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| Fuente: Te interesa saber. |
Por Gundhramns Hammer
23 de abril de 2014
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No le han dado las dos piernas que le habían amputado pero parece que sí ha recibido una silla de ruedas y un buen coche. Y pueda que también una mujer voluptuosa para soltar su nudo básico. Según su testimonio, el amargado hoy día beneficiado había estado rezando al dios equivocado.
Todo ha cambiado radicalmente para un desesperado desgraciado indigente colombiano que, después de 30 años de estarle rezando a "papá dios", decidió verderle su alma al diablo a cambio de una mejor vida. En otras palabras, lo hizo para obtener una fortuna de chupóptero antibiosférico.
Al menos es lo que se destila del siguiente reportaje (Videos 1-2):
La verdadera historia que se esconde detrás de la vida del indigente y del chamán espiritista que lo ayudó a hacer un "pacto con el diablo" sólo ellos la saben.
La bolsa embolsada y desembolsada
Con o sin pacto con el diablo, de todas maneras, los humanos, con tal de tener mucho dinero, hacen cosas extrañas de verdad tales como ser un científico loco y dormido que se pasa la vida torturando ratas de laboratorio, un sofisticado ladrón legalizado que vive de la usurería por medio de su banco, un médico especializado en examinar genitales y culos hediondos a lo largo de toda su puta vida, un actor experto en lamer zonas íntimas y comer mierda en olimpíadas escatológicas cinematográficas hasta formar parte del bando de los ladrones profesionales, los mafiosos sinvergüenzas, los políticos descarados y diabólicos o los presidentes chupópteros de repúblicas exprimidas compuestas de gente comprimida, exprimida y torturada, entre otras.
Todo por la bolsa para alimentar la bolsa que eventualmente acaba embolsada y desembolsada frenéticamente en una agitada locura en la cama.
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