El Chucao (Scelorchilus rubecula). Fuente: Danny Fuentes Castillo. |
Por H.G.M. von Österreich und von Toskana
18 de junio de 2018
Viajar
es percibir una danza de fotones que estimulan nuestros ojos para construir imágenes
en nuestros cerebros. ¡Y qué mejor manera de obtener inolvidables imágenes que
mirar bellos parajes del planeta!
Rodeada
de enormes y verdes montañas, algunas copadas de nieve, en una planicie a la
orilla del mar se levanta Chaitén en
la Patagonia chilena, ciudad donde
habita gente muy agradable.
¡Aún
recordamos el delicioso olor a las “hallullas”
(panecillos de harina de trigo) frescas recién sacadas del horno en el supermercado
“El Patito” cuando solíamos llegar a Chaitén desde
El Amarillo a comprar nuestras provisiones semanales! ¡Y sus
propietarios amablemente nos llevaban gratis de vuelta a casa en su vehículo,
conduciendo unos 24 kms al sur por la Carretera Austral sólo la ida!
Llevamos en el alma el recuerdo del canto del pajarillo "Chucao" (Scelorchilus rubecula) en las profundidades de los bosques, llenando de magia las montañas. Lo mismo a los nobles árboles "coigües" (Nothofagus dombeyi), gigantes que adornaban (y adornan) las laderas y orillas de los salvajes ríos de prístinas aguas.
Llevamos en el alma el recuerdo del canto del pajarillo "Chucao" (Scelorchilus rubecula) en las profundidades de los bosques, llenando de magia las montañas. Lo mismo a los nobles árboles "coigües" (Nothofagus dombeyi), gigantes que adornaban (y adornan) las laderas y orillas de los salvajes ríos de prístinas aguas.
Jamás
olvidaremos la maravillosa y fuera de serie hospitalidad de los habitantes de
El Amarillo, especialmente al Sr. D. Carlos
Castro Jeldres y su familia quienes
varias veces nos invitaron a comer “pan
amasado” (pan hecho en casa) con mermeladas de “frutillas” (fresas).
Don
Carlos y su familia eran (y son) tan generosos que, como en los cuentos de hadas, cuando estábamos allí en El Amarillo
en búsqueda de un terreno para comprar, mucho antes de la terrible erupción volcánica (2008),
nos regalaban un trozo de su propia tierra, e ¡incluso no querían construir una casa! ¡Un
cordial y especial saludo para esta bendita familia!
¡Saludos
para el resto de los originarios pobladores de El Amarillo, dondequiera que estén!
¡Y por supuesto, saludos para todos los chaiteninos de ayer y hoy!
Y
para recordar aquellos tiempos, aquí os dejamos un video que muestra los
encantos de esta ciudad sin igual: Chaitén y sus alrededores:
Chaitén (Chile) y sus alrededores. Publicado por: enniocol24.
Agradecimientos
Muchas gracias a los administradores del blog Gundhramns Hammer por habernos permitido enviar este mensaje a la gente de El Amarillo y Chaitén en Chile.
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