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sábado, 11 de agosto de 2012

REPORTE ALIENIGENA DE LA TIERRA: FIESTAS DEL GALLINERO HUMANO PARA MATAR TIEMPO

Por Gundhramns Hammer
11 de agosto de 2012





Los humanos son parte de un proyecto de ganadería extraterrestre en la galaxia que conocemos como Vía Láctea. El objetivo de los alienígenas es crear granjas sostenibles (GS) de animales en numerosos planetas, incluyendo a la Tierra. Son gallineros para su consumo. 

La Tierra es una de las GSs de mayor rendimiento para los EBEs (Entidades Biológicas Extraterrestres). Se calcula que los aliens cosechan aproximadamente 1 millón o más de individuos anualmente de la granja humana [1] . No obstante, algunos expertos atribuyen esta cifra sólo para los desaparecidos en el continente americano. Los humanos son parte de la cadena alimenticia de los EBEs reptoides y grises.

Tal como los científicos humanos (Homo insapiens) estudian a los animales domésticos, también los EBEs estudian a su ganado plantado en los planetas. Para ese propósito se filtran dentro de la población humana y elaboran sendos reportes relacionados con este primate bípedo.

Pese a los adelantos tecnológicos de los humanos, su conducta es primitiva. Son bestias que caminan por las calles de las ciudades con un oxidado kit neuropsicológico de hace más de 200.000 años.

El siguiente reporte es parte de un "mensaje interceptado y descifrado de los grises":

"Las cuatro metas más importantes para nuestro mono son: comer, copular, hacerse rico y matar tiempo. Para matar tiempo, por lo general lo hacen reuniéndose alrededor de alimentos, con fiestas y festivales, corriendo solos o varios detrás de una pelota, torturando y matando animales, &c., &c. 

A los ladrones de su alta jerarquía les resulta muy sencillo armar un festival de la nada para entretener y distraer tantos y tontos micos aburridos. Estos ladrones primero se reúnen en sus cuevas y llegan a un acuerdo con respecto a un determinado evento que desean inventar. Un ejemplo es el de los pescadores de Memmingen en Baviera (Alemania). En este caso, lo que hicieron fue vestir de payaso al estilo de soldados napoleónicos a un puñado de hombres y anunciaron con bombos y platillos la captura de un animal. Después juntaron a la chusma a orillas de un canal y metieron unos cuantos hombres al agua a pescar y eso fue todo lo necesario como para que nuestro ganado matara tiempo riéndose, gritando estruendosamente y animando a los hombres en el agua a que atraparan los primeros peces para torturarlos y matarlos. Luego los espectadores vitorearon a los asesinos ilegales. Así de simple.

Pedimos permiso para cosechar algunos de los hijos de este hediondo a mierda y grotesco simio desnudo (Homo insapiens) por traspasar los derechos en nuestros recursos acuíferos en este planeta." (Videos 1-4)








                            
 Videos 1-4. Los pescadores de Memmingen (Alemania).


   
No se sabe si los EBEs encargados de las granjas humanas montadas en Europa obtuvieron el permiso para cosechar niños, hijos de estos torturadores de peces en Memmigen (Alemania), como castigo por trasgredir los derechos posesorios del planeta de los alienígenas dueños del gallinero humano.  Lo que sí se sabe es que 50.000 niños desaparecen cada año en Alemania

El tráfico de niños ocurre en casi todos los países europeos [2-4] . Se destacan dos tipos de contrabando de humanos; el tráfico interno (Fig. 1), el cual se desarrolla dentro de cada país sin el cruce de las frontera, y tráfico transnacional (Fig. 2), donde los humanos son contrabandeados entre las naciones [2] .


Figura 1. Tráfico interno de humanos en Europa. Fuente: UNICEF (2008).



            Figura 2. Tráfico transnacional de humanos en Europa. Fuente: UNICEF (2008).


Este tema es tabú pero ocurre y las cifras oficiales son manipuladas para no alarmar al público. Los expertos señalan que para que el tráfico de humanos exista en el mundo se necesita un entramado sofisticado, con la connivencia de miembros corruptos de los gobiernos y de los estamentos de seguridad. 

El tráfico de humanos es un negocio de la economía sumergida en manos de mafiosos, y suele seguir las mismas rutas del contrabando de drogas, armas y fauna y flora exóticas.   

Un porcentaje de niños desaparecidos son destinados para el bazar negro de esclavos sexuales o trabajo forzado, algunos son sacrificados en ritos satánicos (Videos 5a-b), otros son destazados clandestinamente como cerdos en mataderos, clínicas o en casa para extraer sus órganos o para el consumo de caníbales y el resto son cosechados por los extraterrestres (Video 6). 

                                                  a

                                                    b
Videos 5a-b. Sacrificio de niños en ritos satánicos.


Video 6. La EBEs se alimentan de humanos.


Si tenéis hijos, tened mucho cuidado con ellos, pues en la granja humana (Video 7) andan sueltos muchos humanos que parecen humanos pero no son humanos, numerosos caníbales modernos disfrazados de ciudadanos respetables y muchos sinvergüenzas.


Video 7. La granja humana.


Está de moda decir "hay que ser positivo". Hasta cierto punto tienen razón. Pero por otro lado vamos a ver la cuestión como un pollo: cuando el pollo tiene el grano de maíz en el pico servido por el que se lo va a comer, ¿es el asunto positivo o negativo? Cuando le van a cortar el cuello para comérselo, ¿es el caso positivo o negativo? Entonces, ¿en qué punto estamos nosotros en la granja humana? 

NB. Los pinchables en el texto son de blogger. No hay nada gratis en esta vida. Ojalá nos pagaran algo por ello! Perdonad la invasión! 

Referencias


[1] Freixedo S. (1989). La granja humana. ¿Somos los cobayas de los dioses? Plaza & Janés S. A., Madrid. 235 p.

[2] UNICEF (2008). Child Trafficking in Europe. A Broad Vision to Put Children First. Florence, Italy. 56 p.

[3] FRA (2009). Child trafficking in the European Union. Challenges, Perspectives and Good Practices. European Union Agency for Fundamental Rights, Luxembourg. 159 p.

[4] Aronowitz A.A. (2009). Human Trafficking, Human Misery. The Global Trade in Human Beings. Praeger, Westport, CT. 285 p.



                                                   

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