Por Gundhramns Hammer
13 de abril de 2013
NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES
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| Fuente: Till He Comes |
La realidad para muchos humanos es una pesadilla. Muchas personas sufren en la actualidad un infierno llamado esclavitud. Engañados con la promesa de mejores sueldos y una mejor vida, los nuevos esclavos del siglo XXI son "cosechados" en los países menos favorecidos y a veces incluso dentro de aquellos que gozan de mejores condiciones y son traídos por las mafias a los países llamados "desarrollados", es decir los más industrializados y contaminados, donde hay personas que son más diablos que los diablos. Son las víctimas del tráfico de humanos.
De acuerdo a Shelley (2010), Europa está ante la presencia de un aumento de migración ilegal desde Africa, Oriente Medio y Asia, con un estimado de cerca de 856.000 ilegales cruzando la frontera cada año. La mayoría han pagado a los contrabandistas de humanos y muchos quedan atrapados en las redes criminales.
Shelley (2010) también ha señalado que el Gobierno de los Estados Unidos había indicado que globalmente en 2004 se calculaba que de 600.000 a 800.000 personas eran víctimas del tráfico de humanos, de las cuales 80% eran mujeres, 50% menores de edad y el 70% eran contrabandeados para ser explotados sexualmente.
Estos desgraciados seres humanos esclavizados (hombres, mujeres y niños) que caen en las manos de los diablos del tráfico humano son vendidos y destinados a los antros de la prostitución, como hemos dicho anteriormente, o van a parar a las fábricas donde trabajarán de sol a sol con sus pasaportes decomisados hasta poder pagar una deuda que cada año se hace más larga.
En otros casos, por un alto precio, los compradores se los pueden llevar a su guarida donde pueden hacer con ellos lo que les venga en gana desde torturarlos hasta la muerte para hacer películas y videos snuff hasta matarlos como a los cerdos para después descuartizarlos y ser devorados entre diablos en un festín caníbal clandestino.
Gran parte de los traficados forman parte de la larga lista de miles de víctimas humanas desaparecidas cada año en el mundo. Son un eslabón de la cadena de crímenes del hampa internacional dedicada a todo tipo de negocios sucios desde el tráfico de marfil y especies exóticas hasta el contrabando de uranio, armas y humanos.
El mercado clandestino de la trata de humanos es global. Dondequiera que haya demanda de algún producto, da igual si es animal o humano o cualquier tipo de mercancía, allí está la mafia presente y donde hay mafia hay siempre gente supuestamente "decente" dispuesta a hacer negocios con el crimen organizado para el beneficio de sus bolsillos.
Dicen los expertos que se atreven a hablar que si no hubiese connivencia entre las mafias y miembros de estamentos superiores se podría perfectamente acabar con esta lacra que azota el mundo actual. En este sentido, sólo hay que recordar el caso de Marc Dutroux de Bélgica.
La siguiente película (Tráfico Humano) nos permite penetrar en este maldito mundo cruel de los diablos del tráfico humano. No debemos olvidar que la realidad a veces supera la ficción. Nuestro propósito es únicamente alertar al público y que abra los ojos ante la maldad y la denuncie ante las autoridades estas actividades de estos demonios que acosan a la humanidad.
ADVERTENCIA: IMAGENES PUEDEN HERIR PERSONAS SENSIBLES
ESPAÑOL
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Todos debemos decir: ¡Alto al tráfico de humanos!
Referencias
Shelley L (2010). Human Trafficking: A Global Perpective. Cambridge University Press, New York, NY, USA. 341 p.
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