Trabajo descubrieron 430 cortadores de caña trabajando en condiciones subhumanas, que la (OIT) [Organización Internacional del Trabajo] clasifica como una forma contemporánea de trabajo esclavo.
Poco nos cuentan de que se necesita más energía para producirlos que la que se extrae de la materia prima (biomasa), para empezar. No nos informan con bombos y platillos la cara oscura de esta industria.
El negocio de los agrocombustibles es una piñata. Se la están repartiendo los de siempre, las empresas energéticas multimillonarias y sus vástagos legítimos, la biotecnología, y los ilegítimos escondidos en la oscuridad, las mafias.
Pero detrás de lo verde hay un marrón. Esta industria no sale rentable a no ser que en su producción se introduzca dinero sucio de la economía sumergida. Para qué andar con rodeos.
La mafia está metida hasta las agallas invirtiendo en compañias de energías alternativas. Es decir, el crímer organizado se ha vuelto verde y está haciendo su agosto lavando dinero a través de parques eólicos, fábricas de biodiesel, construcción de represas... en fin, cualquier cosa que implique producción de energía.
En Italia, por ejemplo, la mafia siciliana ha creado una nueva clase de inversores, los llamados "señores del viento". Estos mafiosos se han aprovechado del precio alto de la electricidad producida por molinos de viento: €180/kwh, el más alto del mundo. Con su experiencia y poder económico han comprado a los políticos y eliminado a los rivales y "verdean" su dinero sucio.
Una reciente operación sting en Italia reveló que la mafia tenía lazos íntimos con la compañía italiana Exec. El "señor del viento" tenía una inversión de 1.5 billones de euros en compañías de energía renovable.
Pero lo que ocurre en Italia también sucede en otros países. Lo primero que hacen los mafiosos en connivencia con abogados y políticos corruptos es montar numerosas compañías fantasma en paraísos fiscales.
Les dan nombres "verdes" a las compañías y a través de ellas lavan el dinero sucio, el cual después de ser blanqueado hace una pequeña parada en cualquier banco del mundo o una cadena de bancos para luego ir directa o indirectamente a su destino, compañías de energías alternativas, entre otras empresas.
El dinero procede del comercio ilícito de drogas, armas, animales exóticos, carne de animales salvajes, marfil de elefante y rinoceronte, tráfico de humanos, prostitución, etc., etc..
La mafia china se destaca entre los grupos clandestinos por especializarse, entre otras cosas, en lavar dinero por medio del comercio de animales y plantas exóticas y sus derivados desde cualquier parte del mundo hacia Oriente, especialmente China.
La creciente clase media china está ansiosa por consumir cualquier cosa y los grupos mafiosos chinos no desperdician estas oportunidades. Las triadas chinas están sin duda detrás de los famosos "llaveros con animales vivos", que consisten en pequeños animales vivos encerrados en una pequeña bolsa de plástico en un eterno infierno. Este negocio es absolutamente diabólico.
El barril de las manzanas de la industria, incluyendo las energías alternativas, contiene muchas piezas podridas. Algunos investigadores que tienen cojones (u ovarios) afirman que la mafia está casada con la clase política en cualquier país. Las autoridades por lo general callan, a no ser que se les haga la competencia. Son otra mafia, añaden.
Los expertos que tienen cojones y "chinastes" (sendos ovarios) advierten que ni plantando toda la tierra disponible para la producción de biomasa sería capaz de llenar las "necesidades" energéticas de las naciones con el actual tren de consumo. El consumo y derroche de energía de nuestra civilización es insostenible.
Además, si examinamos a esta "industria verde" desde la perspectiva ecológica, veremos que atenta contra el equilibrio de la Biosfera. Aparte de joder a los pobres y ya ni hablar de la fauna y flora.
La poca información sobre las tragedias ecológicas y sociales causadas por el uso intensivo de fertilizantes petroquímicos, herbicidas y pesticidas para los cultivos transgénicos necesarios para la producción de los biocombustibles, pasa inadvertida y generalmente se queda archivada lejos de los ojos del público.
Problemas tales como la migración horizontal y vertical de genes transgénicos a la flora y fauna local, la contaminación del agua, la erosión y la salinización del suelo, la deforestación masiva, el exterminio de la biodiversidad, las enfermedades, desalojo de las poblaciones de humanos, etc. Al final, todos salimos perdiendo.
Adicionalmente, los agrocombustibles han causado un impacto negativo en la cadena alimentaria. El precio de los alimentos ha aumentado un 70% a escala global (Giampietro & Mayumi, 2009) (Videos 1-2).
Existe otro problema. Una lacra social muy grave directamente causada por la industria de agrocombustibles, especialmente en la producción de bioetanol en Brasil. Se trata de la esclavización de humanos en el corte de caña.
La investigación de Bravo (2007, p. 71) sobre biocombustibles en la sección sobre Brasil señala lo siguiente sobre la esclavitud de cortadores de caña:
"Hace poco, fiscales del Ministerio del Trabajo descubrieron 430 cortadores de caña trabajando en condiciones subhumanas, que la (OIT) [Organización Internacional del Trabajo] clasifica como una forma contemporánea de trabajo esclavo.
Los cortadores de caña explotados fueron encontrados en la Hacienda Velha de Usina Grande que pertenece al grupo Zillo Lorenzetti, una compañia dedicada a la producción de azúcar y alcohol a partir de producción propia o de terceros. Trabajaban 10 horas diarias y ejercían actividades que están en total desacuerdo con la normativa laboral de Brasil, que reconoce ciertos derechos laborales básicos a los trabajadores rurales.
Además, treinta campesinos que trabajaban para la empresa BP Prestadora de Servicios, una empresa que abastecía de mano de obra al grupo Zillo Lorenzetti, fueron encontrados en condiciones totalmente precarias: durmiendo en colchonetas en el suelo, sin ninguna condición de higiene y recibiendo salarios muy por debajo del mínimo.
A pesar de ello, a finales de julio de 2006, el Banco de Desarrollo del Brasil (BNDES) aprobó un financiamiento de 20,4 millones de reales a 50 productores de caña, con el objetivo de expandir el suministro a las plantas de etanol del Grupo Zillo Lorenzetti. El crédito contribuirá para el aumento de la molienda, de los actuales 7750 millones de toneladas por año a 8 250 millones.
La esclavitud no es cosa del pasado en Brasil. La prensa brasileña de manera continua reporta casos de trabajadores rurales rescatados de condiciones parecidas a la esclavitud.
Los cultivos de caña de azúcar se están convirtiendo en un campo fértil para el avance de estas infames relaciones de producción. Las denuncias de los sindicatos y organizaciones de pequeños productores se repiten en todos los territorios cañeros, y los inspectores de trabajo no se dan abasto para garantizar las leyes contra estos grandes negocios.
Recomendamos leer el reporte de Bravo (2007) y los demás trabajos en las referencias para profundizar sobre el tema de los agrocombustibles.
Resumiendo, los biocombustibles son una falacia y una buena ruta para que los bandidos sigan chupando sangre de los rebaños de borregos humanos.
La única solución es reducir nuestro consumo a nivel personal y familiar. Y si no lo reducimos nosotros, la Naturaleza nos va a obligar a hacerlo, a nosotros o a nuestros hijos.
Estamos al borde del colapso en todos los sentidos y aún no despertamos del embrujo de la energía abundante. Sin energía abundante se vendría abajo la civilización en un instante.
Se nos ha lavado el cerebro para repetir como loros que la civilización actual es la mejor. Ya los antiguos griegos, por ejemplo, decían lo mismo de la suya. Todos somos victimas de nuestros propios caprichos.
Por ejemplo, el capricho de tener cuatro ruedas (automóvil) para rodar la rueda a destinos que no nos hacen rodar los sesos por donde deberían rodar hacia el rodar del autoconocimiento y despertar para rodar donde debemos rodar nos hemos metido en un rodar que nos hará rodar cuesta abajo para no volver a rodar. El final de todos los caprichos humanos en el abismo de la extinción.
El invento del automóvil y su industria hasta el último eslabón han sido nefastos para el medio ambiente: contaminación de metales pesados, asfalto, polímeros, CO2, CO, NOx, etc., además de las explotaciones mineras que conllevan la deforestación, la contaminación, desalojo de gente pobre y la destrucción de la biodiversidad donde sea que se encuentren (Video 3).
Ideas no le faltan al Homo insapiens para seguir agarrado a la mierda que lo tiene hechizado.
La magia de los agrocombustibles es el nuevo espejismo de la mafia energética, astutamente vendida al público por los medios de comunicación con una buena imagen lavada por el marketing.
Los consumidores la compran engañados porque les hace sentirse menos culpable ecológicamente. No ven lo que hay detrás. Y si ven el lado oscuro, a la mayoría de gente le da igual. En general, los humanos son muy egoístas y extremadamente idiotas.
La persecución de la liebre energética está saliendo demasiado cara. Estamos destruyendo la Biosfera. No tenemos perdón.
Referencias
Altieri M. A. (2009). Los impactos ecológicos de los sistemas de producción de biocombustibles a base de monocultivos a gran escala en América. Agroecol., 4: 59-67.
Bravo E. (2007) Encendiendo el debate sobre biocombustibles. Biocombustibles, cultivos energéticos y soberanía alimentaria en América Latina. Acción Ecológica (Ecuador) & HIVOS (Países Bajos). 151 p.
Giampietro M. & Mayumi K. (2009). The Biofuel Delusion: The Fallacy of Large-scale Agro-biofuel Production. Earthscan, London, UK. 318 p.
Glover J. (2002). Gene flow study: Implications for the release of genetically modified crops in Australia. Department of Agriculture, Fisheries & Forestry-Australia, Canberra, Australia. 81 p.
Organizaçao BNDES e CGEE (2008). Bioetanol de Cana-de-Açúcar. Energia para o Desenvolvimento Sustentável. BNDES, Rio de Janeiro, Brasil. 316 p.
Quist D. (2010). Vertical (Trans)gene Flow: Implications fro Crop Diversity and Wild Relatives. TWN Biotech. Biosaf., 11: 1-32.
Repórter Brasil (2009). El Brasil de los Agrocombustibles. Caña 2009. Impactos de los Cultivos sobre la Tierra, el Medio Ambiente y la Sociedad. Centro de Monitorización de los Agrocombustibles, ONG Repórter Brasil. 62 p.
Vertès A. A., Qureshi N., Blaschek H. P. & Yukawa H. (Eds.) (2010). Biomass to Biofuels. Strategies for Global Industries. John Wiley & Sons, Ltd., West Sussex, UK. 559 p.
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