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viernes, 7 de diciembre de 2012

CALORES PANAMEÑOS (I): EL BARBERO Y LA CANDELA

Por Gundhramns Hammer
5 de diciembre de 2012


                           NO APTO PARA PERSONAS SENSIBLES

 
                                                                        Fuente: Google imágenes
 


En una calle poco transitada cerca de la entrada al este de la ciudad de Penonomé, estamos hablando de la capital de la provincia central llamada Coclé en Panamá, estaba ubicada una pequeña peluquería (Fig. 1). En cierta ocasión un amigo nuestro fue a que le hicieran un corte de pelo. 



Figura 1. Maquinillas para cortar cabello. Fuente: negociosparasoriano.com


Mientras el barbero con toda la calma hacía el corte que parecía que contaba cada cabello, el cliente veía que entraban y salía diferentes hombres cincuentones y sesentones (50-60 años de edad) cada 10-15 minutos del local pero su interés no era ningún corte de pelo sino que llegaban a pedir una llave para abrir, como en los cuentos de Bocaccio, un cofre encantado.

Y cada vez que el barbero entregaba la llave a los "manes" (hombres) recibía un dólar de cada abuelo

En una hora y pico que estuvo nuestro amigo en la peluquería entre espera y corte, él contó una docena de viejos "quesudos" (con ganas de dulce prohibido) que se llevaron la llave. 

En un poco rato el barbero había ganado "12 balboas" (12 USD) con la llave, con lo cual al final de su faena laboral se llevaba a casa dos sueldos, el dinero de su oficio de peluquero y el que le pagaban los hombres que habían metido "candela" en la "visagra" del cofre mágico (Fig. 2).


Figura 2. El deporte de la candela en Panamá. Fuente: Hechizos de amor y Amarres.


Decimos "meter candela" (copula sexual) porque se trataba de alquilar dos "piezas" (cuartos pequeños), una a cada lado de su barbería, para que los hombres pudieran echar un "quickie" (inglés, rápido, o sea una cópula de gallo, Fig. 3).



Figura 3. Un gallo "pisando" a su gallina. Fuente: Taringa!



Para esto servía la llave, para abrir la puerta del corral para que el gallo entrara a inocular a  su gallina alquilada por un breve instante.

Después de hacer "cantar al gallo" en el secreto "pushbutton" (garito para quickies) del peluquero, según nos han contado, primero abandonaba rápidamente el nido de amor el "man" (hombre), siempre asegurándose de que nadie lo espiara o viera, y después salía la mujer disparada para que nadie se enterara de que su "visagra" había sido engrasada. 

Después de todo ellas, y con toda la razón, deben conservar su imagen de gran señora. Cuidar de la imágen es una de las cosas más importantes de los panameños.

Dicen que a veces algunos donjuanes volvían a la peluquería para devolver la llave con los labios un poco torcidos, con una mueca de placer y caminando con cierto vaivén pecaminoso en la cadera

Otros hombres se habían puesto los zapatos al revés en la prisa o traían una tembladera en las piernas debido al intenso masajeo que habían recibido en su "pincho" (órgano inyector masculino). 

Las mujeres panameñas, valga la redundancia, son famosas por tener un músculo pubocoxígeo potente y exprimidor, no necesitan hacer ejercicios de Kegel

Los "manes" son muy discretos y nadie debe enterarse de que han encebado su "pincho". Los viejos verdes tienen miedo de que sus esposas o su "guial" (compañera) los descubran, pues si eso ocurriese se "armaría un Vietnam" en su casa. 

Y los panameños están muy apegados a la vida aunque vivan "comiendo cables" (en la pobreza), pues la candela ensalza y suaviza su "inopia" (miseria) y lo mismo ocurre entre los avaros ricos, la candela fuera de casa sirve de estímulo y alegría para "rebuscar" (ganar) o lavar más dinero, con lo cual, y es entendible, son miedosos de los conflictos y bochinches, a no ser que se sientan acorralados, pues entonces es fácil que cojan un "sofocón" o se "endiablen".

Los "manes" panameños generalmente prefieren emborracharse, gritar, cantar y echar un quickie cuando pueden y dejar que su "gallo" inunde una "gallina" que matarse sin sentido a garrotazos o plomo o de lo contrario si Noriega hubiese sido muy "bellaco" le hubiera metido "buena caña" a los "gringos". 

Una buena filosofía en estos revueltos tiempos de crisis.

¿Dónde estarían los panameños, y en general la civilización de los humanos, sin tanta "candela"? Demasiado dinero es gastado en hacer "cantar el gallo" cuando la mente ha sido alborotada por eróticas vistas y ritmos candentes (Video 1). 


                           Video 1. Amiga prohibida, de Sandra Sandoval. 


Y es que también sin la excesiva candela de los "manes" panameños, "desgaste de pincho y guevos", los urólogos se morirían de hambre.    

La llave para "engrasar la visagra", abrir el cofre femenino, o tener contenta a la mujer en una casa de lujo, si acaso han robado o lavado mucha plata, puesto que para la mayoría de hombres, y esto sí que es una verdadera pena, consideran al sexo opuesto sólo eso, una "dulce visagra", un depósito para semilla (Video 2), le sale caro a la Naturaleza.


                                              Video 2. Gallo pisando gallina.


La candela del hombre ensucia y destruye directa e indirectamente a los ecosistemas de la Tierra. El hombre es un violador de la Madre Naturaleza. Podemos ver los efectos negativos sobre el medio ambiente por doquier (Video 3).


                         Video 3. Midway Island, en el Océano Pacífico.


Simplemente daros una vuelta allí por el vertedero, basurero o "tinaquera" comunal, en términos panameños, y veréis de los que estamos hablando (Video 4)

                      Video 4. Vertedero de basura Cerro Patacón, Panamá.


O ¿no te has enterado aún de los juegos ridículos del mono parlante (Homo insapiens)? Es decir a lo que redunda su puta vida, toda su puta civilización: sólo candela! (Video 5)


                                      Video 5. Vela derritiéndose.



Hablamos de lo complicado que se la ha montado el hombre (Homo insapiens) para "meter candela" y engendrar más "comearroces", niños, en buen lenguaje panameño.

En la historia sangrienta del hombre (Homo insapiens), a lo que se llama "progreso", la distancia que hay entre un montón de hojas, la hamaca, o simplemente el suelo pelado y "frío" en la selva con miedo a que te corte la cabeza con un machete el compañero de la hembra en plena faena o te pique un alacrán o te muerda una culebra el culo y los huevos hasta llegar, aunque lleno de preocupaciones por la hipoteca o la incertidumbre del pago de la tarjeta de crédito, a la "cómoda" habitación en una casa o en un hotel con cama lujosa es nada más que un simple canto de gallo.

La distancia es un "quickie", un chisguetazo, o como dicen en algunas partes de Honduras y El Salvador, un "chilgüetaso", de semen por supuesto.

Para qué darle vueltas a lo que no tiene vueltas porque está sin vueltas ya que las vueltas se las ponen las vueltas del cerebro del mono desnudo (Homo insapiens) que no usa como debería las vueltas de los sesos en su cabeza piojosa que da vueltas a las vueltas de sus vueltas de las vueltas de sus pensamientos envueltos en vueltas.  

En las constantes vueltas en las vueltas de las vueltas de sus envueltos sesos, este mono parlante (Homo insapiens) sólo le da vueltas a una cosa: "meter candela" (Video 6).


                                 Video 6. Los pistones de un motor.


Ls vueltas de sus vueltas en las vueltas de su economía depredadora, contaminadora y destructora alrededor de todo el planeta todo se reduce a candela.

El mono parlante (Homo insapiens) sólo vive y trabaja para "quickies" y así como va, totalmente desfasado con la Madre Naturaleza, no hay duda que está a otro "quickie" de largarse de aquí, de la Tierra. 

Y realmente no le vendría mal al planeta Azul, pues ya lleva un buen rato este maldito mono desnudo jodiendo a punta de lanza, canto de espada, fuego y bala a los demás bajo el Sol. ¡Y todo por la candela!

Y en su soberbia y sus delirios de grandeza estúpida dándole vueltas a la cuestión de las vueltas en las vueltas de 1.000 siglos sobre la Tierra buscando mucha candela se hace llamar a sí mismo "sabio, especial y consciente". ¡Vaya mono más hijo de puta!

 Otro día más en la vida del barbero

Mientras tanto, la Tierra había girado una vez más sobre su eje y había pasado otro día en la vida del barbero de Penonomé. El siguiente día se fue temprano para su peluquería no sin antes haber pasado a comprar unas viagras en la farmacia del chino.

Se le había ocurrido al barbero que si su amigo el "manuto" Tardamudecio Desovado le había preguntado por esas píldoras mágicas es que ese gallo las necesitaba. 

De ahora en adelante el barbero tendría a la mano dos cosas, la llave y la "medicina", para que no se les apagara a los encandilados viejos la candela. 

Y de eso se trata la vida, según la miraba el barbero a través de su pequeño cristal. 
  

Referencias

Aguilera Patiño L. (n.d.) El panameño visto a través de su lenguaje. Ferguson & Ferguson, R. de Panamá. 388 p.

Bonnet R.-M. & Woltjer L. (2008). Surviving 1,000 centuries. Can we do it? Praxis Publishing Ltd., Chichester, UK. 422 p.

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