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domingo, 3 de febrero de 2013

SEXO A CAMBIO DE UÑA DE GATO: MUJER POLICIA AL ACECHO

Meterse con una mujer policía, es meterse en serios problemas, ya que están entrenadas para la defensa personal, a parte de su instinto femenino de atacar antes que la ataquen, más cuando le quieren quitar a su marido, como sucedió con Adelaida, quien es cabo.

Lo que sucede es que Adelaida en ocasiones tiene que hacer operativos, por eso labora hasta 16 horas sin descanso, tiempo que pasa sin los cariños de parte de su esposo, Aurelio, quien se queda solo en casa, cuidando los hijos, que suman tres de edad escolar.

Pero Aurelio ya estaba cabreado que su mujer se la pasara más tiempo aplicando el Pele Police a la gente, que dándole lo que a él le gusta, ya que desde que se metió a policía empezaron los problemas en casa.

Hay un dicho que dice que cuando la mujer desatiende al marido, otra mujer camina sigilosamente y acecha a los hombre solitarios, como sucede con Aurelio, quien en ocasiones recibe comidas por parte de Zenaida, un penco de hembra, que le zumba el mango. Ella es soltera y prefiere disfrutar la vida y de los hombres como le da la ganas. Por eso, tiene amigos a montón.

Los hijos de Adelaida y Aurelio salían temprano para la escuela en ocasiones atendidos por su madre, otras veces por la vecina, Zenaida, quien en las ausencia de la policía les prepara el desayuno, y los lleva hasta el colegial, situación que observa Aurelio, quien se ha encariñado con la otra mujer.

La cabo no le ponía atención a esta situación, porque se supone que Zenaida es buena vecina, quienes en ocasiones la acompañada a hacer compras en los almacenes de la Peatonal.

Una mañana Aurelio no fue a trabajar porque estaba malo del estómago, por eso Zenaida le preparó un té de uñas de gato, que es una mata para antiinflamatorios. Al poco tiempo el hombre había quedado como nuevo, pero al fin y al cabo, ya había llamado al trabajo, para decirle al jefe que estaba indispuesto para laborar.

Pero Zenaida fue cogiendo tanta confianza, que se quedaba en la casa ajena, ayudando a Aurelio, hasta que los dos empezaron a verse mutuamente en ojos de lujuria. El cuerpo de la mujer temblada como una hoja seca, se agarraron las manos y los labios no esperaron para sellarse boca a boca.

Zenaida se desvistió lentamente, mientras que el hombre le mostró sus fuerzas masculinas, se desnudó y ella quedó impresionada por lo enorme que era. A ella no le importó que estuviera en casa ajena, se le pegó y empezó a besarlo como si se tratara de un caramelo.

El té de uña de gato estaba haciendo sus efectos, por eso Aurelio la cargó y la llevó a la cama —la misma donde duerme con su esposa—, pero esa mañana Zenaida también se sintió mal y el capitán le dio día libre. La cabo regresó a casa en un patrulla, permitido por su jefe.

Le sorprendió ver la puerta, rejillas y ventanas cerradas, por eso entró por la puerta trasera, pero se encuentra con ropas íntimas en el piso, por eso se armó con el palo policial y entra a la habitación y para su sorpresa la mujer estaba en posición atrevida y su marido bajando pozo, por eso les metió una tanda de palazos, que los otros policías tuvieron que salvarlos. La cabo Adelaida y sus hijos se mudaron del barrio, pero Aurelio le pidió perdón regresaron. Pero la uniformada siempre sigue al acecho. Zenaida busca conquistar a otro marido ajeno con su té de uña de gatos.

Link:
http://www.elsiglo.com/mensual/2010/10/28/contenido/295084.asp

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