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miércoles, 29 de agosto de 2012

EL OJO EN EL CIELO: LA LUNA ES HUECA Y PERTENECE A EXTRATERRESTRES

Por Gundhramns Hammer
29 de agosto de 2012



La mejor manera de esconder algo es poniéndolo frente a las narices de la gente. Esto es precisamente lo que ha ocurrido con el fenómeno OVNI y la exploración de la Luna.

La NASA ha mentido y en el proceso de encubrir los resultados de las misiones Apollo ha matado dos pájaros de un tiro. Primero, varias de las misiones Apollo fueron ensayadas, montadas y filmadas en la estación secreta de la Comisión de Energía Atómica en el desierto de Nevada al estilo Hollywood y en los estudios de Walt Disney con el propósito de no quedarse atrás en la carrera espacial contra el imperio soviético durante la Guerra Fría. 

Segundo, las utilizaron para esconder o encubrir lo que realmente encontraron en la Luna una vez llegaron allí. No obstante, no debemos olvidar que hay evidencia que indica que ningún humano ha pisado todavía la Luna, al menos con la tecnología actual. Si acaso ha ocurrido habría sido en una misión secreta.

¿Y qué encontraron en la Luna, asumiendo que llegaron? Según algunos investigadores, los astronautas de la NASA encontraron que la Luna ya tenía dueño. Es decir, estaba habitada por extraterrestres y éstos echaron a los humanos a patadas de la Luna (Video 1)


Video 1. La Luna es hueca y tiene bases extraterrestres.



Hay expertos que dudan que los humanos vuelvan a la Luna, a pesar de que ya ha sido comprada por grandes intereses económicos terrícolas para explotar sus recursos minerales. No les basta que ya han envenenado y jodido a la Tierra.

El 20 de noviembre de 1969, los astronautas de la misión Apollo 12 llevaron a cabo un experimento y obtuvieron resultados extraños. Para crear un lunamoto estrellaron el módulo lunar de ascenso en la superficie de la Luna. Para la sorpresa de todos, el equipo seísmico a bordo registró algo totalmente inesperado. Las ondas de choque resonaron por todo el satélite por más de una hora, como una campana. 

El Dr. Frank Press del MIT (Instituto de Tecnología de Massachussets) comentó: "Ninguno de nosotros ha visto algo parecido en la Tierra. En toda nuestra experiencia lo ocurrido es un evento extraordinario. Está más allá de nuestra experiencia que un pequeño impacto produjese una señal que durase 30 minutos."

La misión Apollo 13 volvió a repetir un experimento similar en 1970. La lanzadera Saturno V fue estrellada en la superficie de la Luna y volvió a sonar como campana pero esta vez las ondas de choque duraron más de tres horas. 

Estos experimentos comprueban que el interior de la Luna es hueco y ha sido excavado por métodos artificiales, pues hay cráteres sin fondo y se cree que son entradas al interior del satélite.

En 1970 los científicos Mikhail Vasin y Alexander Shcherbakov de la Academia Soviética de Ciencias escribieron un artículo en la revista Sputnik y afirmaron que: "La Luna no es un satélite natural de la Tierra, sino un enorme planetoide ahuecado y construido por alguna civilización muy avanzada tecnológicamente y la colocaron alrededor de la Tierra hace millones de años". El Dr. Fernando Jiménez del Oso analiza esta teoría (Video 2).


                      
                        Video 2. Teoría de Vasin y Shcherbakov del origen de la Luna.


Credo Mutwa, Guardián de la tradición Zulú, indica que la Luna fue traída de otro sistema solar por los Chitauri (los dioses lagarto) (Fig 1), una raza de extraterrestres originarios de una estrella roja llamada Isone Nkanyamba.  David Icke, quien hizo la entrevista al Guardián, ha pensado que era Alpha Centauri pero Xentor Xentinel sugiere que esta estrella más bien podría ser Alfa Tauri, conocida como Aldebarán (Fig. 2), un astro situado en el Cúmulo Estelar de las Híadas, a 65 años-luz de la Tierra. 

Figura 1. Un Chitauri (dios lagarto). Fuente: Xentinels.



Figura 2. Las Híadas. Fuente: JFM


Hace miles de años que los Chitauri (Anunnaki) llegaron a la Tierra, desde entonces han vivido en ciudades subterráneas y se alimentan de nosotros, de la carne o de nuestra energía. Los dioses lagarto gobiernan la Tierra detrás de las cortinas, asistidos por humanos (Illuminati y masones), y nos inducen a pelearnos unos con otros para chupar la energía del miedo y terror de las guerras.

La Luna es entonces un satélite artificial construido por estos EBES (entidades biológicas extraterrestres) y colocada con precisión de reloj suizo alrededor de la Tierra para estimular, crear y mantener la evolución de biodiversidad, pues sin ella y su efecto rítmico del oleaje no habría vida en este planeta, y servir de cuartel general de vigilancia de su gallinero. Y nosotros somos sus gallinas! 

Los gobiernos no nos cuentan la verdad para que no nos asustemos y por otro motivo muy importante, según algunos investigadores: los gobiernos de la Tierra no tienen la sartén por el mango. Nadie puede hacer nada para que los EBES entren y salgan de la Tierra como les venga en gana. Estamos a su merced y no hay nada ni nadie que los detenga.

Resumiendo, las investigaciones proclaman que la Luna es hueca y es artificial como una nave gigantesca con bases extraterrestres, el ojo en el cielo. Y los humanos somos propiedad de los EBES, tal como lo dijo Charles Forte y se alimentan de nosotros (Video 3).


                            
                            Video 3. Los reptilianos viven bajo tierra y comen niños.


Según algunos investigadores, la exploración de la Luna cesó porque se volvió difícil continuar mintiendo con el montaje sin ser descubiertos y además porque a la NASA se le agotaron los episodios prefilmados.



Referencias


Knight C. & Butler A. (2005). Who Built the Moon? Duncan Baird Publishers, London. 272 p.


Marrs J. (1998). Alien Agenda. Investigating the Extraterrestrial Presence Among Us. HarperTorch, NY. 704 p.


Pop V. (2009). Who Owns the Moon? Extraterrestrial Aspects of Land and Mineral Resources Ownership. Space Regulations Library, 4: 1-175.

Redfern N. (2010). The NASA Conspiracies. The Truth Behind the Moon Landings, Censored Photos, and the Face on Mars. New Page Books, Pompton Plains, NJ. 240 p.

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