LOCO POR UN AMOR AJENO: TU PASION POR SUS PIERNAS

Fuente: Amor A Primera Vista.

Por Gundhramns Hammer
5 de octubre de 2015

Fue amor a primera vista. Te enamoraste locamente de ella, especialmente de sus piernas. Ya no podías vivir sin ella ni ellas. O al menos así pensaste en ese instante de locura.

Tenías que cogerla inmediatamente o de lo contrario acabarías en el manicomio.

Y así sucedió lo que querías que sucediera. Has sacado la tarjeta de crédito de tu bolsillo para pagar la transacción y la has cogido con ganas. 

No te ha bastado sólo eso. La has enviado a tu casa con la esperanza de que aliviará tu vacío emocional.

Luego te has ido a casa más tarde con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Aún pensando en ella. Incluso se te hacía agua la boca sólo de pensar en ella.

Llegará la hora de cenar y será tu esclava hasta que te hayas cansado de ella y le dirás ¡vete a tomar por saco! 

Has caído en la trampa. Estás loco por un amor ajeno. Tu gran pasión por sus piernas.

¿Excitado? 

Realmente no deberías de estarlo porque no estamos hablando de lo que hablan cuando hablan de lo que no hablan después que hablan sobre lo que han hablado sin haber hablado al final sino gritado.

Estamos hablando de una mesa de madera de bellas torneadas "piernas".

¿Disgustado?

Vamos no te desesperes porque no ha resultado ser lo que quieres cuando quieres lo que quieres para calmar tu existencia que a veces no quieres aunque dices que quieres porque quieres lo que quieres.

Continúa leyendo. Máxime si andas por allí diciendo que te preocupa mucho la ecología, la biodiversidad y la sostenibilidad, aunque sea sólo para impresionar la mayoría de veces a quien te convenga en la calle o tu oficina.

Pero... ¿qué te ha sucedido?

En un arranque impulsivo, has comprado un lujoso nuevo juego de comedor, elaborado con las más finas maderas traídas de Africa. 

¿Qué pasó en la tienda?

Como nunca antes había ocurrido hasta ese momento en tu vida, la mesa fuera de serie capturó tu corazón y has perdido la razón y en ese momento nadie podía hacerte entrar en razón porque sólo tu tenías la razón. 

Has sufrido un ataque del mono del consumismo desbocado.

Por ahora estás satisfecho hasta cuando te de otro ataque de sin razón.

Es hora de estrenarlo, según tu parecer. Es la hora de la cenar con tu familia que estás a punto de perder por gastar lo que no deberías hacer cuando quieres hacer lo que haces cuando lo haces para hacer todo lo que quieres hacer para hacer lo que no deberías hacer.

De todas maneras, ¿estás feliz con tu nueva mesa de madera africana? 

Se supone que deberías de estarlo. 

Pero hay algo que debes saber. Tu mesa sangra aunque no sangra cómo tú entiendes lo que sangra cuando sangra (Fig. 1):

Figura 1. Madera de sangre. Fuente: Otro Mundo Es Posible.

Tu mesa, tu nuevo juego de comedor de madera de Africa sangra. Sí sangra. Sangra mucho, por culpa de tu exagerado consumo que está consumiendo directa o indirectamente al planeta.

Estás obsesionado por comprar, por la novedad. Sufres del síndrome de "shopaholismo".

Y además, sin que tú te enteres, tu mega-consumo es causa de guerras en Africa.

Es hora que te enteres. Ponle fondo a tu fondo para que tenga fondo tu fondo cuando hablas a fondo de ecología y sostenibilidad.

¿Cómo?

Así. Para averiguar cómo los consumidores europeos financian las guerras en Africa, te recomendamos leer los siguientes artículos: 

• Madera de sangre, por Otro Mundo Es Posible. 
• Madera de sangre: cómo el consumidor europeo finacia la guerra en Centroáfrica, por News 4 Folk.
• Blood Timber, by Global Witness.