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viernes, 19 de febrero de 2016

CACOS HACEN LO QUE SABEN HACER EN JACA

Fuente: speakspeak.


Por Gundhramns Hammer
19 de febrero de 2016


¡Dios mío! ¡Me han robado! ¡Malditos ladrones! ¡Ladrones ... hijos de puta! ¿Dónde estaba la policía? ¡Me cago en la mar! ¡Cabrones! suelen ser algunas expresiones comunes que salen de la boca de aquellos enfadados que han sufrido un ataque de pérfidos cacos.

En una ciudad, tan pequeña como Jaca (Huesca, España) que perfectamente se puede atravesar andando en unos 15 minutos, los cacos llegan usualmente en horas de la madrugada, tan silenciosamente que parece que ni siquiera los policías se enteran, amparados por la penumbra u oscuridad y probablemente rogándole a los diablos para que nadie los descubra, penetran en su objetivo (negocio, vivienda, etc.) y  hacen lo que los ladrones saben hacer: robar a destajo todo lo que puedan pillar. 

Bueno, esto es lo hacen los ladrones ilegales, quienes a veces actúan así por necesidad, en otras ocasiones por vicio y en algunas pagados por alguien a escondidas para evitar la competencia en su propio negocio en su territorio. 

Pero en la Viña del Señor también hay cualquier cantidad de ladrones legales y parásitos que usan la legalidad para salirse con la suya cuando la legalidad se utiliza para tapar con legalidad su ilegalidad. 

Y también estos ladrones legales llegan silenciosamente en plena luz del día, tienen todo bien atado, cuentan con buenos recursos y mucha gente a su disposición, por lo tanto tienen todas las de ganar. Según ellos lo ven, lo que hacen, lo saben hacer muy bien. Y lo que saben hacer muy bien es sólo para su propio bien.

Vosotros, pueblo, que aguantáis el azote y machacado de estos anclados ladrones legales ya sabéis cuáles son estos pillos que nadie los pilla pero que joden a los que trabajan y pagan con su sangre y sudor a estos pillos legales.

Pero volvamos a nuestra querida Jaca, un hermoso lugar donde la repostería es tan deliciosa y exquisita como maná caído del cielo, un lugar donde los que mandan a veces hacen cosas que años más tarde, sus descendientes, se quejan por las enormes meteduras de pata (e.g., haber mandado al garete su medieval muralla; la destrucción del Templete de Santa Orosia) de sus antepasados o las generaciones del futuro se quejarán porque sus antepasados forraron con hormigón ("urbanizar") los bellos parajes alrededor de la ciudad (e.g., el antibiosférico proyecto de Levante) poniendo en peligro la sostenibilidad de la ciudad ya que dicen los expertos que las ciudades del futuro deberán obligadamente ser ecológicas, flexibles para adaptarse a cambios, descentralizadas y autosuficientes en sus necesidades básicas, también el hogar del gigante Don Chopo y un punto desde donde se puede incursionar hacia los valles mágicos de Pirene para deleite de los ojos y el alma del excursionista, una ciudad ahora bajo el punto de mira de los cacos. 

Al menos eso parece, según algunas quejas y noticias.

Por ejemplo, en el Pirineo Aragonés, el "periódico más antiguo de Aragón", el día viernes 12 de febrero de 2016, en la página 8, apareció la noticia "Nuevo robo con lanza térmica en un establecimiento de Jaca" (Fig. 1).  


Figura 1. Noticia de robo en Jaca (Huesca, España). Fuente: El Pirineo Aragonés, 12 de febrero de 2016.


Hombre.... Pero.... ¿Será posible que no los pillen antes de que estos malditos pillos pillen en una ciudad tan pequeña?

En fin, todo queda en manos de aquellos , i.e., las autoridades correspondientes, que son pagados por todos para mantener el orden público. Ojalá que vigilen mejor y capturen a aquellos que les gusta aquello que no es suyo antes de que se salgan con aquello que los cacos pensaban ponerle su guante a lo que no les pertenecía a ninguno de ellos.

Dice una víctima de cacos en Jaca: ¿No sé qué demonios están esperando para coger a los cacos antes de que jodan a otro? 

¡Ojalá!


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