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domingo, 5 de mayo de 2013

LA INTERNET DE LAS COSAS (IoT): VIBRACIONES Y TEMBLORES QUE DELATAN TUS HABITOS SECRETOS EN CASA

Por Salvatore Scimino
5 de mayo de 2013


With a trillion sensors embedded in the environment—all connected by computing
systems, software, and services—it will be possible to hear the heartbeat of the Earth,
impacting human interaction with the globe as profoundly as the Internet has revolutionized
communication.”
Peter Hartwell
Senior Researcher, HP Labs




Fuente: Wilgengebroed



Era una noche de intenso calor y nadie podía dormir en la ciudad, al menos los que no tenían dinero para pagar la electricidad del aire acondicionado.

Prácticamente la mitad de la población carecía de una manera de enfriarse el culo esa noche de verano. Pero el calor pone en marcha acelerada a los aparatos reproductores. 

Así es que los que no podían dormir, como por arte de magia y comunicándose telepáticamente, todos a la vez se pusieron a hacer ejercicio en la cama, ese movimiento de vaivén que ha hecho que los humanos tengan una sobrepoblación de más de 7 billones sobre la Tierra.

De repente los aparatos recién instalados de la central de investigaciones y vigilancia contra cacos de la ciudad comenzaron a disparar gráficos como locos. Las personas que estaban a cargo de esta vigilancia no tardaron en darse cuenta de qué pasaba.

Los monitores mostraban una secuencia de subes y bajas típica de los pistones de coches, pero esta vez menos acelerados, con un pico sobresaliente al final de cada secuencia cuando todo se acaba (Fig. 1). 


 
Figura 1. La curva del placer sexual de los humanos (Homo insapiens). Fuente: Geogiadis & Kringelbach (2012).


Lo que pensaron que era una invasión de tropas extranjeras, resultó ser nada más que las vibraciones y temblores de la pisandería (cópula) que los ciudadanos de la ciudad llamada Algarabía habían montado al mismo tiempo. Era verano y las cosas estaban calientes.

La vista y la imaginación juegan maravillas y terrores en la mente de la gente. De tal manera que las rayas de los monitores pusieron en marcha la química en la cabeza de los vigilantes de inteligencia y produjo una aceleración del pulso y habían despertado a los farmaceutas dormidos abajo en la cintura de los policías.

Así como habían llegado de repente las vibraciones plasmadas en las pantallas de los monitores del centro de inteligencia, otra vez las cosas volvieron a lo normal.

En los monitores, los vigilantes podían distinguir las vibraciones del tráfico de coches, los pasos de la gente, los vibradores, el zumbido de las muñecas de plástico, el pajeo de los adolescentes, el sube y baja de los elevadores, los compresores de las neveras, las peleas de los gatos callejeros riñendo por los esqueletos de pescado en la basura, los paseos de las cucarachas y las ratas por las aceras y los alcantarillados, los retumbos de los aviones que pasan sobre la ciudad… en fin todo, incluso las discusiones entre los cónyuges por los gastos semanales en las tiendas, los tirones de la cadena de los baños y los pedos de la indigestión de la cena de chuletones de ternera y un volcán de puré de patatas transgénicas.


La Internet de las Cosas: el proyecto “CeNSE” 

El Dr. Peter G. Hartwell, principal investigador de microelectomecánica de Hewlett-Packard Laboratories (HP), bajo el marco de que "Si vamos a salvar el planeta, tenemos que controlarlo", ha desarrollado unos sensores extremadamente sensibles (Fig. 2), 1.000 veces más sensibles que un acelerómetro portátil, baratos y resistentes, capaces de detectar y registrar el movimiento y las vibraciones tan sutiles como las entrada y salida de un perro de una casa o los latidos del corazón de la gente... lo detectarán y recopilarán todo lo que ocurra una vez sean instalados en todas las ciudades del mundo. 


Figura 2. Aparato sensor del Proyecto  CeNSE de HP. Fuente: inhabitat


La idea del mega-proyecto, denominado CeNSE (Central Nervous System for the Earth, Sistema Nervioso Central para la Tierra)  por los laboratorios Hewlett-Packard, consiste en montar un sistema planetario de un trillón de nanosensores en las ciudades y el medio ambiente interconectado con las redes electrónicas ya existentes para intercambiar información entre máquinas, sistemas de almacenamiento y los usuarios.

Lo que quiere decir que HP se propone construir una Internet de las Cosas (IoT, Internet of Things) para detectar todo lo que ocurre en una ciudad o el campo donde sean instalados, desde la caída de una aguja o el ronroneo de los gatos o prevenir accidentes, por ejemplo la caída de infraestructuras como puentes,  cuyo funcionamiento estructural sería monitorado bajo los cambios de peso o temperatura y detectar un cambio de vibración antes de que ocurra un evento desastroso, hasta el vuelo de las aves, la caída de las ramas de los árboles, el nivel de partículas contaminantes en el aire y las vibraciones de un terremoto inminente o los maremotos. 

Será una especie de sensor global que vigile todas las actividades de los humanos y como interactuan entre ellos y con el mundo que les rodea, incluso cuando la meten o se las meten en la privacidad de sus alcobas o los coches, vigilados durante las 24 horas del día, 7 días a la semana y los 365 días del año. 

Según indica el investigador Hartweel, CeNSE  "revolucionará la interacción humana con la Tierra en una manera tan profunda como la Internet revolucionó nuestra relación con otros humanos."

La IoT recogerá toda la información de la vida privada de los humanos y las cosas, de todo lo que ocurre en los chiqueros donde viven alpelmazados los idiotizados Homo insapiens.

Estamos ante lo que se llama la Internet de las Cosas, como hemos mencionado anteriormente, puesto que las personas ya son cosas, como parte del plan de construir "ciudades inteligentes" en un futuro a la vuelta de la esquina. 

Naturalmente, nos venderán este proyecto bajo el disfraz de que estos aparatos van a "salvar vidas y hará que las ciudades sean más eficientes para controlar y disminuir el cambio climático", y por supuesto metido en nuestros sesos y galillos con la pastilla de que vamos a vivir mejor al final de cuentas.

Tal como ya lo ha dicho Dave Evans (2011) que "A medida que las vacas, las cañerías de agua potable, los humanos, e inclusos los zapatos, los árboles y los animales son conectados por medio de la IoT, el mundo tiene el potencial de volverse un mejor lugar."



La pesadilla de la IoT

Se va a acabar la privacidad de los Homo insapiens. Si vas a descargar al baño, ¿te gustaría la idea de  saber que alguien te está vigilando para saber cuántas veces cagas suave o con dolor o te echas pedos? 

Luego de seguro te enviarán a la clínica para que te den medicamentos para que corrijas y controles mejor tu esfínter anal hecho papilla y mejores el ritmo ya desfasado de tu colon por las malas comidas de chatarra que mellan tu cuerpo.

Qué tal si eres uno de esos  groseros en la mesa que a la hora de comer hamburguesas de carne podrida te echas un eructo que asusta los abuelos del vecindario, ¿te gustaría tener a la policía en la puerta de tu casa para llevarte a la cárcel porque te consideran una amenaza terrorista por tus explosiones estruendosas salidas forzadamente de tu esófago?

Y esto sólo es el principio de las ciudades inteligentes del futuro. La compañía HP tiene ya planes de utilizar la nanotecnología para crear nanosensores biológicos y químicos, tan diminutos que puedan pegarse incluso a los teléfonos moviles y las cajas de cereales y galletas para monitorear tu "bienestar de salud en casa", para ayudarte en caso de que necesites atención médica.

Bienvenido al mundo de mañana, donde todo el mundo estará felizmente más infelizmente aborregado y crucificado. 

Y lo peor de los casos, es que a los borregos humanos les gustará este sistema de cápsulas de Matrix, donde abunden las sondas que midan las vibraciones de los pedos, eructos, cagadas y copulaciones, pues en el mundo de los humanos, la idiotez es la semilla que más vigorosamente germina.


Referencias

Evans D. (2011). The Internet of Things: The Next Evolution of the Internet is changing Everything. Cisco Internet Business Solutions Group (IBSG), 4: 1-11.

Georgiadis J. R. & Kringelbach M. L. (2012). The human sexual response cycle: Brain imaging evidence linking sex to other pleasures. Prog. Neurobiol., 98 (1): 49-81.

Meixner H. & Jones R. (Eds.) (1995). Micro- and Nanosensor Technology/Trends in Sensor Markets. Sensors: A Comprehensive Survey (Göpel W, Hesse J & Zemel J. N.) Vol. 8. VCH Verlagsgesellschaft mbH, Weinheim, Germany. 565 p.

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