LOS VAMPIROS INMOBILIARIOS: EL NEGOCIO DE LOS DESAHUCIOS

Por Gundhramns Hammer

25 de agosto de 2012

Fuente: Dales Caña

Dice el dicho popular de que los vivos viven de los tontos. Esta es la "ley" de los sinvergüenzas de mente retorcida. Y en el mundo de la banca, las finanzas y la economía hay cualquier cantidad de vampiros que se alimentan de la sangre de los menos favorecidos.

Somos producto de la historia, la cual ya lleva ratos siguiendo un curso torcido. Para empezar, primero se nos ha enseñado a ser individuos, independientes de los demás, a ser egoístas y si por casualidad se abre una brecha en el campo de batalla de la vida, hay que aprovecharse de ella.

La idea más importante que todos debemos de hacer nuestra hasta la médula en la actualidad es que el otro (una persona, animal o medio ambiente) también eres tú. Es decir que yo soy tú o viceversa. Tú y yo somos uno y por lo tanto no debemos de comernos uno a otro.

Posiblemente los humanos evolucionamos comiéndonos unos a otros, literalmente, pues era más fácil cazar a un humano desprevenido que pertenecía a otro bando que cazar una gacela, aparte de que fuimos unos ladrones y le quitábamos la comida a los leones. Pero ya no estamos en la sabana africana. Ya han pasado miles de años y ya hemos acumulado un poco de conocimiento, lo suficiente como para practicar un nuevo paradigma, dejar de cuentos y coger un rumbo homeostático. 

Si no cambiamos esa idea retrógrada de que tú eres otra persona aparte de mí estamos perdidos. No tendremos futuro. Necesitamos urgentemente hacer nuestro el paradigma de la unidad. 

Los primeros en poner en práctica este paradigma unitario deberían ser los políticos y los banqueros. Son los gobernantes y su cuadrilla de adinerados que les apoyan los que deberían dar el ejemplo. Eso es a escala mayor pero también nosotros, a escala menor no nos deberíamos quedar atrás. La vida a cada rato nos brinda oportunidades para comenzar a practicar. 

Hace un par de años en España, por ejemplo, los ciudadanos de a pie vivía buenos tiempos, eran los tiempos de las vacas gordas. Emocionados con la abundancia aparente de la burbuja se endeudaron. 

Fue la brecha que aprovecharon los banqueros y las inmobiliarias, que suelen ser una y la misma cosa, para meterse en tu bolsillo. Te excitaron con la idea de tener una casa, algo que debería ser un derecho universal, se convirtió en tu meta. Te asediaban con cartas de préstamos fáciles, la carnada en el anzuelo. Una carnada electrónica, de realidad virtual. Tú optimista la aceptaste y de esa manera conseguiste una cosa real, algo que existe fuera de un ordenador. Te instalaste en tu nueva casa y comenzaste a pagar. Todo iría bien mientras tuvieses un empleo para pagar las cuotas mensuales. 

Pero llegaron las vacas flacas y te echaron de tu empleo y un nubarrón se apoderó de tu destino. Se acumularon los retrasos de tus pagos y finalmente el banco, después de pagar varios años, tal vez lo suficiente como para haber ya cubierto el costo real del nicho en el edificio, te quita "tu" casa y te quedas en la calle. Y ellos se quedan con algo tangible.

Los canallas banqueros han tenido varios siglos para perfeccionar sus triquiñuelas para joder a la masa de esclavos. Su fórmula actual es perfecta: te dan una cifra electrónica, algo del universo virtual,  y ellos obtiene a cambio un piso, un objeto real. Hijos de puta! 

Para cuando nos enteramos de su juego sucio ya es tarde. Ya nos han chupado la sangre. Y los gobiernos no ayudan en nada porque sus miembros tienen pajillas por otro lado succionado sangre de la masa. Son sinvergüenzas que se pelearon para llegar a sus puestos para robar. No está allí para ayudar a nadie. Debería ser todo lo contrario.

Pero para que eso suceda pueda que se necesiten otros dos mil años y para entonces ya será tarde. A no ser que empecemos a practicar ya la máxima de primero tú y después yo. Si nos vamos a mover que sea en unísono, como unidad, a nivel personal, a nivel casero, a nivel comunitario, a nivel nacional y finalmente a nivel planetario, pero comenzando al revés.

Dicen que en España cada minuto ocurre un desahucio, que hay 1 millón de pisos de familias al borde del impago, y que 300.000 familias ha perdido su casa (Video 1). Qué triste!

Pero más triste es saber que en estos momentos de crisis los que tienen más en España, más se agarran a su dinero. Se vuelven más tacaños de lo que ya son. Ha llegado la hora de que ellos monten un fondo monetario para beneficio de los demás, de los que están jodidos. 

Si tú eres un rico que tienes 2.000 millones de euros (invertidos o no), por qué no donar la mitad para ese fondo y aún te queda la otra mitad, suficiente para vivir sin preocupaciones. Después de todo, si tienes esa cantidad ya estarás a medio siglo de tu vida, muchos ya son tres cuartos de siglo de viejos. A esta edad, ya tienes una pata en la fosa y la otra sobre una peladura de banana y cuando te llegue la muerte y te clave la espada en la cabeza ya verás que no te podrás llevar nada. Nadie puede.

Deberías de hacerlo ya antes de que las cosas se pongan feas y te lo quiten otros vivos de tu mismo saco y que nada tienen que ver con el resto de los ciudadanos. Pero también los jodidos que están en la calle pueden cansarse y joderte. Sólo espero que si ese movimiento ocurriese, no sea algo promovido por los malditos de siempre, aquellos que se esconden detrás de las cortinas.

                                                  Video 1. El negocio de los desahucios.