EL CAMINO

por Hugo Guntram von Österreich und von Toskana

En un mundo gobernado por la maldad y donde solo el dinero y lo mediocre, malo o artificial sabe o huele bien o se valora, aún se encuentran algunas personas que saben apreciar y valorar lo bello en la vida y elevan sus almas al observar la enorme variedad de colores producidos por la luz jugando a través del cristal de sus ojos.

Son dos maneras diametralmente opuestas de percibir el Camino de la Vida. Los que auténticamente desean caminarlo son muy pocos pues ese camino resulta lleno de espinas. Pero estas espinas no son realmente espinas per se, sino que son todas aquellas personas que astutamente se disfrazan y rodean de belleza y dicen engañosamente que perciben el Perfume de la Vida con el único y solo propósito de construir y poseer bienes materiales que no se pueden poseer, aún a costa de aplastar a todos aquellos que les rodean. Estas espinas son peligrosas para el caminante que no sabe distinguir quién o qué está disfrazado o no de la belleza material o intelectual. Debe recordar que la verdadera belleza no necesita de disfraz y debe estar muy despierto para no caer en la trampa que hoy día el diablo coloca para atrapar usando toda la creación de una u otra forma bajo el manto de la belleza.

Así por lo tanto es muy importante saber quién o qué es de Aquel que todo lo da de aquel que todo lo quita para apartarte del Camino.

Y si tu corazón está nada más que en el Camino, basta con una mirada a todo aquello que te rodea y sabrás cuales son las espinas y simplemente te apartas de ellas. Son flechas que indican un camino falso al mundo de los dormidos.

También es importante tener claro qué es la Libertad. Así como existen una gran variedad de colores para nuestros ojos también existen una gran variedad de maneras de hablar sobre la libertad, un concepto que es el resultado de nuestros estados emocionales e intereses personales interactuando con el mundo artificial creado por nosotros mismos. Esa libertad en pocas palabras es el destilado de nuestro alambique emocional-personal-temporal.

Hay una vieja historia Germánica que relata muy bien lo que todos entendemos por libertad y nos dice qué es la Libertad. La historia dice así:

“Había una vez un sabio que reunió a mucha gente de todos los tipos de oficios o maneras de ganarse la vida.

El sabio les hizo la siguiente pregunta a cada uno: -¿Qué es la Libertad? Así cada uno contesto dependiendo de lo qué entendía por Libertad.

El rey dijo que era producir un heredero. El comerciante contesto que libertad era vender libremente sus productos en cualquier parte del mundo. La prostituta dijo que era acostarse con quién quisiera. El soldado exclamo que era matar a quién quisiera. El joven vicioso dijo que era hacer lo que le daba la gana. El sacerdote que era pedirle perdón de corazón a Dios por todos nuestros pecados para ir al cielo. El carpintero que era tener siempre madera para hacer lo que quisiera. El artista dijo que era crear lo que la realidad no creaba. El poeta que era cantarle o llorarle al corazón. El albañil que era saber hacer una pared recta. El médico que era ganarles tiempo a los que ya les había llegado la Hora. El jurista que era pelear y ganar mucho dinero sin derramar una gota de sangre. El banquero que era sangrar con intereses a todos los que quisiera. El político que era engañar a la gente con burbujas de colores. El filósofo expreso que era jugar con ideas para olvidar quién él era. El preso dijo que era salir de la cárcel. El ladrón que era robar a quién le diera la gana. Y finalmente un viejo borracho, enfermo y moribundo contestó: - ¡A quién le importa, déjenme morir! ¡Esa es mi libertad!

El sabio les dijo: -Ninguno de vosotros sabéis lo qué es la Libertad. Todos vosotros os habéis dormido. Todos habéis usado el mismo color para pintar vuestra respuesta. Vuestras respuestas dependen de cómo y qué sentís y de cómo, qué y con quién hacéis lo que hacéis. Cada uno de vosotros habéis creado un hilo que juntos todos usáis para hacer un ovillo enredado que os tiene atrapados sin poder caminar. Os recomiendo que cada uno volváis a la escuela de la vida con las manos vacías y así tal vez os daréis cuenta que la libertad es convertiros en un martillo y un yunque a la vez para sacarle la Chispa Divina a la Vida.”

Como en el cuento pregunta tú a la gente y verás que todos usan el mismo color para describir la Libertad y el Camino. Parece que están hablando de distintas cosas, pero no, todos hacen atravesar el mismo color por cristales de distintos colores que han adquirido en la tienda de la cultura.

Y allí te quedas como ellos a no ser que tengas la mente clara como el sabio del cuento y que no te dejes confundir por los bellos disfraces que usa el diablo para apartarte del Camino y atraparte. Si lo logras, camina y camina y no te cansarás. Vas sólo pero no estás solo. Todo lo Eterno te acompaña. Haz el caminarlo tu rumbo y destino.