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| Dr. Manuel Enrique Araujo, Presidente de El Salvador (1911-1913). Fuente: Wikipedia. |
Por Gundhramns Hammer
2 de enero de 2016
En una entrevista, la Sra. Conchita Kuny, bisnieta del Dr. Manuel Enrique Araujo, Presidente de la República de El Salvador entre 1911 y 1913, dijo lo siguiente (Video 1):
"Yo lo que siempre recuerdo desde que estaba pequeña es que mi madre nos contaba a todos nosotros, la manera cómo él había fallecido, que lo habían asesinado y que era por cosas políticas, intereses, porque él no dejaba que el país se endeudara, él eso nunca lo consintió."
Video 1. El magnicidio del Dr. Manuel E. Araujo, Presidente de El Salvador (1911-1913). Uploaded by Crónicas El Salvador.
El caso del magnicidio del Dr. Manuel Enrique Araujo (Video 1) deja entrever varios detalles interesantes que son una cuerda que puede unir el pasado con el presente cuando se toman en detenida consideración, sabiendo sumar dos más dos cuando hay más de dos más dos para sacar a la vista lo que está escondido de la vista, lo que sumado, suma mucho más que dos más dos, aunque se hayan perdido de vista.
Primero. Tanto ayer como hoy, un presidente de un país cualquiera que se haya opuesto o se oponga a los designios de la banda de banqueros usureros de la Mano Escondida cuyo gran objetivo ha sido y aún es el dominio económico mundial, que no quepa duda que no duró, duraría ni durará mucho en el poder.
Un individuo así no conviene a la agenda secreta de la Mano Escondida. Tarde o temprano lo harán borrar del mapa, ya sea por métodos clandestinos como envenenamiento o directamente, por asesinato en plena luz del día.
Segundo. La estatua - que estuvo colocada durante "casi tres décadas" sobre su tumba, "un mausoleo negro de piedra" del Dr. Araujo, es ahora "representativa del pueblo salvadoreño" como imagen del Salvador del Mundo que se encuentra en la Plaza de las Américas, mejor conocida como "la Plaza del Salvador del Mundo", según el investigador histórico Carlos Cañas Dinarte - es una buena pista.
Esto ya es suficiente para poder arrojar un poco de luz a este caso.
Por supuesto, esto es asumiendo que un investigador experto en historia haya estudiado bien a fondo el fondo del fondo del fondo y trasfondo de la historia universal, arriba y debajo de la vista de los humanos en la Tierra.
La solución es elemental, mi querido Watson
Elemental, mi querido Watson... ¿qué os dice el detalle de la estatua sobre la tumba al respecto para resolver el caso?
A lo que el Dr. Watson contesta a Sherlock Holmes:
- No tengo ni una sola idea.
Holmes, enfadado contesta:
- ¡Watson, estáis ciego o qué! ¿No podéis ver el hilo del martirio que conduce a los que le sacan mucho partido al martirio para vivir del cuento de los que sufrieron martirio en el cuento de la historia contada según convenga la historia para su historia de la historia en la historia?
Y continúa Holmes:
- Os dejo esa tarea para que rumiéis un poco. ¡Y no olvidéis sumar a esta suma lo secretamente sumado y consumado en la recién pasada "Guerra Civil" en ese país, por supuesto sin creeros en ningún momento lo que os cuentan sobre este reciente cruento cuento a los que les pagan para que cuenten este cuento según convenga contar el cuento para su cuento, remató Holmes.
En fin, hay que imitar a las gallinas en plena libertad: debemos aprender a separar el grano de la paja.
Y esto también es aplicable para los humanos. Hay de todo en la viña del Señor.
Los hay buenos, los menos.
Y los hay malos, muchos. A veces demasiados.
De estos últimos ¡líbranos, Señor!
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