29 de abril de 2013
Si consideras la verdad negativa es porque tienes negativo dentro de tí que no quieres dejar que sea positivo.
NO APTO PARA PERSONAS DELICADAS
Fuente: 123RF |
Todos estamos metidos en una piscina llena de mierda, con la mierda hasta la altura del borde inferior del labio inferior, valga la redundancia.
Todos estamos quietos, con miedo de que alguien se mueva y se nos meta la mierda en la boca. Si una persona causa una ola, ¡qué horror!, se nos zampa a todos la mierda en la boca.
Si no hay olas no hay crecimiento interior. ¿Por qué? Porque el hombre necesita comer mierda. ¡Mucha mierda! ¿No es así?
Y a veces ni comiendo mierda aprende, vuelve a caer en el mismo error, una y otra vez.
Da igual que sea jornalero o médico o científico, pues hay mucha gente robotizada que se comporta como locomotoras, esos armatostes metálicos que sólo pueden ir por los rieles, a piñon fijo.
Hoy más que nunca necesitamos individuos que nos hagan comer mierda para salir de la piscina de mierda. Que nos señalen cuál es la mierda que no es mierda puesto que ya estamos tan acostumbrados a comer mierda que ya no sabemos si lo que comemos es nuestra mierda o su mierda.
Debemos aprender a distinguir su mierda si no queremos comer mierda.
Pero desgraciadamente, tales individuos son escasos, en un mundo donde predomina lo vano lleno de mierda.
En la actualidad más que nunca abunda la mierda y saber separar el grano de la paja no es nada fácil. Contamos con la web y las bibliotecas donde hay granos y paja.
En el caso de la web, si reuniésemos toda la información que circula por este medio electrónico, nos daríamos cuenta que la mayoría es para tenernos zampados en la piscina llena de mierda.
Lo mismo ocurre con los paquetes de papel que afanosamente guardamos en las estanterías de las bibliotecas. Hay mucho conocimiento almacenado en ellas, para buscar lo vano y lo no vano. No en vano sirve lo vano para tener a lo no vano atado a lo vano.
¿Sabes tú distinguir tu mierda de su mierda?
Volvamos entonces al principio donde todo comenzó, con la mierda que nos metieron para domesticarnos y vivir sólo por la mierda.
La mierda que no es mierda no puede ser mierda si sólo sirve para comer mierda y si no nos saca de la piscina de mierda entonces no es mierda de la mierda que necesitamos para aprender a no comer mierda.
Hay negativo positivo y hay negativo negativo. En la oscuridad nos es difícil distinguir uno del otro. En la claridad del día, no es así. No obstante, ambos nos pueden hacer tambalear. El primero nos puede elevar y el segundo, enterrar.
En la esfera de la verdad, lo que consideramos negativo es porque nos sirve de espejo a nuestro negativo dentro de nosotros mismos y no lo aguantamos porque es una ola de fuego y nos quema, nos produce miedo y nos aferramos a lo conocido. El fuego quita el frío pero también quema.
Si llama a la puerta, lo negativo de lo que aparenta ser negativo pero es positivo, puede ser positivo. Todo depende si estamos dispuestos a la verdad o no.
Estemos donde estemos en el camino de la vida, nuestra meta debe ser aprender a distinguir la diferencia entre los dos, para crecer donde debemos crecer.
No es fácil pero lo fácil puede ser difícil y lo difícil puede ser fácil, todo depende de nuestra visión interior.
¿Por dónde andas tú?
Todos estamos quietos, con miedo de que alguien se mueva y se nos meta la mierda en la boca. Si una persona causa una ola, ¡qué horror!, se nos zampa a todos la mierda en la boca.
Si no hay olas no hay crecimiento interior. ¿Por qué? Porque el hombre necesita comer mierda. ¡Mucha mierda! ¿No es así?
Y a veces ni comiendo mierda aprende, vuelve a caer en el mismo error, una y otra vez.
Da igual que sea jornalero o médico o científico, pues hay mucha gente robotizada que se comporta como locomotoras, esos armatostes metálicos que sólo pueden ir por los rieles, a piñon fijo.
Hoy más que nunca necesitamos individuos que nos hagan comer mierda para salir de la piscina de mierda. Que nos señalen cuál es la mierda que no es mierda puesto que ya estamos tan acostumbrados a comer mierda que ya no sabemos si lo que comemos es nuestra mierda o su mierda.
Debemos aprender a distinguir su mierda si no queremos comer mierda.
Pero desgraciadamente, tales individuos son escasos, en un mundo donde predomina lo vano lleno de mierda.
En la actualidad más que nunca abunda la mierda y saber separar el grano de la paja no es nada fácil. Contamos con la web y las bibliotecas donde hay granos y paja.
En el caso de la web, si reuniésemos toda la información que circula por este medio electrónico, nos daríamos cuenta que la mayoría es para tenernos zampados en la piscina llena de mierda.
Lo mismo ocurre con los paquetes de papel que afanosamente guardamos en las estanterías de las bibliotecas. Hay mucho conocimiento almacenado en ellas, para buscar lo vano y lo no vano. No en vano sirve lo vano para tener a lo no vano atado a lo vano.
¿Sabes tú distinguir tu mierda de su mierda?
Volvamos entonces al principio donde todo comenzó, con la mierda que nos metieron para domesticarnos y vivir sólo por la mierda.
La mierda que no es mierda no puede ser mierda si sólo sirve para comer mierda y si no nos saca de la piscina de mierda entonces no es mierda de la mierda que necesitamos para aprender a no comer mierda.
Hay negativo positivo y hay negativo negativo. En la oscuridad nos es difícil distinguir uno del otro. En la claridad del día, no es así. No obstante, ambos nos pueden hacer tambalear. El primero nos puede elevar y el segundo, enterrar.
En la esfera de la verdad, lo que consideramos negativo es porque nos sirve de espejo a nuestro negativo dentro de nosotros mismos y no lo aguantamos porque es una ola de fuego y nos quema, nos produce miedo y nos aferramos a lo conocido. El fuego quita el frío pero también quema.
Si llama a la puerta, lo negativo de lo que aparenta ser negativo pero es positivo, puede ser positivo. Todo depende si estamos dispuestos a la verdad o no.
Estemos donde estemos en el camino de la vida, nuestra meta debe ser aprender a distinguir la diferencia entre los dos, para crecer donde debemos crecer.
No es fácil pero lo fácil puede ser difícil y lo difícil puede ser fácil, todo depende de nuestra visión interior.
¿Por dónde andas tú?
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