Las primeras tortugas (Proganochelys y Proterochersis) que se conocen aparecieron en el período Triásico, a principios del Mesozoico, hace unos 200 millones de años. De las 25 familias que se conocen, sólo 13 han sobrevivido hasta nuestros días, el resto se ha extinguido. Hoy día existen 295 especies.
Las especies marinas de nuestros tiempos están agrupadas dentro de dos familias. La familia Dermochelyidae con una sola especie del género Dermochelys, cuyo registro fósil se origina en el Mioceno hace 25 millones de años hasta el presente, y la familia Cheloniidae que incluye en la actualidad sólo cinco géneros con siete especies. Los representantes más antiguos de esta familia aparecieron hace alrededor de 100 millones de años, a finales del Mesozoico.
Se puede ver que las tortugas marinas actuales tienen un linaje muy antiguo y han sobrevivido grandes cataclismos y cambios climáticos en la Tierra.
Sin embargo, en la actualidad el impacto de las actividades de los seres humanos en los océanos las tiene a todas amenazadas o en peligro de extinción, por lo que se encuentran incluidas en el Apéndice de los acuerdos de la Convención Internacional para el Comercio de Especies de Flora y Fauna Silvestre Amenazada (CITES).
Si sobreviven la era Antropozoica, la era del Homo “sapiens”, será un auténtico milagro. En los últimos 20 años, millones de tortugas marinas han muerto atragantadas por los desechos plásticos (Fig. 1), atrapadas en las redes de los buques pesqueros y camaroneros (Fig. 2) o machacadas por las hélices de los barcos que surcan los mares del mundo.
Figura 1. Tortuga con plástico. (Fuente:
goinggreenfriendly.com)
goinggreenfriendly.com)
Figura 2. Tortugas marinas atrapadas en red. (Fuente: National Geographic Daily News).
Pero hay esperanzas. A una tortuga marina (Chelonia mydas) le ha tocado la lotería. Ha recibido el primer transplante de caparazón en la historia.
La tortuga fue encontrada por un grupo de bañistas en junio de 2010. La llevaron a flote hasta la orilla, desde donde la trasladaron al Centro Palm Beach Loggerhead Marine Life (EEUU). En el centro los doctores reconstruyeron su caparazón durante un periodo de 13 meses.
Le dieron el apodo Humpty Dumpty (Zanco Panco). Tenía dos grandes huecos en su caparazón, causados por la hélice de un barco. Una de las cavidades ya estaba ocupada por un cangrejo que lo había convertido en su guarida.
La evaluación veterinaria encontró que la tortuga tenía un pulmón colapsado, pneumonía, una parte de la médula espinal estaba expuesta y varias otras infecciones. Para empezar los veterinarios cubrieron las heridas con plástico transparente y espuma negra.
La empresa San Antonio Kinetic Concepts Inc. (San Antonio, Texas), especializada en prótesis humanas y biomedicina, proporcionó gratis el nuevo caparazón para el quelonio.
Varios veterinarios trabajaron en la operación. Entre ellos estaba la Dra. Nancy Mettee y el ortodoncista Alberto Vargas, quien fue uno de los encargados en la reconstrucción de Humpty Dumpty (Figs.3 y 4). El Sr. Vargas dijo que “la tortuga ha sido uno de los pacientes más extraños en tratar”. “Que yo sepa esto nunca se ha hecho antes en una tortuga”, señaló Vargas al periódico Palm Beach Post. También indicó que “tuvieron que cambiar la forma de la caparazón, igual como se cambia la mandíbula de un paciente.”
Figura 3. La Dra. Nancy limpia a Humpty Dumpty antes de la implantación. (Fuente: Daily Mail News)
La tortuga se está recuperando muy bien y será devuelta al océano tan pronto esté lista. Lo sucedido a Humpty Dumpty es realmente sorprendente. Gracias a la generosidad y dedicación de unos amantes de animales la tortuga continuará su saga.
Referencias
Figura 4. Reparación de Humpty Dumpty por Alberto Vargas y su equipo. (Fuente: Daily Mail News).
La tortuga se está recuperando muy bien y será devuelta al océano tan pronto esté lista. Lo sucedido a Humpty Dumpty es realmente sorprendente. Gracias a la generosidad y dedicación de unos amantes de animales la tortuga continuará su saga.
Referencias
Daily Mail News, Monday, 26 December 2011.
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