Por Gundhramns Hammer
15 de agosto de 2012
La reina Elizabeth II de Inglaterra y el Papa Benedictus XVI. Fuente: CNN México |
Ese día ella se levantó con una idea insólita. Cogió el teléfono. No podía aguardar más, le esperaba un día ajetreado. Eran las ocho de la mañana.
Marcó el número telefónico y al otro extremo a cientos de kilómetros de donde ella estaba alguien le contestó. Era la voz de un hombre, amable y caballeroso.
El saludo fue cordial. Lo que transcurrió en la conversación quedó sellado para siempre. Pero las paredes tienen oídos. Así, unos días más tarde aquella conversación secreta estaba en las manos de cinco personas más.
Hubo un debate acerca de si o no debían revelar ese secreto al mundo. Al final llegaron a la conclusión de que como se trataba de algo que le concernía a muchas personas alrededor del mundo, entonces lo mejor era informarles. Y esto es en resumidas cuentas lo que se supo:
Hubo una reunión privada entre el Papa y la Reina de Inglaterra. Habían llegado a un acuerdo que los tesoros de la Corona de Inglaterra (Casa de Windsor)junto con los del Vaticano serían subastados para obtener fondos para acabar con la pobreza en el mundo.
Además todas las acciones que ambas partes tenían en múltiples compañías y corporaciones alrededor del mundo serían vertidas a un fondo común llamado "La Bolsa del Pobre", cuyos bienes, intereses y usufructos irían exclusivamente para obras sociales a beneficio de los pobres a lo largo y ancho de la Tierra.
Ambos, tanto el Papa como la Reina renunciarían a cualquier prebenda o lujo proveniente del Estado o de cualquier persona, pues se declaraban que estaban a favor de la humildad y pobreza de verdad y que para ello era necesario dar el ejemplo, por lo tanto de ahora en adelante ambos ocuparían humildes chozas de paja y comerían sólo lentejas, garbanzos y coles y otras verduras. Evitarían la carne porque habían llegado a la conclusión de que comer proteína de origen animal no era sostenible ni tampoco era compatible con las reglas del amor universal.
Además todas las acciones que ambas partes tenían en múltiples compañías y corporaciones alrededor del mundo serían vertidas a un fondo común llamado "La Bolsa del Pobre", cuyos bienes, intereses y usufructos irían exclusivamente para obras sociales a beneficio de los pobres a lo largo y ancho de la Tierra.
Ambos, tanto el Papa como la Reina renunciarían a cualquier prebenda o lujo proveniente del Estado o de cualquier persona, pues se declaraban que estaban a favor de la humildad y pobreza de verdad y que para ello era necesario dar el ejemplo, por lo tanto de ahora en adelante ambos ocuparían humildes chozas de paja y comerían sólo lentejas, garbanzos y coles y otras verduras. Evitarían la carne porque habían llegado a la conclusión de que comer proteína de origen animal no era sostenible ni tampoco era compatible con las reglas del amor universal.
Todo lo anterior es una historia ficticia, es sólo un "wishful thinking" (ilusión, deseo utópico), como se dice en inglés, de que si estos dos personajes se propusiesen cambiar el mundo lo podrían hacer sin ningún problema.
Si lo hiciesen, ellos darían un buen ejemplo y como resultado otros millonarios y billonarios se apuntarían pues se verían comprometidos a seguir los pasos de estos dos prominentes personajes, la reina de Inglaterra (Casa de Windsor) y el Papa (Vaticano).
Pero también requeriría un cambio drastico de nuestra parte, un cambio de actitud hacia el poder: no desearlo o imitarlo y ésto no va a ser cosa fácil porque implicaría arrancar desde la raíz este sistema capitalista que corroe todo lo que toca, incluyendo nuestro corazón.
Algunas inversiones de la reina Elizabeth II de Inglaterra:
- Minas de uranio
- Centrales nucleares eléctricas
- Rio Tinto Zinc (RTZ)
- General Electric
- Imperial Chemical Industries
- Royal Dutch Shell
- Gulf Oil
- General Motors
- IBM
- British Petroleum
- Bank of England
- Bank of England Nomenees Ltd (BoEN)
- Barings Bank
- Credit Suisse en Londres y Zurich
- Courtaulds Textile (USA)
- The Delta and Pine Land Company (USA)
- BAE Systems
- Areva
- Westinghouse
- Halliburton-Betchel
- Nominaciones en S.G. Warburg, subsidiaria de Rowe & Pitman, Barings and Cazanove
- Parques eólicos
- etc., etc.
Algunas inversiones de la Iglesia Católica (Vaticano):
- Hambros Bank
- Holdings con los Rothschilds en el Reino Unido, Francia y América
- Chase-Manhattan Bank
- JP Morgan (USA)
- First National Bank of New York
- The Bankers Trust Company
- Afinsa, participación del arzobispado de Madrid
- Umasges, gestionada por Caja Madrid y su principal accionista es Mutua Umas, participación de los arzobispados de Burgos y Madrid
- Telefónica (España)
- BBVA (España)
- Repsol (España)
- Ferrovial (España)
- Iberdrola (España)
- Cie Automotive (España)
- Campofrio (España)
- Viscofan (España)
- GAM (España)
- Fondo CAAM Arbitrage Volatilité (España)
- Vayomer, participación del obispado de Astorga, gestionado por Banco Santander
- BI Gran Premiere, participación del arzobispado de Oviedo, gestionado por el banco portugués Espirito Santo
- Fersa (España)
- Indo (España)
- Inypsa (España)
- Service Point (España)
- Lingotes Especiales (España)
- Pfizer (fabricante de viagra y anticonceptivos Depo-Provera)
- Grupo SAMA (Costa Rica, registrado en Panamá)
- Florida Farm (Costa Rica)
- Ice Co. (Costa Rica)
- Diversas fábricas de cervezas (Costa Rica)
- Arena Pharmaceutical (ARNA) (USA)
- London-based property portfolio gestionada por British Grolux Investments Ltd.
- Profima SA (Suiza)
- etc., etc.
De la Ilusión al Mundo de la Unión
Si la reina de Inglaterra y el Papa quisieran cambiar el mundo lo podrían hacer perfectamente.
No lo hacen porque están pegados a la materia como moscas en un pegajoso papel y además están tan atados como los demás, atados a los atados por los atados de los atados a los atados y bien atados bultos de atados del poder capital.
Eso sí que si lo hiciesen, lo deberían hacer rápido pues todos aquellos que están en las capas superiores de la pirámide económica demónica actual que tiene atrapado al mundo no estarían de acuerdo con tan insólita decisión y protestarían a montones y es posible que echarían manos a medidas drásticas como el despachar al otro lado a quienes estuviesen de acuerdo con su insólita idea de cambiar el mundo.
Un mundo que necesita y debe cambiar pero para cambiar de verdad no es sólo de esperar del cambiar de otros que no quieren cambiar pero que deberían cambiar, sino que uno a uno debe cambiar el cambiar de pensar del cambiar del ir y venir del cambiar de lo que no se puede cambiar a cambio de cambiar en cuestiones de beneficios económicos del cambiar de la rueda de los cambios de la bolsa de cambios que siempre acaban en el cambiar de los bancos de los que no quieren cambiar, en un mundo montado para intercambiar todo lo que no se debe intercambiar porque si hay cambiar en ese cambiar entonces hay derrumbes de cambiar que causa cambiar en nuestro mundo que no queremos cambiar, el cambiar se echa andar en un cambiar del cambiar de las cosas que cambian pero no cambian como nos gusta que cambien pero que si cambian en un mundo de cambiar en constante cambiar de cambiar y que no se quedan sin cambiar donde sin cambiar no hay cambiar.
Para cambiar hay que cambiar el cambiar por el cambiar del cambiar del cambio del cambiar y que resulta que es la Unidad sin cambiar.
Sería el principio de un nuevo mundo donde el lujo sería un delito y a los millonarios se les confiscaría todo su dinero y serían puestos bajo tratamiento médico psicológico para su enfermedad del Toque de Midas o enfermedad de plutomanía caracterizada por la obsesión del poder y el dinero, o encerrados en manicomios.
Por lo tanto, en tal mundo cualquier persona que quisiera tener más de lo que necesita sería visto como gravemente enfermo. Por supuesto, de ser necesario, se podrían aprovechar algunos de estos "sickos" (personajes enfermos) que más bien tienen pacto con el diablo para hacer dinero, algo así como ordeñar una vaca, en cuyo caso sólo se les permitiría "poseer" de 50-100.000 USD y el resto del capital que generen en sus hazañas económicas iría para el beneficio común del pueblo.
Estaría terminantemente prohibido acumular más de lo necesario para vivir. Los bancos serían del pueblo y cualquiera que fuese pillado robando sería metido al calabozo, en casos menores sometido a trabajo comunal durante 50 años y, en casos extremos, enviado al más allá por no acatar las leyes del pueblo si insiste en robar lo que es de todo el pueblo.
Para aquellos que les gustase chismorrear, levantar falso testimonio y acusar injustamente a alguien de robo, hurto o apropiación de bienes comunes, habría una pena de cárcel de 15 años o trabajo forzado por 30 años.
Los políticos estarían al servicio del pueblo. Estarían obligados a ejercer su cargo sin soberbia de lo contrario serían despachados de su puesto. Se esforzarían por ser expertos en las artes de la solidaridad y sobre todo las ciencias de agricultura para que de verdad entiendan que las lechugas no salen de la tienda sino del suelo que es un bien común y debe ser protegido mejor que las obras de arte en los museos.
Deberán los políticos y gobernantes aprender a no huir del trabajo físico, sustituyendo las horas de ejercicios ridículos en los gimnasios por trabajo en los hospitales o los huertos comunales, ya que meter las uñas en la tierra hacia donde vamos todos a ser enterrados sería visto no como una maldición de los pobres sino como una virtud noble, una cualidad de los bien encaminados en el camino del Camino.
El pueblo sería reeducado para que dejase de fantasear e idolatrar a los bandidos que chupan del pueblo. Todo aquello que desune de la Unión y que meten ideas de consumo estúpido o de lujo al pueblo desaparecería por desacato a la Biosferidad.
La gente aburrida no tendría cabida en un pueblo despierto y dispuesto a cojer la escoba, el pico o la pala como maneras de avanzar hacia el Camino y se pongan a hacer algo por las calles y caminos del pueblo.
Lo ideal en la sociedad sería el beneficio del grupo sin lucro, la humildad, la bondad y todo lo que tenga que ver con las mejores virtudes de los humanos.
Es decir, que el chupoterismo del capitalismo ya no tendría lugar en un mundo de altruistas y sería reemplazado por un mundo unido al vecino humano o no humano, sólo para el vecino y solo por el vecino, pues tú y tu vecino son una misma cosa en una sociedad donde de verdad la gente entiende con toda la masa de su cuerpo la Unidad.
Este trato se aplicaría a cada ser viviente sobre la Tierra: respeto, amor y empatía para todo aquel que parece que no es tú pero es tu tú.
Sentarse a comer sería una misión sagrada y no acto de gula y cada cosa que se consuma deberá ser tratada con respeto, lo cual implicaría que todos deberían aprender a comer lentejas con amor y algo más pero que sea sencillo, justo para sujeter su edificio corporal de manera saludable. Y el que proteste que sea obligado por la comunidad a trabajar para la colonia de humanos.
Hagamos de la sociedad humana una montaña de solidaridad pero una montaña de solidaridad de verdad y no una colonia de chupópteros, dejemos de lado el hormiguero de cosas inútiles que nos tienen pasmados y obnubilados del cerebro.
Construyamos una montaña de saber con sabiduría y no montañas de tonterías que parece que son sabiduría pero que no tienen nada de sabiduría sino que son bolas de nieve que se derriten bajo el sol de la verdadera Sabiduría.
Así, de esta manera, entonces las universidades serían para unirte a la Unidad y no desunirte de la Unidad, después de todo el nombre de universidad viene de uni versum, viaje a la unidad.
En fin, todo esto y más entre otras cosas, donde siendo yo seré tú también, en un mundo de tús y yos de un solo vaivén.
Todo es posible con máquinas programables como los humanos. Sólo necesitan buenos programadores, y llegamos al meollo de la cuestión: estamos plagados de malos programadores.
Por lo tanto, debemos aprender cuanto antes a distinguir los buenos programas y los buenos programadores de los falsos programas y los falsos programadores para que no nos metan programas nada halagadores para el curso de la vida programada de las máquinas humanas.
Suena a una locura. Pero hay locuras y hay locuras y así como vamos es una auténtica locura de una locura que va más allá de una locura que se ha convertido en la más grande locura de la locura de los que están llenos de locura por la locura de lo que nada cura en la locura de la persecusión de la locura de poseer por locura lo que no se puede poseer: la cosas de la vida, aquellas que nos acompañan en la ruta que generalmente tornamos locura a lo largo de nuestro paso por la Tierra.
Pues bien, comencemos con la locura. Desde nuestro agujero que no es nuestro agujero ya que nos hemos deshecho del agujero para entrar en el agujero de la Verdadera Vida, ya estamos de camino por el Camino al escribir estas líneas y a estas alturas ya estamos más cerca de la tumba que nunca, nos regocijamos que es bueno coger el Camino y que ya es un buen momento que todos pensemos en soltar lo que nos tiene atados y no nos deja ver la vida como Vida.
Nos preguntamos una cosa, ¿planeas vivir mil años ya que estás tan afanado en construir un imperio a costillas de los demás en tu rueda mecánica?
Algunos se autoengañan y piensan que ya están maduros, embrujados por los libros de los pseudosabios que chupan de los menos encaminados para que nos digan que estamos bien encaminados en el Camino cuando ni siquiera nos hemos dado cuenta de la tremenda llaga de dolor que tenemos en las profundidades del corazón y que surge como arrebato de emoción falsa ante vistas y ejecuciones cuando hay sólo lágrimas de tensión y pasión.
Vamos, no te quedes atrás! Sigamos! La tarea es difícil porque nos han desunido de lo unido de lo que debe estar unido por lo unido de toda la unión de la Unidad.
Vamos, caminemos en unión por la Unión pero sin la unión de la desunión de los que desean que estemos desunidos de la Unión!
Descubramos juntos la Unión en la aparente desunión y unámonos a la Unión. Trabajemos por la Unión de la Tierra!
Es de ciegos ir por la ruta de la desunión de la Unión en la Tierra que hemos tomado como camino que no es camino en aparente unión pero sin unión a la Unión. La Unión sin unión no es Unión.
Gorrión Moruno (Passer hispaniolensis). Fuente: fotonatura.org |
Preguntémosle a una humilde gorrión qué es Unión. Su respuesta será: obsérvame pero no con tus ojos cubiertos de ciemo sino con aquellos que tienes en tu interior pero que aún ignoras que tienes para unirte a mí. Ven sígueme y te lo mostraré!
Referencias
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