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lunes, 11 de febrero de 2013

LOS GORRIONES (PASSER DOMESTICUS) DESDE UNA VENTANA DEL RESTAURANTE AVIANO: PRIMERO EL EJEMPLO Y DESPUES EL VERBO

Por Gundhramns Hammer
11 de febrero de 2013


Debemos pasar de la tacañería a la generosidad, de la inacción a la acción. En este mismo instante, pues el mañana ya está aquí. 



    Una familia feliz de gorriones (Passer domesticus) en Jaca, Pirineo aragonés.



Respira profundamente. El aire te llenará los pulmones, esos órganos maravillosos que la mayoría de veces no te das cuenta que posees hasta que te enfermas. 

Hazlo ahora en este mismo instante. Sal de tu tormenta de pensamientos y por un poco de orden en tu cabeza y dirige unos cuantos a otra parte de tu cuerpo que no sean tus órganos genitales. Pon unos pocos en esos lugares de tu cuerpo, aquellos que usualmente no tomas en cuenta.

No importa lo que sea, puede ser los dedos gordos de tus pies, esas maravillas de ingeniería biológica. Siéntelos. Pero haz un poco de sentir sin pensar.

Da gracias a la vida o a Dios y veras que de verdad rico ya lo eres, más si eres uno de esos que has nacido completo del azar del viaje de la creación de un feto en el útero de tu madre. Es un milagro, siempre lo ha sido, pero hoy más que nunca, pues vivimos en un ambiente contaminado de nuestra propia construcción.

Asumo has pasado por la escuela, tal vez hayas ido a la universidad, lugares donde en vez de unirnos al Universo, continuando el trabajo de los padres si lo hicieran bien, salimos machacadamente alienados y alejados de la creación pero bien armados para hacer añicos directa o indirectamente a la naturaleza con nuestro insaciable consumismo.

Da igual que salgas hinchado con mucha información científica, pues seguramente sólo la emplearás para obtener un buen sueldo sin romperte la espalda. 

Pero conectado al todo no te sentirás. Aquí falla el sistema educativo y ya no se diga el social o familiar. Todo lo tenemos montado para joder a los demás.

Sabemos ya bastante. Tenemos las bibliotecas y la internet hasta las agallas repleta de toneladas de información de todo tipo, y cada día aumenta mucho más.  

Alguna es absolutamente inservible, sólo incita a la perdición, que es precisamente el camino que la élite quiere que cojamos, y otra es lo suficientemente valiosa como para larzarnos hacia el rumbo que deberíamos tomar a no ser que de verdad seamos absolutamente idiotas, algo que hay mucha evidencia que demuestra que lo somos, al menos los que llevan las riendas. 

La buena información que deberíamos emplear para una auténtica revolución en ecología profunda y espiritual, esa que de verdad redunde en el mantenimiento de la Biosfera del planeta y no lo contrario. 

Pero no ésa que sólo sirve para verborrear y pajear la mente de la gente con discursos ridículos y huecos que sólo alimentan la prensa y por supuesto el bolsillo de los comediantes.
  
Basta ya de pajearnos la mente. Ya es hora de pasar a la acción. Salgamos de la tacañería e inacción y pasemos a la fase de acción. Demostremos que de verdad amamos a la madre de nuestras madres: la Tierra.

Siendo así, ¿por que no echarles una mano a nuestos hermanos alados en tiempos de necesidad? 

Restaurante aviano

Nosotros estamos en ello este duro invierno en el Pirineo aragonés (España). Hemos montado un "restaurante aviano" y los gorriones comunes (Passer domesticus) están entre los principales "clientes" (Video 1).



                                Video 1. Restaurante para aves en Jaca (España).



El campo está cubierto de nieve en estos momentos y los animales, esos pocos que han sobrevivido el arrebato de sus tierras y la colonización del hombre a través de los siglos en Europa, pueda que sean los últimos, la pasan mal.

Perfectamente podrían ser los últimos de su especie y no nos enteraremos hasta que venga algún científico que nos lo diga, pues desgraciadamente su trabajo, con pocas excepciones, es sólo registrar lo jodida que va la naturaleza. 

Recordemos que hará un poco más de un siglo eran unos 9 billones de palomas pasajeras (Ectopistes migratorius) las que una vez poblaran las praderas de Norte América y hoy ya no queda ni una sola. Todo por culpa de nuestra especie, el Homo sapiens, que sí actúa muy bien insapiens.

Nos cuentan un vecino de Jaca (Huesca, España) que hace unos 50 años su abuelo cogía hasta 200 gorriones comunes (Passer domesticus) diariamente para escabercharlos para el invierno.  

Es sorprendente que todavía haya gorriones pero no sabemos por cuanto tiempo aguantarán más.

No tenemos la menor duda que nosotros los humanos estamos implicados en el descenso de las poblaciones de este bellisismo pajarillo. Ciertamente, en Europa Occidental, este gorrión común (Passer domesticus) está en retirada. ¡Qué pena!  

Su declive en varios países europeos occidentales se debe a varios factores: radiación electromagnética (Balmori & Hallberg, 2007); falta de suficientes invertebrados en la dieta para los polluelos en las áreas urbanas, correlacionado con demasiada limpieza vegetal en los jardines urbanos (Vincent, 2012); uso excesivo de insecticidas en los cultivos y jardines; demasiada limpieza en las calles de las ciudades, carestía de lugares adecuados para anidar; carestía de alimento disponible durante el invierno o durante la época reproductora en el verano (Gil-Delgado et al., 2002); entre otros. 

Por supuesto, sin que falte nuestra apatía y desinterés, apartando las excepciones, por el bienestar de las aves o cualquier animal silvestres. Y cuando hay interés es para joderlos con la escopeta o torturarlos en la famosa frase "para el bien de la humanidad" con la ciencia, una visión ridículamente corta pues nosotros los Homo insapiens, queda más acertado que sapiens dado el estado de la mala salud del planeta, sólo somos una de las miles de especies que habitan este planeta.

A lo que debemos también agregar nuestra ignorancia y falta de respeto y, sobre todo, si lo queremos ver desde el punto de vista económico, la falta de visión futurística. 

Desde esta perspectiva, la económica, la biodiversidad es dinero y constante y sonante en el banco. 

Sólo debemos pensar que hace poco un equipo de científicos chinos (Fang et al., 2012) ha estado estudiado las heces de pandas gigantes (Ailuropoda melanoleuca) para identificar las bacterías con potencial degradador de lignina, un polímero muy abundante en el mundo vegetal y para el cual ningún mamífero posee genes para metabolizarla.  

Estas bacterias fecales de las pandas gigantes son de enorme potencial en la industria de la biotecnología, especialmente en el campo de los biocombustibles (biocombustibles celulósicos), a base de lignocelulosa en los tallos de maíz (Zea mays), chips de madera y ciertas gramíneas de las praderas de Norte América (Panicum virgatum).

De tal manera que si no hubiese habido pandas gigantes los investigadores no hubieran podido elaborar una biblioteca metagenómica de las bacterias degradadoras de lignina encontradas en el intestino de estos mamíferos ni tampoco estaría la posibilidad de fabricar biocombustibles celulósicos.

Quién sabe los aportes comerciales para la biotecnología que podrían aportar los gorriones comunes (Passer domesticus), desde el punto de vista frío de la economía. Después de todo el hombre sólo entiende el sonido de la plata. Y si no le ve rendimiento económico a algo, no mueve el culo para su conservación.

Lo que sí no debemos olvidar, es que los gorriones comunes son magníficos controladores de plagas de insectos y ésto es algo que no lo sabemos aprovechar en la agricultura ecológica (von Österreich und von Toskana, 2012). 

Por otro lado, los gorriones son buenos modelos del estudio de las adaptaciones genéticas de las especies en ambientes urbanos. Por ejemplo, García Antón (2013) ha estudiado la plasticida genética del gorrión común (Passer domesticus) en el centro de España.

Además, cualquier animal que vive en el entorno artificial de nuestras ciudades desempeña un papel importantísmo: funciona como un bioindicador de la salud ambiental. Cualquier problema medio ambiental que ocurra, los animales silvestres que habitan en las ciudades nos darán la señal de alerta; ésto es si les prestamos la debida atención. 

Así lo dice la  National Research Council (1991), que "los animales son sentinelas de los peligos medio ambientales." En este sentido, McLean et al. (1963) han utilizado al gorrión común (Passer domesticus) como sentinela del virus de la encefalitis en San Luis, Missouri, Estados Unidos.

Ya en este mismo momento nos están dando las señales de que las cosas no van bien pero no les escuchamos. Estamos demasiado ensimismados como para prestarles atención. En este respecto somos muy cortos, absolutamente "topados", una expresión centroamericana que expresa que la cabeza ya no da más, o mejor dicho, somos idiotas

Considerando la situación ante la que se enfrentan las aves por culpa de nuestra invasión y acaparo de sus hábitats para encementarlas y la falta de alimento en los campos durante el invierno, nosotros damos de comer a los gorriones comunes (Passer domesticus) y a otras aves en Jaca (España) (Video 1). A nuestro restaurante aviano llegan incluso milanos (Milvus milvus) (Video 2).


      Video 2. Milanos (Milvus milvus) visitan el restaurante aviano en Jaca (España).

 

Y pobres nosotros si esta preciosa especie de pájaro llegara a desaparecer del todo ante nuestros propios ojos. Nosotros no aguantaríamos un mundo sin aves

Sin nuestros amigos alados no somos nada. Son una tuerca importante del motor de la nave espacial llamada Tierra.

Tenemos una familia de gorriones comunes (Passer domesticus) (Video 1) en nuestro jardín. Todas las mañanas los observamos atentamente desde la ventana y cada día nos da mucha alegría que aún están aquí, vivos, acicalándose las plumitas y alegres

Decimos alegres porque no dudamos que alegría sienten, pues lo que nosotros sentimos era de ellos primero. Es una continuidad evolutiva esta cuestión de sentimientos.

No deseamos verlos el día de mañana sólo en videos o películas, o preservados en el museo. Los queremos ver llenos de vida, saltando de rama en rama, volando de aquí para allá y trabajando afanadamente por la Tierra. 

Los gorriones comunes (Passer domesticus) y los demás aves y el resto de organismos son perfectos trabajadores del mantenimiento de la Biosfera, esa capa fina que sujeta la vida sobre el planeta Tierra.

Ellos son absolutamente "verdes"

¿Y nosotros? Sólo hablados de lo mucho que sabemos y no de lo que no sabemos porque sabemos sólo algo de lo que no sabemos pero no sabemos actuar porque no sabemos cómo conducirnos con lo que ya sabemos y dónde colocar el sabemos del sabemos que no sabemos porque entonces sí estaría bien colocado y podríamos decir que lo sabemos.

Los pájaros saben de lo que no saben porque saben ser parte del todo y asimismo saben lo que deben saber hacer. Los pájaros saben lo que deben saber hacer y lo saben hacer muy bien.

Y tú si sabes lo que debes saber hacer para cuidar de la Tierra, ¿qué estás esperando para actuar?


Agradecimientos

Extendemos nuestros sinceros agradecimientos a los hermanos D. José M. y Dª Antonia Sánchez Trullén, por brindar amablemente el transporte de los alimentos para las aves a casa; a éstos y a D. Cipriano Muñoz Trullén, por prepararnos el rincón donde vivir y escribir; a D. Pablo López Mayayo, por aportar información sobre los gorriones en épocas de antaño y a la nieve, los ratones y todos los seres alados en el jardín por brindarnos su inspiración para escribir estas líneas. Gracias a todos.



Referencias

Balmori A. & Hallberg Ö (2007). El declive urbano del Gorrión Común (Passer domesticus): Un posible vínculo con la Radiación electromagnética. www.avesde uruguay.com, 12 p.

García Antón (2013). Gorrión de campo y gorrión de ciudad: el ambiente como modelador fenotípico de las especies. El caso del Gorrión Común Passer domesticus en el centro de España. Tesis de Máster, Universidad Autónoma de Madrid y Universidad Complutense de Madrid, España. 44 p.

Fang W., Fang Z., Zhou P., Chang F., Hong Y., Zhang X., Peng H. & Xiao Y (2012). Evidence for Lignin Oxidation by the Giant Panda Fecal Microbiome. PLoS ONE, 7 (11): 1-10. 

Gil-Delgado J. A., Vives-Ferrándiz C. & Tapiero A. (2002). Tendencia decreciente de una población de Gorrión Común Passer domesticus en los naranjales del este de España. Ardeola, 49 (2): 195-209.

McLean R. G., Mullenix J., Kerschner J. & Hamm J. (1963). The house sparrow (Passer domesticus) as a sentinel for St. Louis encephalitis virus. Am. J. Trop. Med. Hyg., 32 (5): 1120-1129. (Abstract)

National Research Council (1991). Animals as Sentinels of Environmental Hazards. National Academy Press, Washington, D.C., USA. 160 p.

Turner J & D´Silva (Eds.) (2006). Animals, Ethics and Trade: The Challenge of Animal Sentience. Earthscan, London, UK. 286 p.

Vincent K. E. (2005). Investigating the causes of the decline of the urban House Sparrow Passer domesticus population in Britain. Ph.D. Thesis, De Montfort University, Leicester, UK. 302 p.

von Österreich und von Toskana H. G. (2012). Nunca Aprendemos las Lecciones: Los Gorriones son Hilos que Sujetan la Biosfera. http://instbioingecosist.blogspot.com.es/2012/01/nunca-aprendemos-las-lecciones-los.html. Consultado 11 febrero 2013. 

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