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viernes, 14 de diciembre de 2012

EL HUMANO: LA NARIZ PEGADA AL SUELO BUSCANDO MIERDA

 Por Gundhramns Hammer
Año 6.000.000.002 de Gaia


               NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES
 

Nadie se escapa del yugo de los demás. Sólo al que no le gusta la mierda ajena.
                                       El autor


Fuente: como perros y gatos
                           

Por la acera va una señora con un perro, con uno de esos privilegiados cánidos que vive la vida de rico y ha tenido la suerte de no haber nacido en esos países donde comen carne de can con vino. Van de paseo. El perro olfatea el aire, se detiene al pie de un árbol

Por un par de minutos está investigando las fragancias que otros perros han depositado. En su mente perruna aparece un paisaje de olores: el tamaño, la edad, si es hembra o macho, si ha comido pan o carne de lata, si lo han capado o si aún tiene los huevos u ovarios. Posiblemente puede hasta calcular cuándo fue la última vez que han tenido un polvo cada uno de los clientes del árbol. 

Todo un universo pasa por la nariz del perro. Finalmente se decide añadir su aroma y levanta la pata y suelta el chorrete de orines. Satisfecho da la vuelta, rasca un poco la tierra con las patas traseras para calmar la picazón de sus glándulas anales y se echa a andar. Su ama, o quién sabe si su esclava, le sigue. Ambos se alejan. Pero el perro sigue atento sólo a los olores de otros cánidos. Nada más. 

Y así como va el perro va su ama humana o es al revés. Ella va atenta a ver quien pasa por la acera, si le conoce y lo ve de lejos se pregunta en su mente de dónde viene y hacia dónde va, si será bueno en la cama o si ronca toda la noche. Toda una serie de mejunjes imaginarios se conjuran en la mente de la dueña del perro. 

De repente ella oye una voz en su espalda. Se da la vuelta y es su vecina y se ponen a hablar de lo que han comido, de las tiendas, de lo caro que estan las cosas, de los hijos y de sus maridos que ya no las pisan como los gallos pisan a las gallinas.

Dos mundos diferentes, el del perro y el de la señora ama del perro. Dos diferentes maneras de ver el universo. Dos maneras de vivir la vida. Dos mundos atrapados en masas de células en las cabezas. 

La mujer sólo se interesa por su mundo de humanos, hacerle la comida a su marido y su perro que para ella es como su hijo y hablar mal de sus vecinas. Y para el perro sólo existen orines y mierda para averiguar quien vive en el barrio. 

Y en ésto coinciden el perro y su dueña. Ella tiene la nariz pegada a la mierda de la gente y el perro la tiene clavada en la mierda de los perros. Dos mundos aparte pero con un mismo fondo: la búsqueda de lo ajeno.

La economía de los humanos y los perros se reduce a lamer culos y comer mierda de la lata. Con una gran diferencia, que el perro está Iluminado y el hombre está difumidado, estrellado y aplastado en la cama bien dormido.

He aquí el problema. Una visión reducida. Sacar a los humanos (Homo insapiens) de su cuchitril cerebral es bastante difícil. Sólo cuando algo les interesa desde el punto de vista económico se arriesgan y mueven el culo, entonces sí que levantan el culo para lamer culo.

Se necesita diplomacia porque de lo contrario te ladran y se vuelven caníbales aunque sea sólo con la lengua. Te dan mierda y te insultan de la misma manera a tu madre. Con lo cual tanto el perro como el humano son amantes de la mierda. Y a ambos les gusta la carne podrida. Otro fondo pero para llegar a un mismo fondo.

Y habla de conquistar galaxias el hombre cuando ya tiene una buena casa, pero la ha descuidado.  La tiene llena de mierda. Aún no ha despegado la naríz del suelo, de la mierda. 

Da igual que vuele por los aires en sus aparatos mecánicos o se sumerja en las profundidades del océano. Vaya donde vaya siempre lleva su tufo a mierda. Y mierda es lo que tira y mierda es lo que deja a su alrededor (Fig. 1).



Figura 1. Basura en el Monte Everest. Fuente: The Huffington Post.


Entre la carne y la mierda no se ha movido ni un sólo trecho aunque piensa que sí lo ha hecho pero sólo se ha sumergido más en la mierda (Video 1).



                                    Video 1. Residuos electrónicos.



Es así la vida del hombre con la naríz pegada al suelo. Ladra, come, orina, caga y copula. Todo mientras tiene su nariz clavada al suelo buscando mierda. Viola la Tierra, come mierda y tira mucha mierda.

Es el perro el hombre o es el hombre el perro? Las dos cosas. Son uno solo. O no son uno solo y en este caso el uno solo no está solo pero si está solo por que no debe estar solo pero si está solo y solo se queda pero ninguno está solo. Entonces sólo está uno.

Hay un cuento muy interesante que me contaron mis padres cuando era un mocoso travieso y me instruían en el arte de vivir entre humanos. Porque en realidad es un arte con tanto caníbal de verdad o simbólico. Su puto mundo es cruel y abundan los monos dormidos y matones con garrote o con seda y con bigotes de mierda. 

La historia resumida va así:

  
Trifulca de perros. Fuente: 123RF




"Había una vez que todos los perros se reunieron y decidieron que iban a dar una gran fiesta. Hicieron todos los preparativos, entre los cuales no faltaban los montones de huesos y abundantes trozos de carne podrida y mucha mierda para picar de aperitivo.



Llegado el día se fueron todos los perros a la fiesta. Todos contentos marcharon al palacio de reunión. 



A la entrada era requisito que cada perro se quitara su culo y lo depositara junto a su sombrero. El mayordomo del palacio y sus ayudantes se encargaron de poner los culos y los sombreros con el nombre de cada dueño para evitar cualquier confusión. 



Después de depositar sus culos y sombreros, los perros se fueron al gran salón y se pusieron a comer y beber todo lo que podían. 



Pero he aquí que sucedió lo inesperado. Con demasiados tragos en el estómago, algunos perros se pusieron tontos y comenzaron a protestar porque la carne no estaba lo suficiente podrida y se quejaban que la mierda no tenía gusanos. 



Lo que empezó como una protesta, creció y otros perros se unieron a la protesta y en el fuego de las bebidas alcohólicas se pusieron a pelear.



 La pelea se puso tan fea que los perros salieron disparados del palacio. Iban tan asustados que ni siquiera se acordaron de coger su correspondiente culo y sombrero. 

Les dio igual, cogieron el culo y el sombrero que pudieron y se largaron a toda prisa para no salir mordidos o con las tripas al aire.



De tal manera que cuando los perros llegaron a sus respectivas casas se dieron cuenta que su culo y sombrero no era el suyo y no sabían de quién eran los culos y los sombreros que en sus manos tenían.



Y desde entonces, cuando un perro encuentra a otro perro primero le mira a la cara y después le huele el culo y le pregunta:



-¿Tienes tú mi culo?"      

   

Y como en la historia de los perros, el hombre (Homo insapiens) sigue buscando lo que no ha perdido. Sigue con la nariz pegada al suelo. Busca mierda, come mierda y tira mierda.

Moraleja

No te arrastres por poseer lo que no se puede poseer. Despliega tus alas y vuela. 

Sirva todo lo anterior para reflexionar. 

True peace! ¡Paz verdadera!



Agradecimientos

A mis padres que me dieron lo mejor del mundo, mucho amor, muchas lecciones, cuantiosa y valiosa sabiduría, cientos de cuentos y leyendas de alrededor del mundo y sobre todo un corazón para amar profundamente a la Madre Naturaleza. También un ojo agudo de águila para no dejarme engañar y coraje para caminar entusiasmadamente el Camino sin dejarme comer por los monos desnudos. Y a mis hermanos y primos por estar en la misma onda. ¡Gracias!

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