10 de abril de 2013
Fuente: Ciencia y Tecnología alimentaria. |
En la actualidad, la etiqueta sobre un paquete "Ecológico" vende, pues las personas preocupadas por consumir productos sanos buscan alimentos frescos y que no contengan biocidas, es decir que hayan sido producidos utilizando métodos orgánicos.
Es una buena idea. Pero hay varios problemas que los consumidores no toman en cuenta.
Primero, debemos de hacernos una pregunta:
¿de qué ha servido que se hayan tomado todas las precauciones para producir un producto de manera ecológica si a la hora de empaquetarlo utilizan una bolsa de plástico con ftalatos y con atmósfera modificada?
¿de qué ha servido que se hayan tomado todas las precauciones para producir un producto de manera ecológica si a la hora de empaquetarlo utilizan una bolsa de plástico con ftalatos y con atmósfera modificada?
Si es así, por mucho que tenga el sello "ecológico" autorizado por los servicios sanitarios, el producto en realidad ya no es ecológico.
Segundo, si asumimos que los productos, por ejemplo los del sector agrícola, han sido cultivados "ecológicamente", utilizando estiércol de gallinas o de cualquier animal, si este abono proviene de animales criados en cautiverio, los terribles campos de concentración y tortura de animales (Video 1), este fertilizante no es sano, pues contiene una gran cantidad de residuos nada buenos para nuestra salud.
El estiércol y las plumas de gallina de factorías, por ejemplo, contienen residuos de medicamentos antidepresivos, antibióticos, antihistamínicos, cafeína, analgésicos, arsénico (Roxarsone), hormonas (esteroides), melamina, pesticidas, etc.
Todos estas sustancias químicas pasan al suelo y después a las plantas y frutas que nos comemos. Por lo tanto, usar este tipo de abono, aunque los Reglamentos Sanitarios (Tabla 1) lo permitan, convierte los alimentos en no ecológicos. Esto es sólo un ejemplo.
Tabla 1. Productos permitidos para abonar los cultivos ecológicos. (Según Hamiti et al., 1996).
Adicionalmente, para las personas que no desean contribuir con el maltrato de los animales, deben notar que diversos subproductos de origen animal son permitidos como fertilizantes (Tabla 1).
A lo anterior debemos añardirle que hoy en día está de moda abonar los viñedos, los olivares, entre otros cultivos, con los residuos (el lodo) de las plantas depuradoras (Video 2), aparte de los estiércoles de las factorías de animales. Todo es negocio, incluso nuestra propia mierda en polvo.
Video 2. Gestión de lodos de depuradora en Madrid (España).
Los humanos estamos hasta las agallas de mierda. Son 520 kg/persona/año (heces más papel higiénico, etc.) de residuos que salen de los millones de culos en las ciudades y los ayuntamientos no saben donde meterla. Las depuradoras trabajan a tope.
Además de millones de millones de bacterias y virus y parásitos patógenos, las aguas residuales contienen metales pesados (cromio, cinc, níquel, plomo, mercurio, etc.) (Tabla 1) y si no hay regulaciones adecuadas con respecto a la carga anual permitida de determinados metales (kg/hectárea/año) procedentes del lodo de depuradoras utilizado para abonar los cultivos año tras año, al final se satura el suelo a niveles peligrosos y obviamente lo que salga de esos campos no será recomendable consumirlo, por muy ecológico que nos digan que son.
Tabla 1. Concentración de metales pesados en aguas residuales. Según Strauss (2000).
Además de millones de millones de bacterias y virus y parásitos patógenos, las aguas residuales contienen metales pesados (cromio, cinc, níquel, plomo, mercurio, etc.) (Tabla 1) y si no hay regulaciones adecuadas con respecto a la carga anual permitida de determinados metales (kg/hectárea/año) procedentes del lodo de depuradoras utilizado para abonar los cultivos año tras año, al final se satura el suelo a niveles peligrosos y obviamente lo que salga de esos campos no será recomendable consumirlo, por muy ecológico que nos digan que son.
Tabla 1. Concentración de metales pesados en aguas residuales. Según Strauss (2000).
Así están las cosas. Si no lo producimos nosotros mismos, cosa que ya no puede la mayoría de gente que vive en las ciudades, no podemos tan fácilmente "comer ecológico".
Debemos ser más cuidadosos con lo que nos llevamos a la boca porque nuestra salud depende de ello. Para lograrlo, es bueno preguntar sobre la procedencia de un producto ecológico en una tienda y el vendedor propietario del establecimiento debe preocuparse en averiguar todo lo que pueda sobre los productos que vende en su tienda.
Es trabajo de equipo para evitar que nos den gato por liebre.
Somos tan tontos que después de joder al planeta con nuestro consumo maniático y alocado y la manera de vivir con una enorme huella ecológica, hemos llegado al punto
de buscar "alimentos ecológicos".
Primero nos cagamos directa o
indirectamente sobre la comida y el agua y después exigimos que sean sanos.
Estamos completamente tarados y así como vamos nos volveremos más idiotas con el paso del tiempo, pues nos hemos hecho adictos a la modernidad de esta "gran civilización" contaminante y aplastadora de la Naturaleza (Video 3).
Estamos completamente tarados y así como vamos nos volveremos más idiotas con el paso del tiempo, pues nos hemos hecho adictos a la modernidad de esta "gran civilización" contaminante y aplastadora de la Naturaleza (Video 3).
Nos hemos colgado del cuello nosotros mismos.
Referencias
Hamiti T., Laajimi A. & Albisu Aguado L. M. (1996). Adopción de tecnología en la agricultura sostenible. Gobierno de Aragón, Departamento de Agricultura, Ganadería y Montes, Servivio de Onvestigación Agraria, Zaragoza, España. 195 p. Disponible online: http://citarea.cita-aragon.es/citarea/handle/10532/291
Hall D. C. & Moffitt L. J. (Eds.) (2002). Economics of Pesticides, Sustainable Food Production, and Organic Food Markets. Advances in the Economics of Environmental Resources Vol. 4, JAI Press, Stamford, CT, USA. 279 p.
Piringer O.-G. & Baner A. L. (Eds.) (2000). Plastic Packaging Material for Food. Barrier Function, Mass Transport, Quality Assurance, and Legislation. Wiley-VCH Verlag, Weinheim, Germany. 576 p.
Strauss M. (2000). Human Waste (Excreta and Wastewater) Reuse. EAWAG/SANDEC, Duebendorf, Switzerland. 31 p.
Wang L. K., Hung Y.-T., Shammas N. K. (Eds.) (2010). Handbook of Advanced Industrial and Hazardous Wastes Treatment. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 1378 p.
Wright S. & McCrea D. (Eds.) (2000). Handbook of Organic Food Processing and Production. 2nd Edition. Blackwell Science Ltd., Oxford, UK. 216 p.
Hall D. C. & Moffitt L. J. (Eds.) (2002). Economics of Pesticides, Sustainable Food Production, and Organic Food Markets. Advances in the Economics of Environmental Resources Vol. 4, JAI Press, Stamford, CT, USA. 279 p.
Piringer O.-G. & Baner A. L. (Eds.) (2000). Plastic Packaging Material for Food. Barrier Function, Mass Transport, Quality Assurance, and Legislation. Wiley-VCH Verlag, Weinheim, Germany. 576 p.
Strauss M. (2000). Human Waste (Excreta and Wastewater) Reuse. EAWAG/SANDEC, Duebendorf, Switzerland. 31 p.
Wang L. K., Hung Y.-T., Shammas N. K. (Eds.) (2010). Handbook of Advanced Industrial and Hazardous Wastes Treatment. CRC Press, Boca Raton, FL, USA. 1378 p.
Wright S. & McCrea D. (Eds.) (2000). Handbook of Organic Food Processing and Production. 2nd Edition. Blackwell Science Ltd., Oxford, UK. 216 p.
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