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| Víctima del desguace antropogénico de la selva tropical: un jaguar cachorro (Panthera onca). Fuente: Hello!. |
Por Gundhramns Hammer
14 de Mayo de 2014
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El mocoso caprichoso de cinco años gritaba como loco en la Calle Mayor de Jaca y su madre como otra loca no le decía nada al pequeño diablo.
En su reducido infierno existencial, la soberbia madre, porque creía ser dueña de grandes fábricas trituradoras del patrimonio natural de su hijo y de los demás en su entorno, adoraba e idolatraba esta pequeña bestia reptiloide de forma humanoide.
Quién sabe si eran EBES caídos del cielo en la Tierra, pues Jaca es uno de los lugares favoritos de algunos bichos del Clan de los Nueve infiltrados entre los humanos y de diablos encarnados.
¿De EBES? ¿De diablos encarnados?
Los rastros históricos hablan claro al respecto pero no claro para quien no tiene claro lo que debería tener claro en un mundo donde lo no claro domina a lo claro y la gente prefiere lo no claro a lo claro para permanecer en un mundo no claro y poder vivir de lo que no es claro y aparentar que son buscadores de lo claro.
Desde remotos tiempos, según algunos expertos en demonología y ávidos en sacudir el polvo de documentos antiguos en castillos europeos y estudiar viejos manuscritos orientales, "Jaca ha servido de madriguera de una secta satánica secreta", siendo algunos de sus miembros "descendientes directos" de ciertos elementos expulsados por Sargón II (R., 722-705 a. C.) de sus dominios en Oriente Medio.
Los miembros de esta secta adoraban a Sakko o Yakko (sakke o yakke, golpear o matar), un demiurgo o demonio.
En la antigua Grecia Sakko era conocido como Iakkhos, el servidor de Demetria (diosa de la cosecha) y principal líder de los misterios eleusinos al que le ofrecían sangre y carne chamuscada en los ritos. Personificaba el grito invocador ritual (iakkhe) en la procesión de los iniciados en la procesión de Atenas al santuario.
Después de ser expulsados por el rey asirio, permanecieron un tiempo en Armenia y el Cáucaso pero luego emprendieron una fuga hacia Occidente al ser acusados de practicar sacrificios humanos a su diablo.
En la antigua Grecia Sakko era conocido como Iakkhos, el servidor de Demetria (diosa de la cosecha) y principal líder de los misterios eleusinos al que le ofrecían sangre y carne chamuscada en los ritos. Personificaba el grito invocador ritual (iakkhe) en la procesión de los iniciados en la procesión de Atenas al santuario.
Después de ser expulsados por el rey asirio, permanecieron un tiempo en Armenia y el Cáucaso pero luego emprendieron una fuga hacia Occidente al ser acusados de practicar sacrificios humanos a su diablo.
Siglos más tarde en un largo periplo llegan hasta el Pirineo en "Hispania" donde algunos miembros del culto echan raíces y con el transcurrir del tiempo transforman a Yakko en Iacco y después a Iacca para llegar etimológicamente a su querida Jaca.
Sólo queda la leyenda del dragón del Monte Oroel como recuerdo de aquellos tiempos. Al menos eso parece. Sí hay más. Será tal vez para otra ocasión.
Pero no nos desviemos sobre estos asuntos históricos. Volvamos al niño malcriado y veamos cómo en su aventura urbana él y su madre andrólatra telemachacan al Amazonas desde el Pirineo.
Curiosamente en un mundo lleno de curiosidades para aquel que estudia las curiosidades del mundo curioso y misterioso de los humanos y los que parecen que son humanos pero no son humanos, la pequeña "criatura" emberrinchada servía de refugio para olvidar la depresión sofocante que atornillaba a esta mujer que bien podría no ser mujer.
Era el principio de una larga saga que llevaría al endemoniado niño aparentemente Homo insapiens al reino del "machismo ibérico" y a ser uno más del montón o tal vez a figurar entre los elegidos para controlar a los rebaños de humanos, aunque todos acaban dominados por el cortocircuito neuronal de los placeres derivados de sus ojos, lenguas y gónadas.
Son máquinas biológicas dormidas, con software repetitivo y grandes consumidoras de lo poco que queda de la piñata biosférica que pertenece a todos, humanos, aparentemente humanos y por supuestos a los seres no humanos que los humanos tanto se afanan en machacar hasta la extinción.
- ¡Mamáá, yo no quiero pan con jamón! Yo quiero ir al macdonal, al macdonal, al macdonal! ¡Y ya... sino voy a gritar más fuerte!, aullababa el sinvergüenza mocoso.
La madre un poco avergonzada por el espectáculo que su ruidoso vástago había montado, suavemente, para no dañar la "autoestima" del pequeño demonio según recomendaba la nueva psicología de control social de ganado humano en el mercado, le dijo a su hijo:
- ¡Ay, querido Pepito, ya no grites más y vámonos ya para el macdonal! ¿Vale?
El pequeño tirano miró de reojo a su madre, se limpió los mucilaginosos mocos de su nariz con la mano derecha y, un poco desconcertado por el efecto pasmante que había logrado con su gritadera, logró sacar un sonrisa pícara triunfante que le produjo un efímero orgasmo secreto y silencioso a su madre.
Y ambos partieron para el establecimiento de comida rápida depredador de la selva del Amazonas (Videos 1-3).
Por su
porte vulgar, su estilo de gastar la plata y su manera de andar se notaba que era una familia que hasta hacía poco sólo comía patatas y patas
de pollo los días domingo cuando las había antes de haberle pegado en la cabeza al clavo del poderoso "don dinero" con el supuesto negocio de fabricación de muebles lujosos en Pamplona, por supuesto con la ayuda subterránea de algunos personajes delgaduchos, altos y pálidos que sólo ellos conocían.
Es así como bajo el manto de la carne, un niño mocoso caprichoso y una madre emocionalmente descongeringada trituran desde lejos a la selva amazónica sentados en el Pirineo.
El niño dictador y su madre superprotectora eran miembros de la secta carnívora planetaria que de una u otra forma colabora en borrar del mapa a miles de especies que dan estabilidad a los ecosistemas y por ende a la Biosfera.
Pues, adicionalmente a causa de los megaproyectos hidrológicos, mineros, energéticos (e.g., petróleo, gas natural) y agronómicos (e.g., soja transgénica, palma aceitera), la selva es eliminada para criar ganado para "suplir" las "necesidades" de las masas de ganado humano carnívoras.
Además, su vicio por la sangre animal telecausa dolor humano en los pueblos indígenas que son desplazados y expulsados a la fuerza de su hogar verde.
EL apetito por la "carne molida" (sesos, ojos, orejas, patas, fetos, rabos, morros, tripas, aditivos, colorantes, saborizantes, aroma artificial, polímeros tóxicos, etc.) rápida y prensada y moldeada en la famosa "hamburguesa" suma y suma hasta que sumará en una suma que sumará en la suma de los fósiles.
¿Erase una hamburguesa pegada a un hombre o érase un hombre pegado a una hamburguesa?
De cualquier manera, la hamburguesa pegará su patada tarde o temprano. En donde más duele: el culo.
Pronto llegarán los arcos dorados a Jaca. Pronto Jaca pondrá su huella ecológica faqueante (ing., fuck=joder) en las selvas tropicales.
¿Serás tú un simple PDF biológico esperando ser absorbido por el programa global de consumo anti-biosférico?
PDFs humanos ya tenemos demasiados.
Despierta y conviértete en un foco de luz en la oscuridad.
Despierta y conviértete en un foco de luz en la oscuridad.
¿Sabes tú de qué estamos hablando?
Si no, estás completamente dormido y fingiendo que gozas para conseguir un gozo que se te escapa justo en el momento que pensabas que ya lo tenías en tus manos.
¿Eres una apariencia que aparenta o aparentas que eres una apariencia de lo que no eres?
¿Dónde estás? ¿Estás donde estás o estás donde no estás?
Ecce tu problema.
¡Déjate de cobardías y conviértete en un auténtico guardián de tu niño y de sus niños (Fig. 1) en la Tierra! No sólo tú habitas en la Tierra. Hay otras especies en el planeta.
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| Figura 1. Mono nocturno (Aotus sp.) rescatado en Colombia. Fuente: Chicos. La Prensa. |
No machaques si no quieres ser machacado ya transmutado en tus hijos.
Descubre la inmensidad que rodea tu pequeña cárcel y no tengas miedo.
Descubre la inmensidad que rodea tu pequeña cárcel y no tengas miedo.
El miedo está en el fondo del saco del hombre.
Entonces, ¿eres el hombre del saco o eres el saco del hombre?
Averigua la diferencia.
Referencias
Armstrong M. M. (2007). Sacraments, Sacrifice, and Ritual: High Church Mysticism in the Letters of Jane Ellen Harrison and Prolegomena to the Study of Greek Religion. Ph.D. Dissertation, The Florida State University, Tallahassee, FL, USA. 283 p.
Armstrong M. M. (2007). Sacraments, Sacrifice, and Ritual: High Church Mysticism in the Letters of Jane Ellen Harrison and Prolegomena to the Study of Greek Religion. Ph.D. Dissertation, The Florida State University, Tallahassee, FL, USA. 283 p.
Love J. F. (1995). McDonald´s: Behind the Arches. Revised Edition. Bantam Books, New York, NY, USA. 486 p.
Sánchez S. (2013). Ramón, el Dragón de Oroel. Ilustrado por S. M. Irigaray. Edición Especial 10º Aniversario. Pirineum Editorial, Jaca (Huesca), España. 30 p.
Sánchez S. (2013). Ramón, el Dragón de Oroel. Ilustrado por S. M. Irigaray. Edición Especial 10º Aniversario. Pirineum Editorial, Jaca (Huesca), España. 30 p.
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