Ingrediente
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Observaciones
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Efecto
en la salud
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Almidón de
maíz
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Generalmente
obtenido de maíz transgénico, en cuyo cultivo se emplean herbicidas
(glifosato, atrazine, S-metolachlor, nicosulfuron, mesotrione, etc.) e
insecticidas (terbufos, thiodicarb, methomyl, indoxacarb, permethrin, cyfluthrin, etc.).
Por lo
tanto, contiene residuos de insecticidas y herbicidas.
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Su consumo
puede causar alergias, dolores de cabeza, picazón en el ano y el área
perianal, hemorroides, dolor de estómago, estreñimiento, dolor abdominal en
el área de la apéndice (confundible con apendicitis), artritis, problemas
renales, síndrome de las piernas inquietas, entre otros. El exceso puede
provocar apendicitis. Produce efectos mutagénicos y citotóxicos.
Altera la
microbiota intestinal.
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Huevo
líquido pasteurizado
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Producto obtenido
a partir de huevos de gallinas arsenicadas, hormonadas, torturadas y
alimentadas con piensos fabricados a base de soja y maíz transgénicos, los
cuales contienen residuos de herbicidas, fungicidas e insecticidas.
El huevo
líquido pasteurizado usualmente contiene otros productos alimenticios (e.g..,
grasa de cerdo) y conservantes añadidos durante el proceso de pasteurización
[ácidos (sórbico, benzoico y láctico), sulfato de aluminio, peróxido de
hidrógeno, citrato de sodio, epóxidos (óxido de etileno y óxido de
propileno)], los cuales pueden reaccionar con las proteínas de los huevos y
producir clorhidrinas), triacetin (TA), sulfato de lauril de sodio (SLS),
citrato de trietil (TEC), fosfato de trietil (TEP) (U.S. Department of
Agriculture, 1969).
Además, las
latas que contienen el huevo líquido pasteurizado (sofisticado) son sometidas
a radiación ionizante (UV; rayos beta, gama y X) para destruir bacterias (Salmonella
spp.) (U.S. Department of Agriculture, 1969; Mossel, 1960).
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Puede causar
diarrea, alergias, asma, bronquitis, alergías cutáneas, problemas del riñon,
hiperactividad, nauseas, alteraciones emocionales, artritis, Mal de
Parkinson, autismo, enfermedad de Alzheimer, varios tipos de cáncer (hígado,
huesos, riñón, mama, testículos, ovarios), entre otros problemas médicos.
Su consumo
lleva el riesgo de contraer Salmonella (S. enteritidis, S.
typhimurium, S. senftenberg).
Altera la
microbiota intestinal.
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Azúcar
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Obtenida de
caña de azúcar (Saccharum officinarum) o remolacha azucarera (Beta
vulgaris).
Azúcar de
caña: Procedente de cultivos donde se utilizan decenas de
productos químicos: herbicidas [glifosato, pendimethalin, dicamba (ácido
3,6-dicloro-2-metoxibenzoico), diuron, trifuralin, carfentrazone-ethyl,
atrazine, krismat, dual gold 960EC, sunstar 15WG, etc.], insecticidas
(orchex, actara 25WG, kurifost 40EC, ethion, furadon, curacron, asophate,
confidor, jozer 202SL, etc.), y el famoso madurador ethephon o etefón (ácido
2-cloroetilfosfónico), el cual es un regulador de crecimiento vegetal, y cuya
función al aplicarlo es acelerar el proceso de maduración de la caña de
azúcar.
Azúcar de
remolacha: En el cultivo de la remolacha azucarera se emplean una
gran variedad de herbicidas (gramoxone, pyramin DF, poast, select, outlook,
stinger, nortron SC, ro-neet, eptam, teflan, betamix, pogress, etc.),
insecticidas (malathion, terbufos, benomyl, lambda-cylalothrain, carbofuran,
carbosulfan, thiram, phoxim, imidacloprid, fenthion, methidathion,
cypermethrin, etc.) y fungicidas (stratego, laredo, eminent, topsim M, gem,
headline, disperss, microthiol).
Y el
refinamiento o proceso de sofisticación del azúcar en la fábrica
(ingenio) implica una serie de procesos donde se utilizan ciertos compuestos
químicos (dióxido de azufre, hidróxido de sodio, fosfato de sodio, ácido
fosfórico, dióxido de carbono, hipoclorito de sodio) para obtener el producto
que todos conocemos, azúcar blanco.
No debemos
olvidar que durante el proceso de la preparación del azúcar refinado se suele
utilizar carbón de huesos de animales para filtrar el licor base
extraído de la caña de azúcar en el ingenio.
Las fábricas
de carbón animal no utilizan el cráneo ni la espina dorsal para
prevenir cualquier contaminación por animales con el “mal de las vacas
locas” (encefalopatía espongiforme bovina, BSE) cuyos priones
(partículas proteínicas infecciosas) se cree está implicados en causar la
enfermedad llamada enfermedad variante de Creutzfeldt-Jacob,
(vCJD) en los humanos al comer carne infectada.
Considerando
que el periodo de incubación de los priones es largo, por ejemplo, los
priones que infectan a los humanos tienen una incubación que puede exceder
los 50 años (Collinge et al., 2006), nadie sabe si los huesos, la médula ósea o los residuos de carne
adheridos a los huesos para fabricar el carbón animal proceden de vacas con
priones de BSE en etapa de incubación y por lo tanto están contaminados con
priones que causan la BSE
y luego puedan provocar la vCJD en humanos. Simplemente se asume que no hay
peligro.
Para
preparar el carbón animal, los huesos son sometidos a altas
temperaturas (400-500 ºC)
en hornos de la fábrica.
Pero hay un
problema. Los priones de la BSE
son resistentes a altas temperaturas, sustancias químicas corrosivas,
radiación ionizante y ultravioleta.
Se necesitan
temperaturas igual o mayores a 1000 ºC para desactivar los priones (e.g., el
prion de la scrapie o tembladera de ovejas; Brown, et al., 2000) y aún
así existe el riesgo de contaminación.
Los priones
del mal de las vacas locas (BSE) pueden ser sólo desactivados
siguiendo rigurosos protocolos de laboratorio pero no destruidos. Los priones
de la BSE
son practicamente indestructibles.
Por otra
parte, los biotecnólogos ya han creado caña de azúcar transgénica,
resistente a gusanos barrenadores (Insecta: Lepidoptera: Diatraea spp.)
que dañan las plantas (Arencibia et al., 1997).
Los expertos han incorporado ciertos genes
mata-insectos (genes de la δ-endotoxina) de la bacteria Bacillus thuringiensis
(Bt) en la caña de azúcar, de tal manera que la planta produce su
propio insecticida contra el gusano. Una caña
de azúcar
transgénica es más bien un paquete de insecticida.
La caña de
azúcar Bt transgénica requiere menos fumigaciones de insecticidas.
También hay remolachas
azucareras transgénicas, resistentes o tolerantes a herbicidas como
glifosato (Märlander, 2005; Kniss, 2010), imidazolinone (Kishchenko et al.,
2011), phosphinothricin (glufosinato) (Kishchenko et al., 2005) o
tolerantes a la sal (Liu et. al., 2008).
Por lo
tanto, el azúcar procedente de ambas plantas (caña de azúcar y remolacha
azucarera) está contaminado con residuos
dañinos para la salud. Este azúcar está faqueado (fucked up).
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El azúcar
refinado es una droga y un veneno. Es una de las sustancias más dañinas para
la salud. Es sabroso al paladar pero extremadamente faqueante (to
fuck up, joder) para la salud.
El exceso de
su consumo convierte a los humanos en bichos temperamentales, peresozos y hambrientos.
La Dra. Nancy
Appleton (2011) ha señalado 146 razones de porque el azúcar arruina la salud
de cualquier persona.
Según
Appleton (2011), el azúcar causa una gran variedad de enfermedades, entre las
que están: inhibición del sistema inmunológico, provoca deficiencias de cobre
y cromo, interfiere en la absorción del magnesio y el calcio, provoca un
aumento rápido de la adrenalina, daña el páncreas causado diabetes tipo 1 y
2, está ligado al desarrollo de cáncer de varios tipos (páncreas, pecho, ovarios, próstata, recto, tracto
biliario, vesícula biliar, pulmones y estómago), contribuye a la obesidad,
causas dolores de cabeza y migraña, debilita la vista y causa cataratas y
miopía, produce várices, provoca hemorroides, causa artritis, conduce a
osteoporosis, produce síndrome de piernas inquietas, puede provocar caries y
gengivitis, provoca trastornos hormonales, causa depresión, provoca ansiedad
e irritabilidad, induce crisis epilépticas, produce fatiga crónica, resta
elasticidad y funcionalidad a los tejidos, produce alergias alimentaria y
conduce a enfermedades cardiovasculares.
En los
niños, el consumo de azúcar causa hiperactividad, ansiedad y dificultad de
concentración.
En la
mujeres, el azúcar aumenta el crecimiento del hongo Candida albicans,
el agente causante de la enfermedad candidosis vaginal.
Adicionalmente,
existe el riesgo de contraer priones de BSE al consumir azúcar blanco,
en cuya preparación se haya utilizado carbón animal de vacunos infectados
con BSE. En otras palabras, comer azúcar podría volverte loco, acabar con
la enfermedad de las vacas locas.
El consumo
de azúcar es un vicio que crea adicción como las drogas. Avena et al.
(2008) han aportado evidencia de la base conductual y neuroquímica de la
adicción al azúcar.
Entre el
azúcar blanco y la carne, ¿no será debido a su consumo que la gente ya está
practicamente loca?
Finalmente,
el azúcar altera la microbiota intestinal.
El libro de
Dufty (1975) es una de las mejores obras sobre el azúcar, desde cualquier
punto de vista. Recomendamos su lectura.
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Margarina
(grasas)
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Fabricada de
la manteca de los animales (vacas, cerdos, ovejas) del matadero o de origen
vegetal, pero en este caso suele indicarse y no está especificado en el
envase como producto vegetal.
En ambos
casos, existe el problema de residuos de xenobióticos.
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Produce
dolores de cabeza, artritis, problemas cardíacos, inflamación intestinal,
cáncer de colon, cáncer cerebral, almorranas, etc.
Altera la
microbiota intestinal.
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Aceites
vegetales
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Aceites
procesados generalmente obtenidos de aceite de girasol, soja y maíz
transgénicos (Ver Almidón de maíz en esta tabla) y palmera aceitera (Elaeis
guineensis). Ver Colorante en esta tabla.
Son
productos contaminados con residuos de herbicidas, insecticidas y fungicidas.
Además, en
el proceso de refinado se utilizan hidrocarburos (e.g., hexano).
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Dolores de
cabeza, problemas renales y cardíacos, cáncer de mama, cáncer de testículo,
cáncer de colon, dolor en las articulaciones, artritis, etc.
Altera la
microbiota intestinal.
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Agua
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El agua
usualmente procede de fuentes contaminadas (shiteadas,mierdeadas) por
el hombre (Homo insapiens), luego es sometida a un proceso de
potabilización y al final es “purificada” con cloro.
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El agua
clorada ingerida o absorbida cutáneamente puede causar cáncer de riñones y
vejiga, tumores cerebrales, efectos mutagénicos y citotóxicos.
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Aromas
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Este es uno
de los tantos nombres que tiene el glutamato monosódico o monosodium
glutamate (MSG).
El MSG fue
aislado de una alga marina (Laminaria japonica) por el Dr. Kikunae
Ikeda, un japonés de la Universidad Imperial de Tokio por primera vez
en 1908. Este científico y su amigo farmacéutico Saburosuke Suzuki montaron
en 1909 la Compañía
Ajinomoto para explotar su invento, de aquí viene a que
el MSG sea conocido como Ajinomoto en Oriente; una palabra que en
japonés significa esencia del paladar.
El MSG fue
introducido en los 1930s en los Estados Unidos, pero al princípio no tuvo
buena aceptación.
En 1948, se
reunieron el jefe intendente de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y los
gerentes de las más grandes empresas alimentarias estadounidenses en el
Hotel Steven
en Chicago y celebraron un simposio (Schwartz, 1999).
El principal
propósito de la reunión era cómo hacer más sabrosas las raciones de comida
del ejército y para ello echaron manos del MSG de los Orientales.
Este fue el
punto de partida de la industria multimillonaria del MSG en el mundo entero.
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El MSG es
problamente uno de los aditivos más peligrosos para nuestra salud utilizado
en la industria alimentaria, con la venia de sanidad.
El MSG está
prácticamente en todos los alimentos procesados.
En
individuos sensibles, el MSG causa múltiples síntomas: alergias, hinchazón de
la lengua, acidez gástrica, (agruras, acidez o pirosis), reflujo
gastroesofágico, ardor en el estómago, dolores de estómago, calambres
estomacales, nausea, vómito, dolores de cabeza, migraña, dolores musculares,
dolores en las articulaciones, pérdida de memoria, altibajos emocionales,
mareos, fatiga, problemas oculares, dificultad de respiración, brazos y
piernas dormidos, debilidad, hiperactividad (niños), asma, ataques
epilépticos, esquizofrenia, obesidad, dolor en el pecho, problemas cardíacos
(en algunos casos pueden confundirse con infarto cardíaco), trastorno de los
órganos reproductores, depresión, insomnio, inflamación del colon, dolores abdominales,
picazón en el ano y área perianal, almorranas, síndrome de piernas inquietas,
picazón en la planta de los pies y un largo etcétera (Schwartz, 1999).
El MSG
produce cáncer, venas varicosas y altera la microbiota intestinal.
A pesar de
que el consenso general sobre sales de glutamato como aditivos alimentarios
considera que el MSG es inócuo (e.g.,
Beyreuther et. al., 2006),
nosotros consideramos que Schwartz (1999) ha dejado claro que el MSG no es
nada bueno para la salud.
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Colorante (beta-caroteno)
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Agente
colorante conocido como E-160e [beta-apo-8´-carotenal (C30)]. Es un
producto sintético.
El beta-caroteno
natural es un miembro del grupo de los carotenoides, compuestos
liposolubles y pigmentados (anaranjados, rojos, amarillos). Este, junto con
los carotenos alfa y gama, son pro-vitaminas, es decir
se pueden convertir en vitamina A, la cual es muy importante para la salud.
El beta-caroteno
está presente de manera natural en hortalizas (e.g., zanahorias) y frutas
(e.g., calabazas, batatas) de color anaranjado y rojo, cereales, granos y
aceites.
El beta-caroteno
utilizado en la industria alimentaria es extraído de la fruta de la palma
aceitera (Elaeis guineensis) cuyo cultivo extensivo está implicado en
la destrucción de las selvas tropicales y la biodiversidad; de maíz
transgénico o a base de fermentación utilizando hongos (Blakeslea
trispora, Serratia marcescens, Saccharomyces cerevisiae, Rhodotorula
spp.) y de cultivos de algas (Haematococcus pluvialis, Dunaliella
bardawil, D. salina).
Generalmente,
la industria alimentaria utiliza un beta-caroteno completamente
artificial y químicamente diferente del extraído de fuentes naturales.
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Personas que
consumen una buena cantidad de frutas y verduras ricas en carotenoides tienen menor riesgo de cáncer.
Pero el beta-caroteno
sintético, la forma encontrada en los suplementos vitamínicos en los
supermercados, no es recomendable, pues tiene el efecto contrario.
El beta-caroteno
(sintético) puede causar alergias y dolores de cabeza.
El beta-caroteno
era considerado hasta hace poco inócuo pero recientemente se ha encontrado
que interactúa con etanol. La combinación de beta-catoteno y etanol
produce hepatotoxicidad (Leo & Lieber, 1999).
Además,
fumadores de tabaco que también consumen etanol y suplemento de beta-caroteno
tienen más riesgo de contraer cáncer de pulmón (Leo & Lieber, 1999;
Russell, 2002; Netzer, 2000).
Según la
evaluación de la
European Food Safety Authority (2012), β-apo-8´-carotenal
(E-160e)
puede producir trastornos del sistema reproductor, riesgo de cáncer y
efectos mutagénicos y citotócicos en animales experimentales.
El
beta-caroteno sintético altera la microbiota intestinal.
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Semillas de
lino
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Las semillas
de lino (Linum usitatissimum) son utilizadas ampliamente en la industria
alimentaria.
Existen
varias variedades de lino, entre ellas está la FP967, conocida tambien como CDC
Triffid, la cual es transgénica (GM). Este GM lino ha sido encontrado en
los controles de los productos de cereales y panadería en 10 países europeos,
incluyendo Alemania, donde ya llevan varios años cultivándola.
Uno de los
principales problemas del cultivo del lino es el control de las “malas
hierbas” y las plagas de insectos y hongos.
Bromoxynil,
MCPA (ácido 2-metil-4-clorofenoxiacético), bromoxynil+MCPA, glifosato, aim
(carfentranzone), spartan (sulfentrazone), curtail M (clopyralid+MCPA),
clethodium, sethoxydim, dexel defol (clorato sódico), dicamba (ácido
3,6-dicloro-2-metoxibenzoico) son algunos de los herbicidas empleados en las
plantaciones de lino.
Entre los
insecticidas están malathion, telone y varios productos a base de piretrina.
Y picoxystrobin es un efectivo fungicida muy a menudo empleado en el cultivo
de lino.
Por lo
tanto, cualquier producto derivado de lino está contaminado con residuos de
insecticidas, herbicidas y fungicidas.
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Las semillas
de lino contienen glucósidos cianogénicos (linustatin, neolinustatin y
linamarin), antagonista de la vitamina B 6, ácido fítico, el cual
inhibe la absorción de calcio y cinc. Los primeros pueden hidrolizarse a
cianuro de hidrógeno, siendo éste un potente inhibidor de la respiración
celular (Prasad, 2003).
Sin embargo,
la cantidad de estos compuestos es pequeña cuando las semillas de lino son
usadas y se supone que es eliminada en los productos de panadería, de acuerdo
a Prasad (2003).
Por otra
parte, las semillas de lino poseen actividades farmacológicas que reducen el
estrés oxidativo en las células y por lo tanto reducir el desarrollo de
enfermedades cardíacas (arteriosclerosis hipercolestorémica). El ácido
alfa linolénico, por ejemplo, produce efectos antiinflamatorios
(Prasad, 2003).
Según Prasad
(2003), las semillas de lino también poseen lignanos de efecto anticancer.
En general,
las semillas de lino están libres de sustancias tóxicas. Sin embargo, existe
la posibilidad de que cause alergias en casos de personas alérgicas a los
fitatos.
Pero si los
productos o subproductos elaborados a base de semilla de lino contienen
residuos xenobióticos pueden causar alergias, migraña, dolores en las
articulaciones, pérdida de memoria, diarrea, cáncer (hígado, colon,
testículo, mama), problemas renales, etc.
Las semillas
de lino con xenobióticos pueden alterar la microbiota intestinal.
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Fibra
vegetal
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Celulosa
(polisacárido) procesada de árboles.
Conocida como Hidroxipropilmetilcelulosa (hipromelosa,
HPMC), metilhidroxipropilcelulosa (MHPC), o metiletilcelulosa (E-465),
sustancias orgánicas químicamente
modificadas y preparadas
comercialmente a base de la celulosa de la madera de los aserraderos.
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Causa
problemas en el intestino grueso (diarrea, hinchazón o estreñimiento).
Altera la
microbiota intestinal.
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Levadura
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Generalmente
extraída de hongos transgénicos (Rhizopus spp.)
Los términos
extracto de levadura o levadura autolizada son disfraces para el MSG
(Ver Aromas en esta tabla).
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Puede causar
alergias (picazón en la piel), dolores de cabeza y problemas respiratorios
(bronquitis y asma).
Altera la
microbiota intestinal.
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Sal
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La sal
natural es una sustancia químicamente denominada cloruro de sodio.
Su origen
puede ser el mar o de minas de sal.
Si es
natural está compuesta de 84% de cloruro de sodio y de 16% de trazas de otros
minerales naturales (fósforo, vanadio, etc.) mientras que la sal sofisticada
o procesada contiene casi el 98% más un 2% de aditivos antropogénicos
(antiaglomerantes, agentes reológicos, etc.) tales como carbonato de calcio,
carbonato de magnesio, polisorbatos,
silicato de calcio, aluminosilicato de sodio y ferrocianuro. Los dos
últimos son peligrosos para la salud.
La sal sofisticada
también contiene un poco de yodo y un 35% que puede ser fluoruro de sodio,
fluoruro de potasio o cloruro de potasio; o sea es sal fluorizada o
caliunizada, la que constituye la fuente de la sal de la gran mayoría de
gente a través de los alimentos sofisticados.
Y lo que
faltaba, hoy ya tenemos sustitutos de la sal natural, como por ejemplo el Senomyx,
Novoxal Light, etc., a los cuales se les pone el disfraz de sabores
artificiales y sanidad les da luz verde.
Para mayor
detalle sobre los sustitutos de sal aprobados por sanidad recomendamos
consultar el Codex General Standard for Food Additives (FAO, 1995, p.
289).
Los
sustitutos de la sal son un negocio multimillonario donde vamos a encontrar a
grandes compañías. Por ejemplo, el club fabricante de Senomyx
incluye al Grupo Ajinomoto [el mayor fabricante de MSG (Ver Aromas en
esta tabla)], PepsiCo, Cadbury/Kraft, Nestlé, Firmenich (suizos fabricantes
de sabores artificiales y perfumes), Solae (fabricante de alimentos derivados
de soja, incluyendo barritas y formula para bebés), y Campbell´s Soup
(Burdett, 2011).
Estas sales
artificiales y una gran cantidad de potenciadores del sabor son producto de
investigaciones biotecnológicas llevadas a cabo utilizando células madre
estraídas de fetos humanos abortados o procedentes del mercado negro de
partes de humanos.
Antes de la
era atómica la sal era extraida de mares sanos pero en la actualidad ya no es
el caso, hoy los océanos han sido contaminados con metales pesadors
(mercurio, cromio, cadmio, etc.), herbicidas, insectididas, mierda humana,
residuos industriales de todo tipo y, para acabarlos de joder, han sido
utilizados como vertedero de barriles con desechos radioactivos y bañados por
la radioactividad de los desastres de Chernobyl y Fukushima, más los miles de
artefactos nucleares explotados por el primate mierdero que se hace llamar “Homo
sapiens” (Video).
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La sal
natural es necesaria para el metabolismo, pues le brinda al cuerpo dos elementos esenciales, el sodio y el cloro.
A pesar de
que la sal tiene mala fama de que está implicada en aumentar el riesgo de
infarto cardíaco, los estudios más recientes han demostrado que si se reduce
el consumo de la sal hace todo lo contrario, incrementa el peligro de un
ataque cardíaco.
La culpa no
la tiene la sal sino el exagerado consumo de azúcar refinado. Según la Fundación
Weston A. Price (WAPF),
el excesivo consumo de sodio puede aumentar la presión arterial en algunos
individuos, pero en la mayoría de personas un incremento de sal no aumenta la
presión arterial de la mayoría de personas.
El Dr. Mercola (2012) señala que si se restringe el
consumo de sal puede dar origen a una amplia gama de enfermedades incluyendo
diabetes 1 y 2, debilitamieno de los huesos, pérdida de abilidades cognitivas,
alteraciones del desarrollo neurológico de los niños, bajo peso de los recién
nacidos e hiponatremia, caracterizada por pérdida de energía, debilidad
muscular, dolores de cabeza, confusión, alucinaciones, nerviosismo, nausea,
vómito, incontinencia urinaria, calambres, ataques epilépticos, pérdida de
conciencia y coma.
Si la sal
procede de aguas marinas contaminadas con radioactividad o desagües
industriales cercanos a las salineras, su consumo causa una gran variedad de
problemas médicos (cáncer, mutagenicidad, citotoxicidad, etc.)
Se sospecha
que los sustitutos de sal y la sal sofisticada causan cáncer.
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Espesante
(E-415, E-464)
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E-415: Goma
xantana. Se obtiene de la fermentación del azúcar y las melazas
(glucosa), usualmente de maíz transgénico, por medio de bacterias
transgénicas (Xanthomas campestris).
E-464: Hidroxipropilmetilcelulosa.
Preparado comercialmente de la celulosa de la madera de los aserraderos, es
decir de troncos de árboles, químicamente modificada en la fábrica.
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E-415:
Puede causar alergias.
E-464:
Causa problemas en el intestino grueso (diarrea, hinchazón o estreñimiento).
Ambos
alteran la microbiota intestinal.
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Emulgente
(E-471, E-481)
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E-471:
Este aditivo es una sustancia que está entre los llamados monoglicéridos y
diglicéridos de los ácidos grasos.
Estos son
compuestos de esteres del glicerol, un subproducto de la fabricación del
jabón, extraído agregándole soda cáustica a grasas de animal o aceites
mezclados.
E-471 es
usualmente obtenido artificialmente de lecitina de soja. La lecitina
se encuentra naturalmente en todos los seres vivos.
La lecitina
comercial, también llamada vitelina, lecitol, calecina y
granulestina, incluyendo la llamada “lecitina de soja”,
generalmente es obtenida de la soja (Glycine max), de la yema
de huevos o de los sesos y el hígado de animales del matadero.
Estos
subproductos de animales son modificados químicamente y aprovechados para la
venta en el mercado.
La lecitina
de soja es también producida artificialmente de una mezcla de glicerol
(E-422) y aceite de semillas de colza o canola (Brassica napus), una
planta que puede ser transgénica.
Entre las colzas
transgénicas está una que tiene incorporada en su genoma unos genes con
cualidades insecticidas contra las orugas de la palomilla lomo de diamante
(Insecta: Lepidoptera: Plutella xylostella) y el gusano del maíz
(Insecta: Lepidoptera: Helicoverpa zea) extraídos de la bacteria Bacillus
thuringiensis, en cuyo caso se conoce como Brassica napus Bt
(Stewart et al., 1997); la colza expresando genes de guisante (Brassica
napus transgénica guisante DRR206) resistente a algunos hongos
(Wang & Fristensky, 2001) y la colza o canola resistente a herbicidas
(glifosato, glufosinato, imidazolinone), conocidas como canola
GLY-resistente, canola GLU-resistente y canola IMI-resistente,
respectivamente (Beckie et al., 2011).
En fin, el E-471
es un gato por liebre.
E-481:
Estearoil-2-lactilato de sodio, también llamado sal de
sodio, bimol, ácido esteárico, ácido láctico, etc.
Es un
producto usualmente derivado de grasas animales, principalmente de manteca
de cerdo.
También lo
fabrican a base de gelatina que es otro producto de origen animal,
usualmente de las patas de pollo, las pezuñas de cerdos y ganado vacuno y de
las colas de pescado (lo que sobra después del fileteado); o de aceite
vegetal, el cual casi siempre posee residuos de herbicidas, fungicidas e
insecticidas.
Es otro gato
por liebre.
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E-471: La
lecitina de soja comercial suele ser manufacturada de soja no
fermentada. Los productos de soja no fermentada son ricos en
inhibidores de enzimas tales como proteasa y amilasa e interfieren en la
digestion de las proteínas y carbohidratos contenidos en la soja.
En este
caso, su consumo puede conducir a problemas del sistema inmunológico, digestivo
y reproductivo; alergias, mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares;
altibajos emocionales y pérdida de apetito sexual.
Sólo
productos de soja fermentada (e.g., tofu) son recomendables para el
consumo humano.
Si el E-471
es fabricado de lecitina de soja transgénica, cuya producción
implica el uso de herbicidas (e.g., glifosato) e insecticidas, puede causar
dolores de cabeza, dolores en las articulaciones, artritis, alergias,
nausea, visión borrosa, baja presión
arterial, altibajos emocionales, depresión, síndrome bipolar, pérdida de
apetito, mal aliento, dolores de estómago, dolor abdominal, diarrea, cáncer
de colon, aumento de peso, etc. Su consumo excesivo causa cáncer de hígado.
Si el E-471
es de origen animal, el resultado es parecido al anterior, pues los
animales de granja como las gallinas son sometidos a dietas artificiales a
base de soja y maíz transgénicos e injectados con hormonas y antibióticos.
Se sospecha
que E-471 produce efectos mutagénicos, teratogénicos y trastornos reproductivos.
E-471 es un
gato por liebre.
E-481: Se
supone que su consumo no causa ningún problema en la salud porque el ácido
esteárico y el ácido láctico son productos normales del metabolismo.
Pero
considerando que normalmente procede de productos o subproductos de origen
animal o vegetal contaminados con residuos de xenobióticos (herbicidas,
insecticidas, fungicidas) peligrosos, su consumo puede causar problemas
médicos (dolores de cabeza, dolor de estómago, problemas digestivos,
almorranas, alergias, fatiga, dolor muscular, bronquitis, etc.)
E-481 es
otro gato por liebre.
Ambos
alteran la microbiota intestinal.
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Acidulante (ácido
cítrico)
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También es
conocido como E-330.
Este ácido
originalmente era extraído del zumo de limón pero en la actualidad es
obtenido comercialmente por medio de procesos de fermentación.
En este
proceso se utilizan melaza de caña y dextrosa como materia prima y hongos
transgénicos (Aspergillus niger).
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Al proceder
de hongos, el ácido cítrico puede causar alergias si es ingerido.
Su uso
externo (cosmetología) puede producir alergias cutáneas (dermatitis,
exfoliación) e irritación de los ojos.
Personas
sensibles al MSG, deben de evitarlo. Statham (2007) señala que E-330 puede
agravar el virus herpes simplex.
Altera la
microbiota intestinal.
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Conservador
(sorbato potásico o sorbato de potasio)
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También
conocido como sal del ácido sórbico (E-202). En química se conoce como
(E,E)-hexa-2,4-dienoato de potasio.
Se
manufactura combinando hidróxido de potasio con ácido sórbico.
Puede
contener quitosán, unido covalentemente al sorbato potásico, para
mayor efecto antimicótico en la industria alimentaria.
El quitosán
(quitosano, chitosan) es un producto obtenido a base de la
caparazón de camarones y gambas.
Islandia es
uno de los mayores productores de quitosán en el mundo.
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Puede causa
alergias pulmonares y cutáneas, problemas renales, diarrea, nausea.
El sorbato
de potasio es tóxico via IP para ratones de laboratorio. Causa efectos
mutagénicos (Ash, 2008).
Altera la
microbiota intestinal.
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Conservador
(Propionato de sodio)
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También
conocido como E-281, ácido propiónico o sales de sodio.
El propionato
de sodio es la sal del ácido propiónico, un ácido orgánico en el cuerpo
al metabolizar azúcar, amino ácidos y algunos ácidos grasos.
El ácido
propiónico puede ser obtenido artificialmente de varias formas: por medio
del gas natural al ser sometido al proceso de Fischer-Tropsch, como un
subproducto de la pirólisis de la madera, y por la acción de microorganismos
sobre múltipls materiales como substrato. EL ácido propiónico puro es
producido a base de propionitrilo en el laboratorio (U.S. Environmental
Protection Agency, 1991).
El ácido
propiónico es mutagénico (Federation of American Societies for
Experimental Biology, 1979).
En la
producción de ácido propiónico por medio de bacterias generalmente se
utilizan cepas transgénicas.
La forma
sintética del propionato de sodio (sodium propionate MSDS, Impedex,
Mycopan o Napropion) se utiliza en la industria alimentaria (e.g., quesos,
carnes molida, pan, repostería, etc.) para evitar el crecimiento de hongos y
bacterias.
El propionato
de sodio es una de las sustancias
químicas que hace que las
hamburguesas de McDonald no se descompongan por mucho tiempo, por lo que en
los medios de comunicación sean conocidas como hamburguesas eternas o
biónicas.
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En su estado
químico puro, el propionato de sodio es considerado como combustible,
no produce llamas y emite gases tóxicos. Si es inhalado irrita la garganta y
produce catarro y sensación de quemazón y dolor en los ojos. El contacto con
la piel causa irritación hasta producir ampollas. Ingerido es tóxico (Inchem,
2011).
En general,
el consumo excesivo de propionato de sodio sintético puede
causar alergias, asma, dolores de cabeza y musculares, ataques epilépticos,
pérdida de cabello, problemas cardíacos, diarrea, diabetes, hipomanía
(alteración emocional persistente euforia o irritabilidad), hipersexualidad,
síndrome bipolar (trastorno afectivo bipolar), Gran Mal (convulsiones
tónicoclónicas, caracterizadas por pérdida de conciencia, rigidez, detención
de la respiración, cefalea, confusión, somnolencia, dolor muscular, nauseas o
cualquier combinación de estos síntomas).
En los
niños, los propionatos en el pan causan irritabilidad, falta de atención, inquietud y trastornos de sueño (Dengate
& Ruben, 2002).
Hay
evidencia que los propionatos producen efectos mutagénicos,
citotoxicidad y aberraciones de los
cromosomas y el ADN (Suginara et al., 1997; Türkoǧlu, 2008).
Todos los propionatos
están ligados a la migraña (Türkoǧlu, 2008).
El propionato
de sodio sintético añadido a los alimentos puede alterar
la microbiota intestinal.
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