MANEJO DE GANADO HUMANO: LOS DUEÑOS DEL PERU DEL SIGLO XXI

Fuente: alt-market.com.

Por Gundhramns Hammer
7 de febrero de 2015
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Se suele decir que si seguimos la pista del dinero llegaremos al final a la guarida de quien lo controla. 

Aparentemente así es. Pero en la ecuación del manejo de ganado humano hay otras cosas que deben ser tenidas en consideración si queremos llegar al fondo de lo que nadie le pone atención porque ha sido astutamente escondido frente a los mismos ojos de la gente que nunca presta atención ni le da ninguna consideración, en la ruta diaria de su embarcación, a la verdadera causa de su rutinaria tensión, compresión y presión de su puta personal prisión. 

Entre prisión, tensión y compresión, los humanos en su mayoría van sin rumbo en su embarcación. Sólo saben que algo anda mal pero no pueden ponerle el dedo a su puta maldición.

Al final de cuentas, estando todos dormidos y emocionalmente jodidos y bien atados a lo que los mantiene ciegos con tremendas ganas de fornicación, lo que los hatos de ganado humano (Homo insapiens) hacen no es lo que deberían hacer sino lo que otros quieren que hagan para que unos pocos sinvergüenzas puedan chupar sangre para hacer todo lo que ellos quieren hacer siempre y cuando nadie se interponga en lo que ellos quieren hacer, están haciendo o están planeando hacer.

Tomemos un ejemplo de manejo de ganado humano: Perú.

 

El siguiente cuadro (No. 1) te dará una idea de cuáles compañias son las que manejan los hatos de ganado humano en el Perú. Decimos ganado humano, puesto que para las élites la gente es simplemente materia prima - ganado - para darle vida a sus putas ambiciones. En el cuadro podemos ver que Telefónica, una empresa multinacional española, va a la cabeza de estas empresas chupagente en Perú.

Source: Durand (2004).

En resumidas cuentas, hay compañías para todos los gustos en Perú. Donde hay gente, hay donde sacarle a la gente. 

Así, desde refinerías de Zinc y fábricas de cemento hasta empresas químicas y de combustibles, entre otras, todas se han repartido el pastel económico peruano.

El IP dinámico y fijo a la vez

En estos tiempos globalizados, las megaempresas que saquean la Naturaleza para mantener a sus respectivos hatos de ganado humano son de capital multinacional. 

Si examinásemos sus correspondientes registros, lo único que encontraríamos son nombres de personas desde apoderados hasta los presidentes. Telefónica S.A. es un buen ejemplo.

Generalmente, los verdaderos dueños no dan la cara. 

Para ello, hay que ir a los reportes o informes anuales de auditoría (e.g., Telefónica S.A.)

Sin embargo, muchas veces ni siquiera aquí aparecen los auténticos dueños de estas compañias, pues se da el caso muy a menudo de que los individuos que aparentemente son los "propietarios" multimillonarios que suelen salir en la prensa a bombo y platillo resultan ser sólo los "dueños a mostrar", los que dan la cara al público.

Adicionalmente, para complicar más las cosas, estas grandes empresas multinacionales suelen tener contrapartes del mismo nombre debidamente registradas en paraísos fiscales. 

Los verdaderos dueños de estas grandes empresas raras veces salen de su sala de control. Y cuando lo hacen, no van por allí haciendo alardes de su poder económico viajando en coches lujosos o aviones supersónicos pedorros y antibiosféricos. Son muy discretos. Nadie se fija en ellos y pasan perfectamente inadvertidos.

La mera idea de que pueden controlar todo lo que quieren controlar en el mundo mantiene con vida a estos chupacabras o chupagente hasta que la muerte pone fin a su puta chupadera en la Tierra.

En fin, tal como lo hemos dicho anteriormente en otros posts, el mejor negocio del mundo es la ganadería de humanos, i.e., conectar a los Homo insapiens a la Matrix global para extraer su energía vital para crear grandes capitales. 

Por lo tanto, cada cabeza de ganado humano vale mucho dinero. 

A estas alturas, en pleno siglo XXI ya han tenido harto tiempo para acumular capital a base de chupar la sangre de los pueblos.

Su historia no es tu historia aunque dependen de tu historia. 

Tuvieron un principio. A base de guerras a lo largo y ancho de la sangrienta historia del Homo insapiens, la raíz de todos estos capitales billonarios y trillonarios que controlan el mundo fue forjado principalmente en la antigua Babilonia. 

A grosso modo, con el devenir de los siglos este centro de poder fue trasladado a Constantinopla, luego a Roma, de aquí a Venecia y más tarde de Venecia a la City of London.

Por supuesto, lo que vemos hoy de todo lo que vemos de lo que ellos quieren que nosotros veamos es sólo una sofisticada danza para tenernos mareados. 

Pero sus cargamentos de oro y plata están muy seguros no en Europa, según algunos expertos, sino en alguna parte de América, y cuyo IP, por decirlo así utilizando terminología de ordenadores, es curiosamente dinámico pero al mismo tiempo fijo, para así poder fijar lo que ellos siempre desean tener fijado, tal como ellos se han propuesto fijar lo fijado para controlar al ganado humano, según sus reglas fijadas en mútuo acuerdo para que éstas sean fijadas en cada uno de los países fijados en la fijación de lo que no puede ser fijado, pues es la Naturaleza la que tiene la última palabra en los putos juegos de fijación de los humanos. 

Ellos no están solos. Por encima de estos "Ancianos de Babilonia" y Co. está otro pequeño grupo dirigido por unos bichos inteligentes y parásitos de otro mundo, conocidos antiguamente por los gnósticos como los "archons" (arcontes), de acuerdo a los textos Nag Hammadi descubiertos en Egipto en 1945, a cuyo conjunto - humano y no humano (ET) - nosotros llamamos el Antiguo SA o el Ancient One & Inc.

Este asunto es un largo proceso histórico. Y la historia que nos cuentan en las aulas de las escuelas y universidades nada tiene que ver con su historia: la de ellos.

Teniendo estas cosas en cuenta, te dejamos para que leas un interesante artículo escrito por Francisco Durand (2004) que trata sobre los "nuevos dueños del Perú". 


See you later alligators! 

Source: Jessica´s Health Blog.

Referencias

Durand F. (2004). Los nuevos dueños del Perú. Quehacer, Perú. 18 p.